Se aplicará en todo el país

Tecnología creada por académico permite planificar científicamente la ubicación de escuelas

Tecnología creada por académico permite planificar escuelas
El trabajo, liderado por el profesor Jorge Amaya, cruzará factores como la cantidad y edad de niños y jóvenes de un determinado territorio e indicadores sociales de sus familias.
El trabajo, liderado por el profesor Jorge Amaya, cruzará factores como la cantidad y edad de niños y jóvenes de un determinado territorio e indicadores sociales de sus familias.
El profesor Jorge Amaya, académico del Centro de Modelamiento Matemático.
El profesor Jorge Amaya, académico del Centro de Modelamiento Matemático.
Este proyecto se aplicará en el país durante el 2016 y 2017
Este proyecto se aplicará en el país durante el 2016 y 2017

La ubicación de escuelas, liceos y colegios no solo es importante para un sistema escolar más eficiente y una mayor cobertura: también afecta la calidad de la educación, ya que determina la distribución de recursos en asuntos que van desde la cantidad de alumnos por curso hasta el número de profesores que enseñarán en ellos.

Un proyecto liderado por Jorge Amaya, investigador del Centro de Modelamiento Matemático de la Facultad de Ciencias Físicas de la Universidad de Chile (CMM), busca apoyar la asignación de estos recursos en los establecimientos de educación básica y media a través de una nueva tecnología creada por su equipo

Se trata de un modelo de optimización decisional sobre localización de escuelas. Permite estructurar la oferta más eficiente y responder preguntas como cuántas escuelas se deben construir, si deben ser básicas o medias; cuántos cursos debe tener cada nivel; cuántas horas se deben asignar a cada materia, y otros requerimientos”, explicó el académico.

El grupo, que trabaja en conjunto al Centro de Investigación Avanzada en Educación, ya realizó con éxito pilotos en dos de las comunas más populosas de la Región Metropolitana. En retribución, ganó el fondo Validación y Empaquetamiento basado en I+D, de CORFO, para escalar este proyecto a todo Chile.

El software apoya las decisiones de los sostenedores tomando en cuenta, en primer lugar, indicadores que inciden en la calidad, como el número de niños por curso, las distancias entre las escuelas y las viviendas de los alumnos, las horas que debe tener cada asignatura, el número óptimo de profesores por colegio, los límites presupuestarios y otros.

Esos números son cruzados con variables sociales, económicas y demográficas como la población del lugar, la edad de los habitantes, los niveles de empleo, el crecimiento de determinados sectores de la ciudad, los tiempos de traslados y viajes, entre otros, para estructurar y modelar la oferta pública de educación.

Así, no es lo mismo tomar decisiones en un barrio emergente, de parejas jóvenes con hijos pequeños que en otro más consolidado, donde las familias tienen hijos adolescentes, por ejemplo. Mientras las primeras necesitarán escuelas básicas, las segundas demandarán liceos.

Esta información se enlaza con un sistema de información geográfica que permite desplegar en un mapa la información de los colegios y su ubicación. “Siempre tienes una imagen de lo que está sucediendo: los lugares donde falta y donde hay exceso de establecimiento. Puedes estudiar escenarios nuevos o futuros y proyectar incluso a 10 o 20 años plazo, en la medida en que los datos lo permitan”, detalló el profesor Amaya.

La iniciativa se desarrollará entre 2016 y 2017. Por la complejidad y número de variables utilizadas y la escala nacional del proyecto, utilizarán el supercomputador más poderoso de Chile, ubicado en el CMM. Además, cuentan con el apoyo del ministerio de Educación para su ejecución.