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Día Mundial del Agua: el rol de la academia para enfrentar los problemas de este recurso

Día Mundial del Agua: el rol de la academia
Chile enfrenta actualmente un fenómeno que los expertos denominan "megasequías", tema sobre el que desde el (CR)2 entregaron un informe a la Presidenta Michelle Bachelet.
Chile enfrenta actualmente un fenómeno que los expertos denominan "megasequías", tema sobre el que desde el (CR)2 entregaron un informe a la Presidenta Michelle Bachelet.
A partir del proyecto transdisciplinario de interés nacional "Recursos Hídricos" de la VID, este tema se plantea como uno de los ejes estratégicos de investigación de la Casa de Bello.
A partir del proyecto transdisciplinario de interés nacional "Recursos Hídricos" de la VID, este tema se plantea como uno de los ejes estratégicos de investigación de la Casa de Bello.
Además, la Universidad de Chile es parte del Comité Chileno para el Programa Hidrológico Internacional de la UNESCO desde la creación de esta instancia en 1975.
Además, la Universidad de Chile es parte del Comité Chileno para el Programa Hidrológico Internacional de la UNESCO desde la creación de esta instancia en 1975.

En 1993, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 22 de marzo como el Día Mundial del Agua. Este año, la fecha se conmemora en medio de la sequía de mayor extensión territorial y temporal registrada durante el último siglo en la zona central y sur de Chile, fenómeno que los expertos han denominado como "megasequía".

En cinco años, las regiones de Coquimbo y la Araucanía han tenido déficit de precipitaciones que alcanza un 30 por ciento, siendo estas zonas donde se concentra buena parte de la producción agrícola del país. Este contexto de escasez hídrica se complejiza aún más con una demanda por el que se ha duplicado en los últimos 30 años.

Hoy el rol de la academia resulta crucial. Es así como diversos grupos de profesores de la Universidad de Chile se han concentrado en los recursos hídricos, con el fin de dar respuestas y aportar desde la generación de conocimientos, tanto para adelantarse a futuros escenarios, como para alertar a las autoridades, incidir en las políticas públicas y revertir mediante innovación e investigación las consecuencias de los cambios en esta área.

"El país tiene grandes tareas en materia de gestión hídrica", señala Fernando Santibáñez, director del Centro de Agricultura y Medio Ambiente -una de las tantas instancias mediante la cual la Universidad se aproxima a este tema de interés nacional- , quien agrega que "el mayor riesgo que trae el cambio climático en Chile es respecto del agua". Para el académico, nuestro país tiene la necesidad de "invertir en infraestructura hidráulica, mejorar la eficiencia del uso del agua a todos los niveles –industrial, minero, urbano y agrícola-; y adoptar nuevas tecnologías de gestión del agua, incluyendo a los propios agricultores, que tienen que trabajar con métodos más eficientes de riego, pues no podemos olvidar que la agricultura consume más del 70 por ciento de este recurso".

Este diagnóstico del profesor Santibañez es parte del proyecto "Vulnerabilidad y Adaptación a los Extremos Climáticos en las Américas (VACEA)", mediante el cual la Universidad de Chile se encuentra liderando una red internacional de investigación, cuyo objetivo es crear capacidades en varios estados americanos para enfrentar el aumento de la variabilidad climática.

Por otra parte, como señalan desde el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2, el cambio climático impactará en la provisión de agua, ocurrencia de incendios y en la productividad del país, a partir de las megasequías; información que los investigadores entregaron a la Presidenta Michelle Bachelet en noviembre del año pasado, en el informe "La megasequía 2010-2015: una lección para el futuro". 

En la investigación se señala que un 25 por ciento de la gran escasez hídrica es atribuible al cambio climático, información ratificada por un nuevo estudio del (CR)2 publicado en enero del 2016, denominado “Contribución antropogénica y natural a la disminución de la precipitaciones en el pacífico sudeste y a la reciente megasequía en Chile central”.

Otro de los aportes de la Universidad de Chile en esta materia proviene del proyecto transdisciplinario de interés nacional “Recursos Hídricos” de la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo, conformado el 2015 como uno de los ejes estratégicos de investigación de la Casa de Bello e integrado por académicos de diversas Unidades Académicas. Como explica el profesor de la Facultad de Ciencias Agronómicas e integrante de esta iniciativa, Rodrigo Fuster, uno de los objetivos de este espacio es "visualizar el trabajo que hace la Universidad a través de sus distintos académicos y facultades, enfocándonos principalmente en la política pública"

Los integrantes de esta iniciativa participaron en el diseño de la Política Nacional de Recursos Hídricos”documento presentado el año pasado al Senado de la República. Esta instancia contribuyó a "posicionar a la academia, y en particular a nuestra Universidad como un actor relevante para llevar adelante esta política, y en ese sentido, desarrollar la investigación necesaria para generar el conocimiento  respecto a los recursos hídricos, como también facilitar modelos de gestión que sean más sustentables", situación, explica Fuster, que contribuirá a revertir "uno de los puntos en los que el país estaba al debe: reconocer el agua como un derecho humano". 

Finalmente, la Universidad de Chile es parte del Comité Chileno para el Programa Hidrológico Internacional de la UNESCO, desde la creación de esta instancia en 1975. Este espacio tiene como objetivos asesorar al gobierno en relación a este tema, así como difundir los adelantos científicos en hidrología y coordinar labores en la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT), entre otras. Actualmente es el profesor de la Facultad de Ciencias Agronómicas, Alejandro León, quien representa a la Casa de Bello en esta instancia.