¿Milagro Exportador?
Santiago, 05 de febrero de 2003
Luego de un significativo problema recesivo, Corea está volviendo a la senda de expansión económica que le caracterizó por varias décadas. Las últimas estadísticas han reseñado un desempleo que vuelve a nivel de 2.8%, el cual es totalmente compatible con un pleno nivel de actividad económica. Es interesante mencionar los factores que han permitido el logro de una economía que vuelve a renacer. En primer lugar, Corea permitió que los mercados continuaran funcionando, para así despejar las circunstancias creadas por la estructura empresarial y financiera prevaleciente. En segundo lugar, ha provisto un sustancial estimulo a la demanda interna, por medio de una reducción significativa en la tasa de interés. Asimismo, enfrentó la consecuencia social de la crisis con mayores subsidios directos, pero sin introducir mayores distorsiones en el mercado del trabajo. Adicionalmente, la economía recibió señales claras de estimulo a las exportaciones, las que finalmente se han transformado en el motor que ha ido sacando a Corea del estancamiento económico. Permanecen varias dudas respecto de la sostenibilidad de la recuperación coreana, pero también no puede negarse que el paquete de políticas ha ido en la dirección correcta, especialmente en vistas a la compatibilidad de las diversas medidas.
La expansión de las exportaciones ha sido un factor fundamental para la salida de la crisis en muchos países. Este proceso, que vemos muchas veces como algo "automático" desde la realidad de nuestro país, ha demandado esfuerzos sistemáticos y sostenidos. por una parte, manteniendo un mercado laboral flexible, capaz de reflejar adecuadamente el costo de oportunidad del trabajo y de producir la movilidad inter-industrial que requiere una actividad económica que enfrenta la competencia externa. Por otra parte, porque desde hace mucho Corea, como otros países asiáticos, han venido poniendo recursos de importancia en materia de investigación científica y tecnológica, un factor crucial para llevar al mundo productos innovativos y capaces de competir no solo sobre la base de "mano de obra barata". No hay, pues, un "milagro" tras los resultados históricos y recientes de las economías asiáticas y de Corea en particular; hay un esfuerzo sistemático puesto en políticas coherentes que miran al largo plazo con convencimiento pleno.