IV.2.6 La crisis universitaria (Estrategia, Junio de 1997)
"Estos días han estado caracterizados por una amplia movilización estudiantil, que no ha dejado de contar con el apoyo de muchos académicos y funcionarios. La agenda contiene gran cantidad de temas pendientes, con distintos alcances y motivaciones. Quizás el central, como se ha insistido, es el que se refiere a la necesidad de una política de Estado clara y satisfactoria sobre educación superior Ello implica los temas relativos a normas de funcionamiento, rol de las universidades estatales y políticas de financiamiento, aspectos de la plataforma que agrupa mayormente a la comunidad universitaria. Indudablemente, la respuesta no puede ser una ley sobre universidades estatales, ya que el tema se refiere a la necesidad de normar el sistema universitario integralmente, lo cual requiere de la definición de lineamientos globales de política.
El tema del financiamiento es posiblemente el más crucial. En general, existen cuatro principios que deben pasar a constituir el aspecto medular del debate. (1) La universidad no es gratuita, pero se requiere una mejor administración del crédito universitario, y doblar los recursos para la asistencia a estudiantes, evitando lo que actualmente sucede: una clase media excluida de la universidad. (2) El Estado debe garantizar la inversión en las universidades estatales, que es la garantía de buen funcionamiento y cumplimiento en sus tareas y en el aporte al desarrollo económico y social del país. (3) Debe existir una normativa de control de gestión de las universidades, que obligue a responder por los recursos del Estado en términos de resultados y de una apropiada gestión académica y financiera. (4) Las asignaciones del Estado deben reajustarse con el crecimiento del PIB, con un límite de 5 por ciento y acumulación de los posibles excedentes en un Fondo Nacional.
El tema universitario es serio y debe ser afrontado urgentemente por el Gobierno y el Parlamento. Sin duda, su urgencia es relativa a la existente en el ámbito de la pobreza y de las necesidades en salud y los otros niveles de educación. Por ello, poner el problema en perspectiva, situándolo en el contexto de una política global, resulta indispensable para evitar un clima en nada propicio para la imagen del país y que, como en el pasado, es caldo de cultivo de insatisfacciones que se canalizan políticamente y por los medios menos apropiados. No debe olvidarse que la investigación científica y tecnológica, la formación de profesionales y posgrados, y la creación artística e intelectual, son parte importante de lo que un país debe producir copiosamente para lograr su objetivo de desarrollo económico ".