IV.2.5 Ausencia lamentable (La Época, Abril de 1997)
"La Universidad de Chile es la mayor universidad estatal del país y, por cierto, la más tradicional representativa del rol del Estado chileno en educación. En relación a un papel más activo del Estado, muchos cuestionan, no siempre abiertamente, la justificación de universidades estatales, cuando prevalece un pujante sector privado capaz de atender la creciente "clientela" estudiantil, y preparar eficientemente profesionales para el mercado. ¿Está la autoridad de gobierno consciente de este debate?, ¿cuál es su posición? La ausencia por casi dos años de los representantes de S.E. el Presidente de la República en el H. Consejo Universitario de la Universidad de Chile parece denotar una respuesta.
¿ Cómo entender, de otra forma, tal prolongada ausencia en el máximo organismo universitario? Quizás una protesta por el eventual desacuerdo de la autoridad de gobierno sobre algunos temas de gestión y algunas políticas universitarias. Quizás una manera de disminuir los compromisos y demandas que insistentemente se plantean sobre temas de financiamiento. Quizás una manera de decir que las "universidades grandes " se pueden manejar sin la tutoría directa del Estado. No sabemos. Pero lo más posible es que la ausencia en comento refleje una voluntad política, consistente con la menor importancia, que habría que atribuirle a las universidades estatales, particularmente a aquélla que más ha reflejado el rol histórico del Estado. No hay, tampoco, otra forma de entender la denuncia formulada por la misma Universidad de Chile, en cuanto a que su cuota del aporte fiscal ha venido notoriamente cayendo durante los últimos seis años, en relación al resto del sistema público.
En todo esto existe una gran equivocación. El rol de las universidades estatales no puede cuestionarse debido al ingente rol privado; menos aún, en un país donde el Estado subsidia directamente a parte del sector universitario privado. Universidades estatales y privadas no generan los mismos productos; ni desde el punto de vista de la concepción del profesional que se forma ni tampoco en cuanto a las tareas de investigación y extensión que realizan. En estas últimas, la exclusiva orientación de mercado no asigna adecuadamente los recursos precisándose el papel que juegan las instituciones estatales capaces de abordar las externalidades implícitas. Por ello, incluso en las grandes economías de mercado existen universidades estatales de primer nivel, no por el predominio de una concepción socialista de la educación, sino por una cuestión de eficiencia y de equidad.
Lamentablemente que así se reduzcan los espacios de debate con la autoridad y se resuelva, por la vía de los hechos, materias de profunda importancia para el futuro del país. Al menos deberá existir clara conciencia del tema al interior de nuestras corporaciones, para ser capaces de plantear alternativas viables en pos de una verdadera política de Estado sobre universidad".