Establecer estándares de consumo y calidad que enfrenten las necesidades del país en energía, considerando realidades locales, zonas climáticas y respetando el medio ambiente, es uno de los grandes desafíos de la Red de Pobreza Energética, que el viernes 28 de abril realizó su primer taller con académicos e investigadores de diversas disciplinas.
Durante la actividad, apoyada por la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo (VID), los participantes presentaron sus investigaciones, discutieron nuevas líneas de trabajo y coordinaron los próximos pasos para gestionar la Red, que a fin de año entregará un documento al Ministerio de Energía con estrategias metodológicas e instrumentos de evaluación asociados a la materia. Además, impulsarán una colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con el fin de aportar conocimiento sobre acceso y equidad.
De acuerdo al Jefe de la Unidad de Redes Transdisciplinarias VID, Pablo Riveros, “este es un paso fundamental para afianzar miradas sobre un problema de relevancia nacional, pues diversos académicos e investigadores se han manifestado para generar redes dentro de la Universidad y también con otras instituciones públicas. El objetivo es consolidar estos nexos mediante acciones que posicionen a la Casa de Bello como una voz importante ante cuestiones sociales, por lo que esta discusión generará líneas de investigación que serán compartidas con los tomadores de decisiones, generando puentes entre la academia y la sociedad”.
Energía en Chile: la necesidad de un abordaje interdisciplinar
Con la idea de colaborar permanentemente con instituciones públicas, a principios de 2016 se conformó la primera Comisión de Energía en la U. de Chile, que identificó la necesidad de abordar el tema de manera interdisciplinaria, precisando dimensiones e investigaciones que tuviesen en cuenta los contextos territoriales y socioculturales del país. En este escenario, la Red de Pobreza Energética ha reunido a 20 académicos e investigadores de ocho facultades, dándole continuidad al trabajo impulsado en la institución.
Para la académica de la Facultad de Ciencias Sociales e investigadora del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2), Anahí Urquiza, “la pobreza energética es un problema que requiere una mirada integradora desde diversas disciplinas, pues existen muchas definiciones y se hace necesario identificar líneas de trabajo que nos permitan avanzar de forma articulada. Uno de los enfoques más acotados es el confort térmico, donde se evalúa la capacidad de los hogares para generarlo, teniendo en cuenta la zona climática y el contexto socioeconómico en que se sitúan. Pero también existen múltiples visiones, como la energía para servicios básicos; las condiciones desfavorables cuando hay exposición de contaminantes; y la proporción de gasto que las familias deben dedicar para acceder a este recurso, entre otros”.
El director del Centro de Energía U. de Chile, Guillermo Jiménez, destacó que “tenemos una excelente oportunidad para compartir nuestras experiencias, definir puntos concretos y planificar acciones que fortalecerán esta colaboración interdisciplinaria entre investigadores. La pobreza energética tiene muchos ámbitos en lo social, económico, ambiental y tecnológico, ya que existe un amplio escenario para mejorar la educación en el tema, las condiciones de acceso, el mal uso de combustibles y la manera en que las personas utilizan este recurso. Por ello, deseamos acercarnos a comunidades locales e implementar procesos que respondan a necesidades reales y aporten soluciones sustentables transfiriendo conocimiento”.
Asimismo, el Académico de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, Patricio Mendoza, señaló que “la Universidad es grande y muchos académicos han desarrollado investigaciones que aportan sustancialmente al tema de energía en Chile, sin embargo, esta es la primera vez en que distintas disciplinas convergen bajo el concepto de pobreza energética. El gran desafío es coordinar todas estas capacidades estableciendo diálogos permanentes con el Gobierno, para avanzar en el acceso justo y equitativo de este recurso a nivel nacional”.
En cuanto a las proyecciones de esta agrupación, se comenzarán a explorar vínculos con contrapartes nacionales e internacionales para postular a fondos públicos que permitan visibilizar aún más el tema en el país. Por ello se ha planificado la realización de dos encuentros entre investigadores, un seminario internacional a mitad de año, un sitio web y la creación de una mesa técnica con el Ministerio de Energía.