Las enfermedades metabólicas aquejan tanto a animales como al ser humano, provocando efectos en diferentes órganos y tejidos. Una de estas enfermedades es la diabetes, que consiste en la incapacidad del páncreas para producir insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce.
“El efecto de la diabetes no controlada es la hiperglucemia (aumento del azúcar en la sangre). En la piel provoca heridas crónicas y úlcera diabética, alterando tanto la salud como la calidad de vida de los pacientes”, señaló José Ignacio Arias, académico de FAVET.
Para mejorar esta deficiencia en el proceso de cicatrización de la piel, existen algunos procedimientos que han tenido resultados positivos. Ejemplo de ello, es el producto comercial Regranex®, aprobado por la FDA de Estados Unidos, sin embargo, su costo es muy alto alcanzando los U$ 1.000 por 15 gramos de gel con una concentración alta de 0,1 mg/ml, considerando que generalmente los tratamientos son largos.
Con el objeto de encontrar alguna fórmula más eficiente en términos de la relación costo/calidad, en la actualidad se están investigando varias proteínas y sus efectos en procesos celulares. Entre las proteínas que están siendo utilizadas en el campo de la cicatrización de la piel, está la calreticulina, cuya presencia aumenta en casos de estrés celular, y que está normalmente involucrada en la regulación de la homeostasis del calcio en la célula e importantes funciones celulares como lo es la síntesis de proteínas.
Calreticulina de Trypanosoma cruzi, la proteína parasitaria que cura heridas
Es en este escenario que el Laboratorio de Biomedicina y Medicina Regenerativa (BiMre) del Departamento de Ciencias Clínicas de FAVET, ha desarrollado un proyecto que busca la recuperación y cicatrización de heridas de piel en pacientes diabéticos.
Como explicó el investigador responsable, José Ignacio Arias la iniciativa utilizó la calreticulina de un protozoo flagelado (Trypanosoma cruzi) causante de la enfermedad de Chagas. El proyecto buscó dilucidar qué dominio de la proteína es la encargada de tener un efecto en la migración, proliferación y aumento del tejido de granulación en la cicatrización de la piel de animales sanos y diabéticos. Se demostró que cada una de estas actividades está alojada en diferentes dominios de la proteína.
"El uso de esta proteína, ha tenido la capacidad de aumentar la velocidad y calidad de la cicatrización de heridas a una bajísima concentración, comparado con el producto Regranex® o calreticulina de otras especies. Hemos demostrado, en publicaciones, que su uso a una concentración de 20 ng/µl produce un aumento en la migración y proliferación celular en las heridas de pacientes sanos, además de un mayor depósito de tejido de granulación en la cicatrización de las heridas”, detalló el investigador.
“Esto podría permitir que en un futuro cercano, la calreticulina completa, con uno o dos de sus dominios. podrían ser usados para controlar las cicatrizaciones patológicas de piel derivadas de pacientes diabéticos, a un costo muy inferior al existente en el día de hoy”, sostuvo Arias.
Además de lo anterior, se exploró la posibilidad de que esta proteína actuara directamente en la diferenciación de la población de células madre, presentes en la grasa subcutánea de ratas, a una población con características de fibroblastos y que producen tejido de cicatrización. Esto también podría ser parte de la explicación de cómo funciona esta proteína en la modulación de la cicatrización de heridas.
En un futuro los investigadores utilizarán la herramienta de la terapia celular, la medicina regenerativa y las bondades de la calreticulina de Trypanosoma cruzi, para probar protocolos terapéuticos in vivo y en ensayos clínicos en paciente animales. Todo esto, para luego avanzar a generar terapias que sean aplicables en cualquier especie en forma tópica y que ayude a mejorar las consecuencias de la diabetes en la piel de los pacientes.