IV.4.1 Investigación universitaria (La Época, febero de 1997)
"Causa a muchos curiosidad el cómo y el cuánto se investiga en una universidad. En los actuales debates sobre financiamiento público de las universidades, el aspecto de investigación básica y aplicada ha surgido en reiteradas oportunidades. Indudablemente, el presupuesto investigación encarece los recursos que se deberían destinar a docencia; se mezclan los costos, tal y como la buena investigación es indisoluble de la docencia. Esto, por supuesto, en universidades que no son sólo centros de instrucción sino también centros de excelencia en la creación de nuevo conocimiento.
Por ello, los subsidios a las universidades deben clarificar muy bien los aspectos que consideran; si es sólo docencia, como es el caso de muchas instituciones de educación superior deberán existir asignaciones por la vía de las matrículas, el crédito fiscal u otros subsidios que maneje el Estado. Si es investigación o creación, los mecanismos de financiamiento deben ser distintos, en lo posible competitivos a nivel de las instituciones.
¿Porqué debe ser subsidiada la investigación? Por supuesto no se está hablando de toda ella, ya que gran parte de la investigación científica y tecnológica se puede financiar por la vía del mercado, en la medida en que sus resultados generen rentabilidades apropiables en forma privada. Pero en la mayoría de los casos, la investigación no genera ese tipo de resultados. Produce una significativa cantidad de externalidades, y llega a constituir en muchos casos, una especie de bien público.
Por otra parte, la labor de investigación está sujeta a una situación de incertidumbre, sin muchas veces responder a los plazos concretos que propondría una situación totalmente privada. La pregunta que resta es: ¿cómo se asegura el Estado que, en tales condiciones, la investigación que se realice tenga algún valor? Evidentemente, la respuesta pasa por el establecimiento de mecanismos competitivos, que ponga en los pares profesionales y científicos, la evaluación de las ideas y su posible financiamiento. Como en otros países, otro test consiste en la constitución de una sociedad entre el Estado y un agente privado que está dispuesto a poner recursos en un joint venture de probable rentabilidad.
La investigación implica mejorar la calidad de la docencia en el largo plazo, además de ser en sí un mecanismo de potencial uso productivo. Por ello, los recursos invertidos en investigación superior deben ser mayores, porque así se asegura la generación de mejores profesionales que, de otra forma, constituirían meros "repetidores" de los esquemas y del conocimiento antiguo. Un país que crece necesita poner más recursos en investigación, promoviendo la competencia, y discriminando abiertamente por calidad, ya que ello siempre será bueno para el futuro de la universidad y del conocimiento ".