La Salida de la Crisis

03 de Marzo de 1999

Las noticias anti-recesivas serán muy bienvenidas durante el segundo trimestre de este año, luego de un difícil primer trimestre. Como sabemos, la economía mundial se debate aún entre los signos desalentadores.

Los efectos directos e indirectos de la crisis internacional han llevado a esperar un estancamiento en el ingreso per cápita chileno durante este año, como no había sucedido en los últimos quince. Obviamente esta es una situación transitoria de la cual se saldrá exitosamente si prevalece la inversión en los sectores de mayor competitividad y si existe una preparación del país en torno a crear fuentes competitivas para el largo plazo.

Por esta misma razón, las buenas noticias no deben ser solamente aquellas que indiquen cuánto más rápido saldrá la economía internacional de la situación presente, ni cuánto específicamente se recuperará nuestro potencial exportador primario. No estarán tampoco rubricadas por las acciones del Banco Central en la dirección de influir para un mayor crecimiento del precio relativo de los bienes transables. Obviamente esas denotarán un cambio en el escenario, pero no significarán mucho en sí mismas.

Las buenas nuevas más indispensables deberán venir de parte del sector privado y público en términos de una mejora sustancial en expectativas y de un aumento en la inversión en aquellos aspectos cruciales a la salida de la crisis: investigación, marketing, desarrollo de recursos humanos, infraestructura. Esto significa que las buenas noticias sobre el fin de la crisis deben provenir de nosotros mismos. En efecto, salir de la crisis significará, al mismo tiempo que recibir las señales de una nueva situación económica global, entrar a competir seriamente con muchos otros países que también percibirán la oportunidad de recuperar terreno. Para eso hay que prepararse, incluyendo una actitud de cooperación de trabajadores y empleadores, una política que privilegie la inversión en aspectos de largo plazo, y una actitud conductora de la autoridad en términos de resolver los temas pendientes en materia de política económica y cambio estructural de la economía chilena.

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