En el contexto de la entrada en vigencia de un nuevo convenio de colaboración y transferencia entre la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) y el Centro Sismológico Nacional (CSN) de la Universidad de Chile, los directores de ambas instituciones se reunieron para dar cuenta de los avances en la implementación de la Red Sismológica Nacional, la cual permite tener un monitoreo mucho más acabado de la actividad sísmica a nivel país, además de contar con información relevante para el estudio de suelos.
Al respecto, el Director Nacional de Onemi, Ricardo Toro indicó que “como es de público conocimiento, la red de Observación Sismológica, también llamada red de emergencia, está actualmente en funcionamiento, más de cien estaciones que entregan información sismológica en tiempo real, redundante y con respaldo adecuado, la cual ha contribuido a gestionar de manera oportuna y eficaz los últimos eventos sísmicos que han azotado al territorio nacional como por ejemplo el terremoto M=8.4 con epicentro en las cercanías de Illapel.
Además señaló que “respecto de la red de Infraestructura y Suelos, denominada Red de Acelerógrafos, es importante aclarar que consta de 297 equipos, los cuales terminamos de instalar en noviembre del año pasado. Estos equipos, cuyo objetivo es contar con información para el estudio de suelos, de gran utilidad, por ejemplo a la hora de actualizar normas de construcción sismo resistente, fueron puestos a disposición del Centro Sismológico Nacional”.
“Como Oficina Nacional de Emergencia, nuestra principal tarea es proteger la vida de chilenas y chilenos frente a situaciones de catástrofe. En este sentido, hemos realizado esfuerzos significativos para fortalecer tanto a nuestra institución como a aquellos organismos técnicos que colaboran con nuestras labores, como es el caso del CSN”, agregó.
Por su parte, el Director del Centro Sismológico Nacional, Sergio Barrientos, destacó que “por primera vez, desde 1908 cuando se comenzó a instalar la primera red sismológica en Chile, que tenemos tal cantidad de instrumentos y cantidad de inversión en sismología en el país. Creo que ha sido un tremendo avance. Además, un aspecto muy importante ha sido el desarrollo de nuevas metodologías que nos permite a nosotros caracterizar terremotos sumamente rápido con el equipamiento nuevo que estamos incorporando. Estas cosas no están hechas en otras partes del mundo, lo estamos desarrollando localmente y eso ha sido producto del esfuerzo que hemos hecho en conjunto con la Oficina Nacional de Emergencia”.
“Hemos también avanzado en otras tareas de conocer mejor cómo se comportan los suelos y por esa parte tenemos la suerte de contar en el Centro Sismológico, con el especialista más conocido en Chile, Felipe Leyton, que trabaja en el CSN en relación al comportamiento de suelos para la norma de construcción, que es justamente la segunda red, que mencionaba el Director de Onemi. Esta red de cerca de 300 acelerógrafos permite conocer de mejor manera cómo se comportan los suelos en diferentes partes de Chile. Eso tampoco lo teníamos. Antes existían muy pocos instrumentos y esta gran cantidad de instrumentos va a permitir tener un mejor conocimiento, como lo tenemos después de los terremotos de Iquique del 2014 y del terremoto de Illapel del 2015. Son antecedentes recopilados que hemos puesto a disposición del público, hemos puesto a disposición de los ingenieros, están en nuestra página web, son datos abiertos, todos nuestros datos son públicos y cualquier persona puede tener acceso a ellos”, agregó.
La Red Sismológica Nacional ha sido revisada y bien evaluada por un comité internacional de expertos sismólogos (de EE.UU., Japón y Suiza), quienes resaltaron el funcionamiento y rápido desarrollo en los últimos años, de esta red.
Ambas instituciones destacaron las coordinaciones y el trabajo mancomunado en el sistema de observación de sismos, con su consecuente impacto en la evaluación del potencial tsunamigénico, lo que ha permitido avanzar en este proyecto, que es parte del sistema de alertamiento temprano y cuya efectividad quedó demostrada en el pasado terremoto del 14 de septiembre de 2015.