“Un aneurisma cerebral es la dilatación de una arteria, una especie de globo pequeño que se debe cerrar para que no siga creciendo o se rompa, causando problemas mayores e incluso la muerte”, explicó el doctor Jorge Mura, neurocirujano y académico del Departamento de Ciencias Neurológicas Oriente de la Facultad de Medicina.
Dependiendo del tipo y gravedad de esta anomalía, su tratamiento puede ser por vía endovascular –a través de los vasos sanguíneos-, o mediante una craneotomía abierta, intervención en la cual se instala un clip de titanio en el cuello de esa dilatación, para cerrarla e impedir que siga llenándose con sangre.
“Esta es una técnica que cada vez ha evolucionado más, pues antes era una cirugía larga y muy invasiva y hoy es más corta y de recuperación más rápida. De hecho, en la actualidad se pueden intervenir aneurismas por aperturas de tamaño tan pequeño como el de una tapa de bebida; incluso, hay experiencias iniciales de aneurismas operados a través de la nariz, sin abrir el cráneo. En esa tendencia hacia disminuir los tiempos y riesgos posibles, los clips han mejorado mucho, son más pequeños y delgados para incrementar su eficiencia en las cirugías. Pero también se requiere que las pinzas, que son los instrumentos que se usan para poner estos clips, sean cada vez más pequeñas, porque de lo contrario tendrán poco futuro en la cirugía mínimamente invasiva”, explicó el especialista.
Esta herramienta se usa desde hace casi un siglo en el tratamiento de los aneurismas cerebrales, con evidentes mejoras a lo largo del tiempo. “Si bien es un instrumental muy bueno y difundido en todo el mundo, tiene algunas características que obstaculizan su uso; por ejemplo, es bastante grande, por lo que ocluye la visión del especialista que está realizando la cirugía”, aseguró Mura.
Debido a estas complicaciones, el doctor Mura se puso en contacto con especialistas de la empresa japonesa Mizuho durante un encuentro de la Asociación Americana de Neurocirugía. Esta compañía es una de las dos con mayor presencia mundial en el ámbito de estos insumos quirúrgicos, y es la creadora del clip de titanio denominado “De Sugita”, debido al nombre del neurocirujano que lo diseñó.
El re diseño del instrumento
“Un instrumento debiera ser desarrollado o perfeccionado por la persona que lo usa; eso haría una gran diferencia”, sostuvo Mura. A partir de esa premisa, “y gracias a que la gente de Mizuho estuvo dispuesta a ver conmigo los cambios que se podían hacer, estuvimos trabajando durante tres años con un ingeniero en Alemania, creando prototipos que se fueron perfeccionando, por lo que desarrollamos una pinza que realmente es de bajo perfil. Y es que cuando se va a poner un clip en un espacio muy pequeño, como es el que se hace en las cirugías mínimamente invasivas, se necesita que la pinza no obstruya la visión. Esta que creamos realmente lo logra, porque es un tubo largo que permite tener el campo visual despejado”, relató.
La nueva pinza, denominada “Single Shaft Appliers”, se caracteriza no sólo por la longitud y delgadez de su tubo, sino además porque el extremo aplicador puede rotar en 360 grados sin que el cirujano tenga que cambiar de posición la mano, sino que utilizando un rotor para manejar la inclinación. Además, este tubo permite abrir completamente el clip, facilitando su instalación. Por último, varía de color en coincidencia con el tamaño del clip que se va a utilizar, de manera que no haya confusiones en la mesa de operaciones, y cuenta con un puerto que facilita su limpieza y esterilización.
La modificación de un instrumental ya en uso, obtuvo rápidamente la aprobación de la agencia de Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), por lo que su producción y posterior comercialización ya están en marcha. “Presenté esta pinza en el más reciente congreso de la Asociación Americana de Neurocirugía que se realizó a fines de abril en Chicago, y tuvo una excelente recepción, incluso por los más destacados especialistas del mundo. De esta forma, debiera estar disponible en el mercado en unos seis meses más”, señaló el académico, aclarando que su trabajo no representó ninguna vinculación económica con la empresa Mizuho ya que “mi único interés fue poder contar con una buena pinza, que mejorara el trabajo en el pabellón, para beneficio de los pacientes”.
Actualmente el doctor Mura se encuentra trabajando en el rediseño de un clip de titanio que pueda ser utilizado exclusivamente en procedimientos endoscópicos. En estos procedimientos, donde se interviene a través de la nariz y se utiliza en un número creciente de patologías, una de las complicaciones más importantes es “la hemorragia en una pequeña arteria producto de la manipulación”, afirmó Mura. El académico explicó que “si con estas nuevas pinzas se pudiera poner y sacar un clip mucho más chico, podríamos preservar indemne la arteria principal o, por ejemplo, cortar por un tiempo determinado su circulación, de forma de poder trabajar más fácilmente en lo que podría ser la remoción de un tumor. Permitiría más versatilidad, hacer un tratamiento más preciso y salvar más arterias. Espero que esté listo dentro de los próximos meses”.