Con 10.528 votos escrutados, estos son los resultados de las elecciones de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile: Camila Rojas, títulada de administración pública y estudiante del Magíster de Gestión y Políticas Públicas; representante de la Lista E, será la nueva presidenta durante el período 2015-2016, convirtiéndose así en la quinta mujer en liderar la federación de estudiantes más antigua del país y en la segunda presidenta militante de la Izquierda Autónoma que llega a la FECh, tras Valentina Saavedra; esta vez en la Lista E "Creando", compuesta además por el Frente de Estudiantes libertarios, Fuerza Colectiva, Convergencia de Izquierdas e independientes.
Sobre gratuidad, reforma educacional y el futuro del movimiento estudiantil habló la nueva presidenta de la Federación tras conocerse los resultados oficiales de la elección difundidos por el Tribunal Calificador de Elecciones de la FEch, TRICEL. "Tenemos la posibilidad de torcerle la mano a 40 años de neoliberalismo con la transformación de la educación", dijo Rojas y aseguró que el movimiento estudiantil está preparado para dialogar, movilizarse y hacer propuestas.
La mesa directiva estará también conformada por la estudiante de Ingeniería Comercial, Javiera Reyes de la Lista G, militante de las Juventudes Comunistas, integrada además por la Izquierda Ciudadana e independientes, quien será por segundo año consecutivo la vicepresidenta de la Federación. Daniel Andrade, saliente presidente del Centro de Estudiantes de Ingeniería y representante de la Lista I “Manos a la obra” -propuesta que reúne a independientes y a miembros de la Unión Nacional Estudiantil (UNE)- será el nuevo secretario General de la FECh; mientras el egresado de sociología, José Zapata, representante de la Lista B “Vamos Construyendo”, ocupará el cargo de secretario de Comunicaciones; y Marcos Vargas, representante de la única alternativa de centro derecha Lista D "¡Atrévete!”, será el nuevo secretario Ejecutivo.
Este año nueve listas participaron en una elección que se realizó a través de un sistema proporcional en que el candidato más votado de la lista que concentra la primera mayoría se convierte en presidente. El cargo de vicepresidente lo obtiene el candidato mejor posicionado de la segunda lista y los cargos restantes se deciden con una “cifra repartidora” que integra a los distintos sectores a la mesa.