Con gran participación de la ciudadanía y compromiso de los académicos culminó la Escuela de Temporada de la Universidad de Chile, instancia que buscó democratizar la cultura llevándola a la ciudadanía y propiciando el diálogo entre distintas voces, con actividades gratuitas abiertas a todo público.
Entre el 13 y el 17 de enero hubo talleres, charlas, diálogos, ciclo de documentales y laboratorios en las comunas de Pudahuel y Providencia, que contaron con una altísima convocatoria y respuesta de los participantes. "Esta es la Universidad que queremos" indicó la Vicerrectora de Extensión, Sonia Montecino, frente a la positiva respuesta tanto de la ciudadanía como de la comunidad académica que participó gustosa de esta tradición de llevar el conocimiento a todas y todos los chilenos y chilenas.
Trabajar con personas de distintas disciplinas, una oportunidad enriquecedora
El calor sofocaba a los santiaguinos que pasaban fuera de la Casa Central de la Universidad de Chile el pasado 17 de enero, pero en el frontis un grupo de entusiastas participantes provistos de guantes, brochas y pinturas coloreaban la ciudad dando vida a un mural colectivo que coronó la Escuela de Verano 2014.
Las más de 25 personas que participaron en el taller coincidieron en la importancia que la Universidad se vincule con las experiencias no académicas. Andrea Durán, dueña de casa y participante del taller señaló que "lo más enriquecedor ha sido trabajar con personas de distintas disciplinas, y llevar adelante un trabajo comunitario motivado por la Brigada y los intereses colectivos y no por el personalismo de cada uno".
Camilo Gong, estudiante universitario comentó que "es responsabilidad de todas las universidades, pero más de esta que es la universidad pública por excelencia, poder participar con la comunidad y entregar algo que recupere la memoria y rescate la importancia que los movimientos sociales han tenido para el país, mediante una intervención en el espacio público".
Juan Tralma, más conocido como Chin Chin, uno de los cuatro profesores que dictó el taller, es parte de los fundadores de la Brigada Ramona Parra, hace más de 45 años, y destacó la importancia de relacionarse con el ambiente universitario y la retroalimentación que se da. "Para nosotros es el golpe vitamínico que necesitamos, ya que estamos con gente que se preocupa del trabajo que hacemos. Y a su vez, nosotros a la Universidad le podemos enseñar el trabajo colectivo, que es lo que nos ha mantenido vivos. Nosotros escapamos al exceso de ego del artista y pintamos con distintos tipo de personas. Un día estamos pintando con pobladores y al otro día vamos a una universidad y eso nos fortalece", contó.
Patricio Madero, artista visual y muralista, quien junto a Chin Chin fundó el colectivo Ramona Parra también destacó la experiencia: "nos parece fantástico que la Universidad recupere lo histórico, porque a esta Universidad nosotros la conocimos en las poblaciones trabajando", detalló. Para él el mural, independiente del valor técnico que tiene, es una experiencia de vida para los participantes, porque "cuando lo vean terminado, van a decir "esto lo hicimos nosotros, vale la pena seguir" y nosotros como Brigada nos iremos a otra población a seguir trabajando, pero quedará una semilla", reflexionó.
Observadores al paso
Los transeúntes que observaron el desarrollo del mural se mostraron sorprendidos con la actividad y la valoraron positivamente. Francisco Arias, oficinista del centro de Santiago señaló que "es increíble que se hagan estas cosas porque permite a la gente expresarse a través del arte y no andar rayando murallas. Felicito a la Universidad de Chile por promover estas actividades", dijo.
Gabriel Uribarri, profesor de dibujo de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile dictó un taller de dibujo afuera del teatro Baquedano y quiso ir a observar el mural, porque para él lo más relevante de las Escuelas de Temporada es darse cuenta que "la Universidad no le pertenece a los que estamos dentro de ella, sino que es patrimonio de todas y todos los chilenos y chilenas" señaló.
A Andrea Morales, que trabaja como secretaria le gustó que se hiciera la actividad al aire libre y que fuese gratuita, porque "faltan estas actividades en Chile y sobre todo en el verano, cuando todos tenemos más tiempo y a veces no hay qué hacer".
Democratizar la cultura: más que fondos concursables, una voluntad política
La vicerrectora de Extensión Sonia Montecino señaló que debido a la gran acogida que tuvo la Escuela de Verano, ya planean hacer una Escuela de Otoño, que se vincule con nuevas comunas, ya que "la experiencia con Pudahuel y Providencia fue muy positiva para nosotros y para la gente. Nos dimos cuenta que en ambas hay hambre de saber y también de hablar", afirmó.
Con la Escuela de Otoño se planea "dejar sentadas las bases de esta recuperación de la tradición que no puede perderse, porque esta es la Universidad que queremos" indicó Montecino.
La vicerrectora de Extensión analizó que cuando se miran las políticas culturales en Chile desde la recuperación de la democracia hasta ahora, se ha avanzado mucho en fondos concursables. Pero, a su juicio, lo que la Universidad ha dicho con estas Escuelas de Temporada es que la cultura no son sólo fondos concursables: "hay una apuesta de cómo mirar y la cultura es básica para reflexionar sobre nosotros mismos y lo que queremos a futuro. Como Universidad hemos aportado a ese proceso, por lo menos hemos mostrado que hay un camino de política cultural que se puede seguir y que requiere básicamente voluntad política. Tiene que ver con cómo nos ponemos al servicio, cómo podemos entregar y facilitar con generosidad y convicción el diálogo con la ciudadanía" puntualizó la vicerrectora.