Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en Ceremonia de Graduación Diplomado "Intervención en tratamiento, rehabilitación y reinserción social".
En esta casa estamos muy preocupados por el tema de la invasión progresiva de la droga a todos los niveles sociales, especialmente en el campo de la juventud de la mujer. La señora directora de Conace ha señalado lo delicado que esto es, en términos de nuestra estructura, en nuestro desarrollo como sociedad, particularmente cuando esto afecta a la mujer. Especialmente, cuando esto, además, se concentra en niveles socioeconómicos, con connotaciones distintas en sus efectos, pero tremendamente devastadores, y nos preocupa que las soluciones más populares están siendo dos:
Uno, la solución de que el problema no existe, y por lo tanto, no es cierto, hay que olvidarse de él, y el problema entonces se asocia fundamentalmente a los aspectos formales, legales, delictivos, pero que no identifican las raíces de dónde esto se origina y que tiene que ver con males sociales de tremenda extensión.
Y la solución dos, es la solución de mercado. Yo comente, en una oportunidad, lo choqueado que me sentí, cuando un día en la calle me entregaron un folleto, para pasar a una farmacia y comprar entonces, un kit, un pequeño equipo, que uno puede utilizar en su casa, para aplicárselo a su hijo. Por lo tanto, en la puerta de la casa uno le pide una muestra al hijo, para saber si viene o no con drogas, y eso identifica entonces la falta de comunicación. Aquí está, en gran medida, la raíz de estos problemas, pero también la falta de humanismo que crecientemente desarrollamos en nuestra sociedad, y que pretende resolver con estas medidas artificiosas, pero prácticas, un problema que tiene que ver con la esencia de nuestro desarrollo social y con la pérdida de valores que progresivamente pisoteamos.
Es un tema preocupante, es un tema que nos preocupa no sólo porque afecte en gran medida a nuestros jóvenes. Todos los días uno se asusta por las estadísticas y las observaciones que se hacen, respecto al consumo de niños, niños en edad escolar, jóvenes universitarios, de ahí hacia arriba, en toda la estructura etárea y socioeconómica.
Por eso, nos ha parecido que este diploma es tremendamente importante, es quizás un grano de arena, porque es una iniciativa que cubre un número de personas limitado, pero creemos que es una cosa que hay que hacer crecer, sobre todo porque ustedes deben transformarse en voceros, en monitores, respecto a un problema de enormes proporciones y ponerlo a la vista de nuestra sociedad. Lo mejor es poner la evidencia de lo que estamos sufriendo para poder abordarlo adecuadamente, y no solamente con este carácter un poco ritualístico, y un poco de excepción, con que normalmente lo estamos haciendo. Tenemos un problema serio y ese problema no ha sido adecuadamente enfrentado, pero creo que ésta es una iniciativa que señala un camino, un camino que debe crecer. Sin embargo, un camino que debe desarrollarse todavía mucho más. Por eso apoyaremos todo lo que Conace haga en esta dirección.
Y además, quiero destacar que no es usual que un programa de este tipo que parte con 43 personas, termine con 43 personas. Lo cual muestra un compromiso, muestra naturalmente la eficacia de la organización, pero muestra además que el tema importante y atrayente, porque si el tema fuera secundario, probablemente la recepción habría sido, pero por lo menos significativa. De manera que yo los felicito, porque todo esto ha significado tiempo de ustedes, sacrificio de ustedes; dedicarse a cosas que están muy distantes, probablemente, en muchas ocasiones, de lo que cada uno de ustedes hace diariamente.
Pero quiero destacar que ese compromiso, en definitiva, tiene que ver con una realidad de país, que tenemos que mejorar, y creo que en la medida que cuanto existan personas comprometidas como ustedes, con esa realidad de país que hay que mejorar, podemos mirar al final del túnel un poco de luz. Los felicito y ciertamente que tengan un muy buen año, muchas gracias.