Señales Decisivas

11 de Abril de 2001

La discusión económica bajo cielos profundamente amenazantes. Los indicadores están estancados, a pesar de que el país viene creciendo y se desarrollan algunos proyectos de inversión. Pero sucede que se vienen revisando cifras abajo, y las expectativas de las propias autoridades no se han visto realizadas.

Hay preocupación empresarial, puesto que los signos que proporciona una extemporánea legislación sobre aspectos laborales y tributarios, no son precisamente los que se necesitarían en un momento de incertidumbre interna y externa. Existe desorientación en los chilenos, porque la línea conductora se diluye. Por una parte, un sólido discurso presidencial, claro y contundente, rodeado por acciones sino contradictorias al menos lentas e inefectivas. Hay líderes partidistas de la propia Concertación que critican la conducción y su filosofía, pero poco hacen en el contexto de las propuestas específicas para avanzar. En este marco el país se prepara para una nueva campaña electoral, donde las cosas no contribuirán precisamente a clarificar y reorientar las acciones de política.

Es necesario un golpe de timón. Por una parte, ordenando el complejo panorama político que existe al interior de la alianza que gobierna, tratando de poner a los partidos tras las responsabilidades que adquirieron junto con la elección presidencial. Por otra parte. es fundamental que ocurra un reordenamiento del programa económico y de la agenda legislativa, considerando que este no será un año para discutir reformas en profundidad. Todo indica que el Presidente tiene el respaldo popular para actuar rápidamente en esta tarea, independientemente de las disputas partidarias y de la creciente tendencia a la formación de grupos "alternativos" y "transversales", que constituyen más bien operaciones de tipo publicitario que aportes efectivos a enmendar la efectividad del trabajo de gobierno. El país requiere y exige una mayor afinidad entre el discurso presidencial y las acciones concretas del Gobierno., junto con una clarificación de la agenda de corto y mediano plazo en materia económica. Las señales decisivas están delineadas en el discurso presidencial. Esa hora de que todos los escuchemos para evitar la ingrata sensación de contradicción y frustración que crece como una sombra en todos los chilenos.

Compartir:
https://uchile.cl/u5770
Copiar