Un proyecto visionario
Santiago 26 de Octubre de 2005
El proyecto de ley que crea un Fondo Nacional de Innovación para la Competitividad, junto a una Comisión Nacional destinada a establecer las prioridades en esta materia, llena un vacío muy importante en nuestro medio. Chile está muy atrás del resto del mundo en la proporción de su producto dedicado a investigación en ciencia y tecnología; tampoco son presentables -al menos para el nivel de país que somos en materia económica- los resultados observados en indicadores sobre producción de doctorados, registro de patentes, publicaciones científicas en proporción a nuestra población. En particular, el país presenta déficits importantes en cuanto a conectar la investigación científica básica con la actividad productiva por medio de aplicaciones y tecnología. En pocas palabras, el país está atrasado en cantidad de recursos utilizados en este campo, como asimismo en la calidad requerida para desarrollar aplicaciones a la realidad industrial y productiva.
La nueva política propuesta crea un mecanismo para establecer las prioridades y los criterios de asignación de recursos en función de objetivos nacionales y en vistas al desarrollo económico del país. Asimismo, se consultan los recursos del impuesto a la minería para financiar proyectos en materia de innovación para la competitividad, que produzcan la conexión efectiva entre ciencia básica y sus aplicaciones. Esto significa un salto en materia de recursos, que nos pone cerca de una duplicación de los actualmente existentes en el plazo de algunos años. Pero también significa la instauración de políticas que demandan una respuesta proactiva por parte de las universidades y los centros de investigación en general. Se crean posibilidades de establecer alianzas fuertes entre universidades y empresas, como asimismo entre universidades ubicadas en distintas regiones del país, para dar paso a productos con impacto en los futuros desarrollos productivos y comerciales que han de sustentar el crecimiento de Chile. Se trata de un proyecto visionario que, por sobre las correcciones que pueda sufrir en su diseño, alienta propósitos de gran importancia que no escaparán al criterio del legislador, como no ha de escapar a los centros de investigación del país el ánimo competitivo que despierta para poder seleccionar lo mejor de las ideas posibles para cumplir con el compromiso de servir a Chile.