¡¡195 Años!!
Santiago, 14 de Septiembre de 2005
Chile se encamina con paso decidido hacia su segundo centenario. Las fiestas patrias nos recuerdan la magna gesta que envolvió nuestro proceso de independencia y el posterior largo esfuerzo de construcción republicana. Somos un país que ha empleado ingentes esfuerzos para construir una nación integrada y con posibilidades de éxito en el complejo panorama mundial. Los días presentes nos ven triunfadores y alentando la marcha solvente hacia el desarrollo económico que por generaciones hemos visto pospuesto. Son esos días delicados de globalización y competencia a través de todo el orbe, en que nuestra nación emerge con grandes afanes entre sus pares de la región, y en el mundo entero. Chile ha alcanzado gran notoriedad por su éxito reciente, por su esfuerzo y por sus perspectivas. Mirando hacia la historia debemos sentir la responsabilidad por el futuro, porque no han sido pocos los episodios en que han jugado factores adversos que han detenido o anulado el éxito de nuestra sociedad. No podemos volver a episodios de desarrollo frustrado, especialmente porque está en nuestras manos el poder propiciar los signos de estabilidad que se precisa para seguir disfrutando de éxito y progreso. No podemos dejarnos convencer por un triunfalismo conformista, que ve todo éxito a la vuelta de la esquina y no previene sobre los esfuerzos que se precisan para continuar la marcha. No podemos, en fin, desperdiciar una oportunidad para disfrutar lo que es, efectivamente, fruto de un esfuerzo denodado de varias generaciones en pos de un mejor futuro no tan lejano.
El cumpleaños de la Patria es un momento de celebración, pero también de reflexión en torno a los grandes retos que enfrentamos. El reto de la unidad, para tener una visión compartida sobre el futuro que queremos. El reto de la equidad, que llama a cuidar que todos tengan acceso al mayor bienestar.
El reto de la integralidad, para concebir al desarrollo más allá de sus puras manifestaciones materiales, para comprender que el ser humano en todas sus complejas manifestaciones, constituye siempre el sólo propósito final de todos los esfuerzos.
¡Feliz cumpleaños Chile!