Con muestras extraídas desde el Parque Italia y de la Plaza O'Higgins de Valparaíso, fue que un equipo de la Unidad Micología del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina logró identificar una nueva especie de hongo, el que denominaron “Lomentospora valparaisensis”.
Como parte de un proyecto Fondecyt ya concluido, a partir del cual realizaron el muestreo e identificación de especies desde Arica a la Antártida, este hallazgo fue enviado a las revistas internacionales “Persoonia" y "Fungal Planet", cuyos comités aprobaron su publicación.
“El primer aislamiento y la primera descripción a nivel mundial de este hongo corresponde a Valparaíso, pero no podemos descartar con los datos que manejamos ahora que esto esté en otro país o -por ejemplo- en otra región de Chile”, detalló el profesor Eduardo Álvarez, agregando que, lo que sí es certero es que esta nueva especie aún, a nivel global, no ha sido identificada afectando a personas ni animales.
Lo que sí es sabido por los expertos es que género, el “Lomentospora”, tiene otra especie que se llama “Lomentospora prolificans”. “Esa especie es sumamente complicada de tratar en las infecciones que produce en el ser humano porque es resistente a casi todos los tratamientos que se utilizan en clínica humana hoy día”, explicó el académico.
Es en vista de esto que, como agregó el profesor Álvarez, “en el caso hipotético de que esta nueva especie atacara a un ser humano, es altamente probable que comparta esta resistencia”, motivo por el cual este hallazgo y estudio tiene como dentro de sus principales aportes que, “si por algún motivo se tuviese una infección en un ser humano o animal, nosotros ya hicimos la prueba de resistencia a los antifúngicos, entonces, de algún modo al describir esta nueva especie nosotros le entregamos a la ciencia una biografía completa –por así decirlo- para saber cómo enfrentarlo”.
La identificación de nuevas especies
Pero, ¿cómo se consigue identificar una nueva de especie? “Lo que nosotros hacemos –explicó el académico de la Facultad de Medicina- es tomar muestras de aire y de tierra de las zonas geográficas, las que se procesan lo más rápido posible en nuestro laboratorio”, todo esto, a partir de estufas de cultivo y nutrientes que les propician las condiciones idóneas para que se desarrollen diversos grupos de hongos; entre éstos, las nuevas especies que puedan emerger.
A pesar de este primer apronte, como continuó Álvarez, “con morfología no basta”. Es por ello que “cada vez que detectamos una especie nueva por morfología, lo que hacemos es identificarla a nivel molecular: vemos a nivel del ADN del hongo. Si eso confirma esta especie morfológica nosotros hacemos la propuesta” de hallazgo de una nueva especie.
Finalmente, este hallazgo se suma a otras nuevas especies que serán divulgadas en publicaciones científicas especializadas a finales de este año y a inicios del próximo.