IV.5.2 La clase media excluida (La Época, Enero de 1997)
"El aumento de los aranceles universitarios ha sido insistentemente justificado sobre la base de los mayores costos de la docencia que enfrentan las universidades tradicionales. Hemos dicho en estas líneas que esto envuelve una imperfección del sistema, que la autoridad debiera corregir por medio de una explicitación de la política. En efecto, para los planteles de educación superior no resulta transparente si es que parte de las asignaciones fiscales directas se destinan a cubrir una porción de los costos de la docencia. Si ello es así, debe explicitarse cual es dicha proporción, y en que medida ello corresponde a cada carrera que, sea por -costos o por el deseo de mantenerla en actividad, es subsidiada por el Estado. Y para las instituciones de educación superior se presenta la compleja (pero ineludible) tarea de explicitar sus costos de docencia, que a menudo envuelven también los costos de la investigación y la extensión, como asimismo de la propia ineficiencia de la gestión.
Es correcto afirmar que, en la medida en que se alzan los aranceles, existirá mayor crédito y becas disponibles para los estudiantes más pobres. Pero esta visión no considera el hecho de que los sectores sociales medios y medio bajos, se encontrarán siempre por encima de los ya reducidos niveles mínimos que requieren estas ayudas. Es decir, el hijo del profesor de Estado, de muchos profesionales independientes, del pequeño comerciante, del empleado público y privado, etc., se encontrará por encima de tal nivel mínimo y, simplemente, se quedará sin universidad. Deberá emigrar a otras opciones de educación superior (menos onerosas) o bien tendrá que incorporarse al mercado del trabajo. Los más pobres, efectivamente, pueden estar mejor cubiertos, y por ello podrá prevalecer un aumento de postulaciones de estratos de menor ingreso, a costa de aquéllos excluidos de la clase media.
En el terreno de la equidad, la división entre pobres y ricos no refleja enteramente la compleja estructura social. El fenómeno clase media es muy importante, correspondiéndole un rol fundamental en el ámbito de la movilidad social que debe promover la educación superior La exclusión progresiva de la clase media, profundiza una cierta polarización social de la universidad, y constituye un problema que debe revisarse en forma urgente. Esto requiere la definición de una política pública, la mejor regulación de los aranceles sobre la base de costos efectivos, la provisión de mayores montos de crédito y ayuda financiera, y la transparencia de los mecanismos y propósitos de la asignación fiscal directa".