
De acuerdo a diversos estudios realizados en nuestro país, la comprensión de los textos es uno de los principales problemas de lectura que existen en la población, por ello, entender los procesos que constituyen la comprensión lectora, y saber cómo desarrollarlos, es fundamental.
Según explicó Macarena Silva de CIAE, doctora en psicología y especialista en el desarrollo del lenguaje y educación inicial, la comprensión lectora tiene dos componentes, que corren en paralelo y que están basados en habilidades distintas: la comprensión oral y la decodificación. “El problema es que cuando la gente escucha la palabra lectura, suele referirse más a la decodificación, que es asociar el grafema, la letra, al sonido. Y existe la falsa creencia de que tú primero aprendes a decodificar y después aprendes a entender. O incluso peor, que ni siquiera aprendes a comprender, si no que la comprensión va a emerger después de haber aprendido a juntar las letras. Y en realidad eso es lo que no pasa, uno también aprende a comprender”.
En Chile desde muy pequeños se estaría enseñando a los niños más sobre la decodificación de signos, que sobre la comprensión de lo que se ve o se lee. Según Silva, “desarrollar la comprensión oral desde la etapa preescolar es clave para desarrollar la comprensión lectora más tarde”. Por el contrario, lo que los colegios suelen adelantar para kínder o para prekinder es la decodificación, cuestión que señaló la especialista, si se hace muy anticipadamente no tiene un efecto muy positivo en la motivación de los niños por la lectura, dado el método que se utiliza. “Si tú tienes a los niños sentados aprendiéndose las letras y los sonidos, eso no es adecuado en la etapa preescolar”, dijo.
La pregunta entonces es entonces cómo se puede desarrollar la comprensión oral desde la etapa preescolar. Al respecto Silva planteó las siguientes estrategias, como que la educadora o el adulto lea con los niños cuentos y otros textos, cuestión que los acerca a la lectura y amplía su vocabulario; que los niños “jueguen a leer” textos de distintos tipos, cuestión que les permite desarrollar ciertas habilidades, como aprender ciertas convenciones como leer de izquierda a derecha e identificar letras de otros signos; leer libros sin palabras, invitando a los niños a contar ellos las historias en voz alta; hacer preguntas inferenciales a partir de los textos leídos en voz alta por los niños y los adultos; y leer con los niños textos informativos, como pueden ser las enciclopedias o instrucciones de uso, lo que les permite generar vocabulario.
“Es distinto leerle a alguien que leer con alguien. Si tú lees con el niño, van leyendo juntos, van mirando los dibujos. Le puedes hacer preguntas en general inferenciales, donde el niño tenga que pensar un poco sobre lo que tú le estás leyendo. Una cosa súper buena incluso cuando los niños son muy pequeños, es decirles, 'ya, ahora tú eres la mamá o el papá y yo soy el niño, cuéntame tú el cuento'", afirmó la investigadora, advirtiendo que “si los niños desde pequeños tienen la posibilidad de hacer sentido de la información, de inferir cosas y de pensar un poquito más allá, estás trabajando la parte comprensiva de la comprensión lectora y eso lo puedes empezar a hacer en cualquier momento”.
Trabajar las habilidades iniciales de comprensión, motivar a los niños a disfrutar la lectura, ofreciéndoles no solo cuentos, sino diversos textos para elegir como enciclopedias, revistas, diarios, y compartir la lectura con ellos, es clave para para desarrollar la comprensión lectura desde la primera infancia.
“En países más desarrollados, la cantidad de lectura compartida que se hace en el hogar es mucho mayor a la de Chile, no solo hay más bibliotecas infantiles, sino que los niños las visitan más. La lectura ocupa un espacio importante en las actividades de las familias, en Chile eso es bastante bajo”, concluyó la investigadora de CIAE.