"Lo que ustedes han logrado se inscribe en la mejor tradición de la contribución de la Universidad de Chile a nuestro país. Nos alegramos que este espíritu de servcio a la patria y a la sociedad en su conjunto, al progreso científico y tecnológico, esté tan vivo en esta joven generación". Con estas palabras, el Rector Ennio Vivaldi inició el desayuno de reconocimiento para el equipo de estudiantes y académicos responsables del satélite SUCHAI.
El primer nano-satélite construido en Chile fue lanzado el pasado 22 de junio desde la India, y se encuentra orbitando nuestro planeta a una altura aproximada de 505 km de altura. El inédito proyecto alberga tres experimentos de investigadores de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM), y se encuentra en constante comunicación con el equipo de tierra, siendo captadas sus señales además por radioaficionados alrededor del mundo.
El Rector Vivaldi destacó que la exitosa iniciativa representa un "avance tecnológico de proporciones, que abre la puerta a nuevos experimentos y pone a nuestro país en un paradigma distinto en lo que se refiere a ciencia y tecnología".
En la misma línea se pronunció el vicerrector de Investigación y Desarrollo, Flavio Salazar, quien aseguró que gracias a sus esfuerzos "han logrado brindar esperanza al campo de la investigación científica. Sabemos que acá hay una cultura de trabajo, de hacer las cosas en condiciones más difíciles que sus colegas de otras latitudes, pero con un empuje y talento innegable".
Por su parte el decano de la FCFM, Patricio Aceituno, destacó que fueran un grupo de estudiantes quienes protagonizaran este innovador proyecto, en una muestra de gran esfuerzo y perseverancia, recordando el esfuerzo similar que en 1959 realizaran otro grupo de estudiantes del Departamento de Ingeniería Eléctrica al construir un transmisor de señal televisiva sin haber siquiera visto una televisión en su vida, dando el puntapié inicial a lo que sería el canal de la Universidad de Chile.
"A veces olvidamos la existencia de este tipo de capacidades impresionantes, que permiten que jóvenes estudiantes, aprovechando limitados recursos, sean capaces de alcanzar metas de esta envergadura", afirmó Aceituno.
Talento, visión y apoyo público
Quien también quiso participar de este reconocimiento al equipo SUCHAI fue el académico del Departamento de Astronomía y actual presidente de CONICYT, Mario Hamuy, quien hizo hincapié en que "en este resultado se combinan tres factores: vision de las personas de la Universidad que se propusieron llegar muy lejos; talento de los integrantes del equipo; y apoyo del Estado a través de su principal Universidad y también de CONICYT. Esto nos deja una gran lección de trabajo colaborativo".
La autoridad aprovechó para realizar una metáfora deportiva, comparando este éxito con los logros obtenidos por la selección chilena de fútbol en Rusia en la Copa Confederaciones, que también reflejaría esta combinación de factores. "Con ese mismo orgullo que hemos visto lo logrado por la Roja, vemos lo que ustedes lograron la semana pasada. En ambas hubo una decisión de lograr las cosas por nosotros mismos, y nos señala un derrotero a seguir, aprovechando nuestras propias capacidades".
Los integrantes del equipo destacaron que el éxito del SUCHAI, y el desarrollo de los futuros SUCHAI II y III, han sido resultado de un trabajo que durante años realizaron muchos estudiantes, investigadores y académicos, algunos de los cuales ya no se encuentran trabajando en la Universidad de Chile pero que continúan ligado a ésta, y agradecieron el reconocimiento que se le ha dado a su logro.
"De a poco hemos ido comprendiendo y tomándole el peso a lo que está pasando. Esto ha impactado a nivel social mucho más allá de la comunidad universitaria, llegando a la sociedad, a todo el país y más allá", explicó Carlos González, investigador a cargo de la estación terrestre.
Gonzalez aseguró además que se continúa avanzando en los objetivos planteados respecto a los experimentos planificados en el satélite, y que ahora trabajarán mejorando la estación terrestre para poder desarrollarlos de manera adecuada. "El laboratorio al inicio era mucho más artesanal de lo que es ahora, y sigue siéndolo en comparación a los que se ven en otras partes del mundo. Esto demuestra que con ingeniería, ingenio, esfuerzo y mucho trabajo en equipo se pueden lograr grandes cosas", afirmó.
Álex Becerra, jefe del proyecto y miembro del laboratorio de exploración espacial y planetaria (SPEL por sus siglas en inglés) de la FCFM, recordó que al comenzar el trabajo de SUCHAI debieron ir donde el entonces decano, Francisco Brieba, a quien "intentamos convencer de que esto iba a generar algo no sólo para la Universidad sino también para todos quienes trabajaron en el proyecto".
Junto con ello, aseguró que SUCHAI se hizo pensando también en el rol de la Universidad de Chile en la sociedad. "Creemos que en este tipo de instituciones es donde pasan las cosas grandes porque está la motivación, la gente y el sentido, uno no viene acá a buscar un producto que es un título sino a formarse como persona. Tiene un lado feo, que no existe el apoyo del Estado que debería, pero esperemos que en las políticas públicas futuras esa situación se revierta y que para los estudiantes que están acá esto sea un orgullo por haber servido a lo que queremos construir como país".
El académico jefe del proyecto, Marcos Díaz, quien se conectó desde la India donde se encuentra monitoreando el satélite, agradeció el reconocimiento a todo el trabajo que se encuentra detrás de SUCHAI, y expresó su esperanza en que los jóvenes involucrados en el proyecto "continúen trabajando y realizando proyectos de esta índole, ya que ellos han sido los protagonistas de este logro".