IV.2.8 Un error de principios (La Época, Agosto de 1997)
"La Universidad de Chile es, por su tradición, rol y misión, una universidad nacional. Aunque muchos, en forma superficial, vinculan este concepto a una idea geográfica, en su esencia el mismo se asocia al tipo de temas que deben constituir el principal objeto de su investigación, docencia y extensión. Se trata de las problemáticas que justifican su esencia pública y nacional; ello respalda las preocupaciones que tradicionalmente y en la actualidad cumple la Universidad de Chile en cuestiones como el medio ambiente, las políticas públicas, la tecnología para las nuevas industrias, la protección y difusión de nuestro patrimonio cultural y artístico, la salud pública etc. Eso justifica su ser y su condición de estatal, en tiempos en que no existe claridad respecto del porqué el Estado proporciona determinados montos directamente a ciertas instituciones de educación superior, a cambio de contribuciones no totalmente clarificadas.
Para resolver los conflictos últimos, se envió al Congreso un Proyecto de Ley sobre universidades estatales. Se trata de ponerlas bajo una estructura legal única, permitiendo un marco común a sus respectivos estatutos. Pero, ¿hace esto sentido, sin que se legisle sobre el conjunto del sistema universitario, especialmente aquél que recibe subsidios directos del Estado?; ¿Es posible o conveniente la simplificación de considerar iguales a todas las universidades del Estado, independientemente de su tradición, nivel de complejidad, vinculación con tareas nacionales? Es de esperar que el Congreso considere esta materia con mayor cuidado de lo que ha sido el caso hasta ahora. Es mejor tener un cuerpo legal que no profundice los conflictos ya existentes, o que genere algunos nuevos en el afán de dar forma a la mítica idea de que todas las universidades son iguales, por el simple hecho de tener similares funciones generales.
La Universidad de Chile requiere una Ley Orgánica propia, en la que se inscriba claramente su rol nacional, se normen las estructuras propias de su nivel de complejidad y tamaño, se establezca su relación especial con el Estado. El debate al interior de la Universidad debe reafirmar este principio, crucial para fortalecer y clarificar las definiciones sobre el rol y misión de la Corporación. Cuando muchos postulan ideas en base a generalidades, es importante recordar que la verdadera justificación de la Universidad de Chile está en su rol nacional, y que éste debe preservarse en base a excelencia académica y a la constitución de un marco legal apropiado. No entenderlo así constituye un serio error de principios, que augura más conflictos y una mucho más débil contribución de la Universidad de Chile a pensar sobre los problemas de país. Hay aquí una gran responsabilidad que sólo un liderazgo académico firme podrá encauzar apropiadamente, con la debida credibilidad".