Ante las autoridades universitarias, familiares y amigos, 186 nuevos doctores que finalizaron su proceso formativo entre agosto del año 2014 y agosto del año 2015, recibieron la Medalla Doctoral, reconocimiento de la Universidad de Chile a quienes hayan terminado exitosamente esta etapa de la formación académica en 35 de los 38 programas de doctorado que ofrece la Casa de Bello.
La ceremonia fue presidida por el Rector Ennio Vivaldi, quien junto con felicitar a los nuevos doctores señaló que con este nuevo paso estos profesionales “están en un punto de partida lleno de potencialidades”, vinculadas a la construcción de una “sociedad organizada, que sea capaz de manejar creativamente el conocimiento, de desarrollarlo, que esté inserta en el mundo y que conozca muy bien su país para ser una contribución relevante a nuevas formas de organización social, a nuevas formas de expresión artística, a nuevas formas de desarrollo económico”, con el fin de revertir el actual escenario de dependencia económica de la minería del cobre desde la investigación, el conocimiento y la innovación.
Para este objetivo, dijo, “no hay gente mejor preparada para esa tarea que ustedes. La responsabilidad que tienen desde ese punto de vista, es enorme; por lo tanto, si el futuro de Chile ha de cambiar, deben sentirlo como una responsabilidad en la cual ustedes tienen un deber ineludible; y los invito a asumir esa responsabilidad”. Destacó además la contribución que realiza la Universidad de Chile con la formación de nuevos doctores, los que corresponden al “60 por ciento, casi dos tercios del total de los académicos que va a desarrollar el conocimiento de las universidades chilenas”.
El Rector Vivaldi fue acompañado en la testera por la vicerrectora de Asuntos Académicos, Dra. Rosa Devés, y la directora del Departamento de Postgrado y Postítulo, profesora Alicia Salomone, quien destacó que de estos doctores recién graduados se espera que “sean capaces de retribuir el esfuerzo y la confianza de la sociedad, contribuyendo desde sus respectivas áreas a la ciencia, la tecnología, al desarrollo productivo del país y a consolidar una sociedad y cultura cada vez más democrática, tolerante e inclusiva”.
Junto con ello, la directora Salomone enfatizó en que en un país que aspira a fortalecer su desarrollo y en el que se discute la necesidad de fortalecer institucional y financieramente al sistema científico y tecnológico “no parece razonable conformarse con el número de doctores y personas empleadas en investigación que hoy tenemos, cifras que son todavía relativamente bajas e incluso inferiores a muchos países de la OCDE, incluyendo algunos de nuestra propia región”.
Finalmente, enfatizó en que estos profesionales de alta experticia y capacidad de análisis debieran tener un rol importante en empresas y en el Estado, de manera de constituirse “en agentes clave como motores de desarrollo, creatividad e innovación a todo nivel”.
En representación de los graduados realizó un discurso Jorge Ferrada, Dr. en Filosofía mención estética e historia del arte, quien explicó que quienes egresan de la Universidad de Chile cuentan con un sello particular, que conlleva “un alto grado de responsabilidad con nuestro país desde el momento en que proponemos nuevas miradas y diálogos desde el saber, pero también nuevas preguntas para el devenir científico y social”.
El Dr. Ferrada subrayó además que la realidad nacional obliga a los nuevos doctores a cumplir “un rol transformador en nuestra sociedad, aportando visiones críticas y efectivas desde las unidades académicas donde desarrollamos nuestra labor, y a contribuir de manera decisiva en el mejoramiento de las diversas instituciones del Estado, que aún hoy no contemplan la investigación e innovación como parte de su quehacer y desarrollo”.
Otra de las personas distinguidas con la Medalla Doctoral, Verónica Guajardo del programa de Doctorado en Ciencias Silvoagropecuarias y Veterinarias, destacó que “las herramientas entregadas en este proceso de formación van a servir para desempeñarnos, para entregar conocimientos no sólo en la Región Metropolitana, sino que en otras regiones, donde van a poder ser utilizadas para generar conocimiento”.
La Universidad de Chile cuenta con 1500 estudiantes de doctorado repartidos en 38 programas desarrollados en sus diferentes facultades e institutos, siete de los cuales se llevan a cabo de manera colaborativa entre unidades académicas, o junto a otras instituciones educativas nacionales o extranjeras.