Educación y Estrategia de País
29 de Julio de 1998
Más allá de la situación externa y de sus actuales proyecciones fiscales y cambiarias, existen preguntas relativas a las condiciones que deben crearse para lograr crecimiento sostenible y equidad.
La respuesta a este problema pasa, innegablemente, por una mucho mayor atención al tema educacional. La educación permite crear y diseminar conocimiento para obtener desarrollo económico, social, cultural, político y tecnológico. Asimismo, facilita el proceso de movilidad social que, respaldado en una mayor productividad en sentido amplio, debe permitir disminuir las brechas distributivas. Siendo esto innegable, debe también aceptarse que el Estado asuma un rol muy activo en esta materia por variadas razones. Por un lado, porque debe eliminar las diferencias de base, ya que ellas pueden reflejarse en distintas calidades de educación y reproducir, al fin y al cabo, la distribución del ingreso preexistente. Por otro lado, porque los "beneficios" son ampliamente sociales, y corresponden a movilidad social, la diseminación de la cultura y el arte, y la creación en campos no necesariamente rentables desde el punto de vista privado. Las externalidades son un tema central que ha llevado a muchos países a desviar recursos públicos de la producción hacia la educación y la salud, temas que importan centralmente a la gente y constituyen un óptimo uso de los recursos públicos.
En el contexto anterior la inversión en universidades es crucial. No se trata de un bien de lujo que pueda proveerse enteramente en forma privada. La necesidad de profesionales formados con criterios de servicio público, la producción de investigación básica y aplicada en áreas de rentabilidad social presente y futura, la formación de posgrados vinculados directamente a la investigación, la creación en artes y humanidades, etc., son productores de desarrollo y resultado de este mismo proceso. El Estado debe sustentar el desarrollo al que hoy día se aspira, dando pie a la formación de los recursos humanos y la creación de conocimientos que sólo universidades públicas de alta excelencia académica pueden proveer.