IV.2.7 Improvisación peligrosa (La Epoca, Julio de 1997)
"Las propuestas para terminar con el generalizado conflicto universitario se han caracterizado por la improvisación. Ha prevalecido mucho más el propósito de terminar rápidamente con las presiones y la visibilidad pública de un conjunto de aspiraciones que el ánimo de introducir un giro de fondo en la política universitaria del Estado.
En realidad, tal política ha sido hasta ahora inexistente, dando paso a profundo desánimo y animadversión por parte de las comunidades universitarias. Lamentable omisión en un país que, para acrecentar y ampliar sus progresos materiales, requiere de mejores profesionales, investigación científica y tecnológica, arte, cultura y humanidades. Revela ese sentido de improvisación la larga ausencia de discusión sobre política universitaria durante los gobiernos democráticos. También, el proyecto de ley para las universidades estatales, sin considerar el marco más amplio del total del sistema universitario, especialmente en relación con las instituciones que reciben financiamiento estatal. Asimismo, resulta revelador el hecho que en dicho proyecto tengan más cabida temas formales y discutibles como la participación de un 25 por ciento de representantes del Ejecutivo en los consejos universitarios, con lo cual se contribuirá a una significativa politización que ideas de fondo respecto de lo que efectivamente distingue a una universidad estatal de una privada. Si poco se dice sobre misión, no hay tampoco nada sobre financiamiento, y menos aún sobre el anunciado sistema de compromisos de gestión. No se cambia el esquema de la autoridad reguladora, ni se explícita el compromiso del Estado con sus universidades. Los anuncios sobre políticas son ideas interesantes; lástima que poco conocidas y totalmente ajenas a la discusión con las instituciones. El sentido improvisador puede tener éxito para terminar con un movimiento basado en problemas reales, aunque enturbiado por la violencia, las agendas políticas y la confusión que provocan aspiraciones particulares junto a las generales. Pero el conflicto de fondo no terminará hasta que no exista discusión real y consenso de ideas con las comunidades universitarias expresadas por medio de sus organismos rectores. Proseguirá en la medida en que la ausencia efectiva de políticas y de autoridad reguladora continúen propiciando el lento decaer de la calidad del sistema público".