Nacida en Linares el 15 de septiembre 1918, hija de un comerciante y de una dueña de casa, Margot Loyola comenzó tempranamente su camino en la música, convirtiéndose en una destacada intérprete del folclor local. Compositora, guitarrista y pianista, recorrió el país investigando y recopilando las diversas tradiciones musicales chilenas del canto y del baile.
Considerada junto a Violeta Parra como una de las dos maestras del folclore chileno, Margot Loyola fue la primera folclorista que ganó el Premio Nacional de Artes Musicales, reconocimiento que le fue otorgado en 1994.
A los ocho años inició su formación musical tomando clases de piano y un año más tarde incursionando en el canto. Ya siendo adolescente tomó la guitarra y formó un dúo musical junto a su hermana Estela, llamado Las Hermanas Loyola, el cual alcanzó su mayor notoriedad en los años cuarenta. Posteriormente formó los conjuntos Cuncumén y Palomar, los que alternó con su carrera como solista.
Formación musical
Tras cursar su enseñanza media en Santiago, Margot Loyola ingresó a la Escuela Normal, estudios que dejó inconclusos en 1935 para dedicarse al folclore. Tomó clases de danza con Cristina Ventura y realizó estudios de piano en el Conservatorio Nacional de Música con Rosita Renard y Elisa Gayán, además de estudios de canto con Blanca Hauser.
En 1949, Juvenal Hernández, entonces Rector de la Universidad de Chile vio a la folclorista bailando cueca y la invitó a participar en las tradicionales Escuelas de Temporada de nuestra Casa de Estudios. Loyola dictó cursos hasta 1963 en estas Escuelas, en donde se originaron grupos como Cuncumén y Millaray, y los ballets folclóricos Loncurahue, Pucará y Aucamán, precedente del actual Bafona (Ballet Folclórico Nacional).
Paralelamente en 1952 la folclorista se abocó al estudio de la resbalosa y marinera en Perú para establecer comparaciones con la refalosa y la cueca chilena, con Porfirio Vásquez, el patriarca de la música negra. Loyola además estudió la cultura indígena del Perú con José María Arguedas, en Argentina estudió con Carlos Vega y en Uruguay con Lauro Ayestarán.
Desde 1972 fue académica de nuestra universidad y el año 1998 fue nombrada con el título de Profesor Emérito de la Universidad Católica de Valparaíso. En junio de 2010, la Universidad Arturo Prat de Iquique le otorgó el título honorífico de doctor honoris causa en reconocimiento a la labor pionera que desplegara más de medio siglo antes en la investigación y difusión de las culturas pampina y andina de la zona.
Investigación en primera persona
Su vasta labor como investigadora y divulgadora de las danzas y canciones folclóricas y populares de Chile la convirtió en una embajadora de nuestras tradiciones populares en Latinoamérica y Europa. Durante su carrera Margot Loyola realizó grabaciones en Chile, Francia, España y Argentina, Rumania y URSS, siendo también muy conocida su labor en las Escuelas de Temporada de la Universidad de Chile desde 1949.
Destacan de sus investigaciones su metodología antropológica que ella misma describía de la siguiente manera: "Todo lo que yo investigo está relacionado con el hombre. Por eso, cuando voy al medio que pasan dos cosas: primero vivo, no pienso. Vivo el paisaje, me emociono. Descubro al hombre y aprendo de él todo lo que pueda y quiera enseñarme. Gozo viendo caminar a una mujer. Me gusta oírlas, mirarlas, tocarlas, me gusta descubrir la dimensión humana. Así aprendo cosas que ni he pensado preguntar. La observación directa y el acercamiento personal son lo primero que experimento. Luego grabo y posteriormente estudio. Indago, veo parámetros musicales, rasgos estilísticos, etc.".
Sus múltiples estudios dieron origen a dos libros: "Bailes de Tierra" (1980) y "El Cachimbo" (1994). Además de los videos "Danzas Tradicionales de Chile" (1994), "La Zamacueca" (1999) y "Los del Estribo, Cantos y Danzas Populares de Chile" (2001). Su discografía incluye 14 LP, 6 cassettes y 7 CDs, además de otras ediciones en el extranjero.
Su legado
Quienes la conocieron resaltan el gran valor de sus estudios, pero sobre todo “el vínculo y experiencia con la cultura popular”, explica el académico del Departamento de Música y Sonología, Rodrigo Torres. “Su legado es muy complejo por lo múltiple. Tanto por la materialidad de su trayectoria de décadas que es permanente, extensa, vinculante y experimental; como por la suerte de misión de relevar la cultura popular y musical de los habitantes de nuestra región”, sostiene.
En 1944 hizo las primeras grabaciones editadas en el disco por el dúo Las hermanas Loyola, donde tiene una destacada participación en la antología discográfica Aires tradicionales y folklóricos de Chile dirigido por el Instituto de Investigaciones Musicales de la Universidad de Chile y fue aquel momento cuando “Margot estableció contacto de toda una vida" con el Instituto en cuestión, recordó Osvaldo Cádiz, folclorista y compañero de esta artista, en la ceremonia que la Facultad de Artes organizó el 24 de septiembre pasado para homenajearla. En dicha ceremonia sostuvo que "sin ir más lejos, al fallecer el compositor Pablo Garrido, dejó todo su archivo en manos de Margot, quien lo tomó completo y lo entregó a la Facultad”.
El profesor del Departamento de Danza, Carlos Delgado, tenía 14 años cuando la vio por primera vez en un escenario y que, siendo ya estudiante de biología en la Universidad de Chile, se acercó a ella para asistir como alumno libre a las clases que posteriormente dictó en la Universidad Católica de Valparaíso. “Tuve el privilegio de recibir sus enseñanzas. Fue una mujer tremendamente generosa, alegre y entregada a sus estudiantes. Siempre decía que aprendía de sus alumnos y que se hacía maestra con ellos”, afirma.
En cuanto a su labor docente, el Director de la Revista Musical Chilena y académico de la Facultad de Artes, Luis Merino, asegura que “siempre estaba dispuesta a entregar sus conocimientos a quienes lo necesitaran o se los pidiera”, motivo por el que traspasó su legado a las nuevas generaciones, y que "el jurado fue muy visionario al entregarle” el Premio Nacional de Artes Musicales, destacando su figura como "el símbolo del rol de la mujer en el folclore. Desde las cantoras en las fiestas campesinas hasta el caso de estas investigadoras y educadoras. Es una línea transversal de acción en el arte de Chile que tiene otros casos como el de Gabriela Mistral desde la literatura", tal como sentencia el Director del Departamento de Música y Sonología, Fernando Carrasco.
El velatorio de Margot Loyola se realiza en el Centro Cultural Palacio de la Moneda con una fiesta popular llena de alegría y respeto esta noche de 04 de agosto.