Declaración del Departamento de Educación de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile respecto de las bases curriculares de estudio de 3° y 4° medio y los cambios curriculares que a

Declaración Depto. de Educación sobre bases curriculares de 3° y 4°

Con ocasión de los cambios curriculares que por Ley debe proponer el Ministerio de Educación (MINEDUC, 2017) y aprobados por unanimidad por parte del Consejo Nacional de Educación (CNED, 2019) para las bases curriculares de 3° y 4° Medio, que significan fundamentalmente que las asignaturas de Historia, Educación Física y Artes dejan de ser obligatorias y pasan a ser electivos para la totalidad de las modalidades formativas de este nivel escolar.

La reacción de académicos de las ciencias históricas y de la educación ha sido de rechazo a los cambios propuestos, junto con opiniones de actores políticos y pronunciamientos gremiales en los medios de comunicación, cuestionando el alcance de tales medidas y generando en el país un intenso debate. Esta discusión pública en los medios de comunicación masivos ha incluido cartas al editor, columnas de opinión, reportajes, y declaraciones donde las visiones antagonizan entre quienes defienden los cambios y quienes los rechazan.

Basado en un diálogo abierto entre académicos, hemos querido recoger la discusión más amplia producida en el país e intentar desarrollar un planteamiento crítico respecto del proceso, evitando las afirmaciones basadas en especulación. Acerca del discurso mediático del MINEDUC, cuyas medidas supuestamente generarían un efecto positivo en los estudiantes y sus comunidades y cuyas implicancias para los profesores de historia serían prácticamente nulas, pensamos que el carácter electivo que tendrían estas asignaturas escolares, la opacidad del proceso de decisiones entre el primer borrador de bases curriculares de 3° y 4° medio y la propuesta aprobada dejan en claro que las medidas no solo afectan a los agentes involucrados en este debate, sino fundamentalmente a los establecimientos educacionales, sus profesores y estudiantes, generando incertidumbre respecto del peso de los fundamentos aludidos y también sobre el proceso de implementación de la propuesta aprobada, en su conjunto.

De esta manera, como Departamento de Educación frente a los hechos y sus fundamentos, acordamos lo siguiente:

1) Rechazar los cambios propuestos respecto de la situación que marca un empobrecimiento de la experiencia escolar común a los y las habitantes de nuestro país.

2) Subrayar que dichos cambios son parte de una tendencia ideológica presente desde hace ya algunas décadas, que tiene por objetivo reducir en el currículo escolar el área de las humanidades, las ciencias sociales, y el arte, pues pareciera entenderse que estos conocimientos carecen de utilidad para la vida. En este sentido, la reducida presencia de estas asignaturas y los ya constantes intentos de reducir aún más su presencia en el currículo escolar son parte de una tendencia de la cual esta medida no es más que su última manifestación.

3) Destacar la preocupante falta de información sustantiva que permita una comprensión de las razones que fundamentan la aprobación de dicha propuesta. Los escasos argumentos esgrimidos, ante la necesidad de dar explicaciones por parte de quienes tomaron y apoyan estas decisiones, se mantienen en un nivel formal sin ofrecer argumentos de fondo respecto de las opciones tomadas.

4) Manifestar la necesidad de conocer las evidencias tenidas a la vista para tomar estas decisiones, especialmente aquellas asociadas a las consultas que se describen en el acuerdo del Consejo Nacional de Educación (CNED).

5) Rechazar la omnipresente concepción instrumental del currículo ante el desmedro en que quedan los procesos más participativos de elaboración del curriculum nacional y de sus procesos de desarrollo en los distintos niveles del sistema escolar.

6) En este mismo sentido, nos preocupa la ausencia de diálogo y participación de actores claves en la discusión como lo son profesores, formadores de profesores, académicos, artistas, deportistas y comunidades educativas en general.

7) Proponemos, en virtud de lo anterior, que se reconsidere la decisión de excluir las asignaturas aludidas del plan común obligatorio, entrando en un debate de fondo respecto de los contenidos de la formación común de la escuela chilena y de los procesos mediante los cuales el curriculum nacional es formulado y de los alcances del mismo.