En las décadas recientes, agencias gubernamentales y no-gubernamentales han hecho esfuerzos por mejorar la salud oral de la población a nivel mundial; sin embargo, las enfermedades bucales siguen siendo importantes problemas de salud pública. Según el Estudio Carga de Enfermedad Global 2015, la caries dental es la enfermedad más prevalente afectando al 34,1 por ciento de la población, estimado en 2.5 billones de personas, la enfermedad periodontal severa afectaría 538 millones y 276 millones tendrían pérdida total de dientes. La mitad de la población del mundo sufre consecuencias de problemas dentales no tratados que impactan el rendimiento escolar en niños, la productividad laboral y la calidad de vida. Además, diversas investigaciones han alarmado sobre el riesgo de tener una mala higiene oral y enfermedades bucales para la salud general, especialmente en personas mayores, con diabetes y hospitalizados en centros de cuidados intensivo.
En Chile, la prevalencia de caries en niños ha disminuido pero existe un gran daño dental y necesidad de prótesis dentales en los adultos mayores. La 1ª Encuesta Nacional de Salud 2003 de MINSAL determinó que 1 de cada 3 adultos mayores habían perdido todos los dientes. En el Primer Examen Dental Nacional 2007-8 financiado por FONDECYT determinamos un promedio de 22 dientes con historia de caries en la población entre 65-74 años y casi 100 por ciento de daño periodontal. Recientemente, la 3ª Encuesta Nacional de Salud 2016-17 informa que el 65,8 por ciento de los adultos mayores usa prótesis dental. Las consecuencias de perder los dientes representan marcadas inequidades sociales en salud, debido a que las limitaciones para masticar, hablar y socializar impactan especialmente a las personas mayores y de una posición socioeconómica baja.
El gran número de personas mayores con caries, enfermedades periodontales y dientes perdidos se debe a que estas enfermedades se acumulan con la edad producto de su curso crónico, junto a un contexto de un sistema de salud que los sigue postergando. Por ejemplo, en Chile contamos con el Programa GES/AUGE de Atención dental integral a los 60 años pero este garantiza acceso a la atención dental sólo el año que se cumplen la edad de 60 años, y otros programas de atención odontológica tienen cobertura muy limitada.
El Censo 2017 muestra que la población adulta mayor en Chile corresponde a un 11,4 por ciento. Somos un país con un envejecimiento acelerado producto de un descenso sostenido de la mortalidad desde fines de los años '40 y una baja tasa global de fecundidad a partir de la década del '60, sumado a las mejores condiciones de vida que provocaron un aumento de la esperanza de vida. Por lo tanto, la salud de las personas mayores son un urgente desafío. Uno de los indicadores recomendados por la OMS para medir salud en los mayores es la evaluación de la funcionalidad. Por este motivo, las políticas públicas se han propuesto aumentar los años libres de discapacidad y sin dependencia. Lamentablemente, en Chile no existe una inclusión de la evaluación de discapacidad bucal dentro de la evaluación de la discapacidad general.
En concordancia con la Estrategia Nacional de Salud 2011-20 en adultos mayores que busca mejorar el estado de salud funcional, parece prioritario innovar en intervenciones que sean costo-efectivas para ser ofrecidas en la Atención Primaria de Salud. Proponemos integrar la salud oral en la agenda de la salud general, mediante el diagnóstico y control de los factores de riesgo compartidos con las enfermedades crónicas no transmisibles, en un examen que hemos llamado Examen Dental Preventivo del Adulto Mayor (EDePAM) como parte de un tratamiento con enfoque de riesgo. Esta propuesta será puesto a prueba gracias al apoyo del Concurso IDeA de Investigación y Desarrollo 2018 de FONDEF lo que nos permitirá atender 250 personas de 65 años y mayores de la Municipalidad de Cerro Navia, en una terapia que cambiará los factores de riesgo y esperamos que la calidad de vida de las personas mayores.
Nuestro país que avanza en desarrollo debe hacerse cargo de la salud bucal de la población adulto mayor con una ampliación del Programa GES/AUGE para todos los adultos sobre 60 años.