Infancias en contextos de vulneración de derechos como encierro, privación de libertad o afectadas por hechos traumáticos han sido denunciados públicamente. Según un informe publicado por la Policía de Investigaciones (PDI) realizado en 2017 y dado a conocer públicamente en 2019, en el 88% de los centros del Sename se constató que se vulneraron los derechos de niños y niñas. Más recientemente, reapareció la imagen de Cristóbal Cabrera, quien fuera apodado como “el Cisarro”, perseguido y detenido 28 veces desde los 14 años. Ya adulto, fue nuevamente detenido, tras apuntar con un arma a una niña de 3 años en un robo violento.
Situaciones de maltrato que tardan en ser visibilizadas y que aún no han sido resueltas, han sido tratadas desde hace cuatro años por la Red de Pedagogía en Contextos de Encierro (Red Pece) en sus distintas sesiones del Seminario Internacional, red que aúna a académicos(as) de las facultades de Ciencias Sociales y Filosofía y Humanidades de la U. de Chile, junto a la Universidad de Ciencias de la Educación (UMCE) y Universidad Alberto Hurtado, Católica Silva Henríquez y Universidad de Playa Ancha. La actividad también contó con el apoyo del Programa Transversal de Educación (PTE) de la U. de Chile, entre otras organizaciones.
Para seguir debatiendo sobre estas realidades sociales, el 27 de agosto 2019, se realizó el IV Seminario Internacional de Prácticas Pedagógicas en Contextos de Encierro: Perspectivas Interdisciplinares, en el Auditorio Julieta Kirkwood de la Facultad de Ciencias Sociales de la U. de Chile, cuya conferencia inaugural estuvo a cargo de Carmen Rodríguez (Uruguay), doctora en Educación y consultora Unicef.
La también licenciada en Psicología, expuso sobre “Los no lugares de la Infancia”, especialmente aquellos de encierro. Tomando las lecciones de Michel Foucault, recordó una particularidad de esos lugares y es que en ellos existe “lo que ignoramos, pero también existen ciertos saberes; existe lo que sabemos, los saberes técnicos, los saberes académicos y los saberes de las disciplinas”.
Al interior de dichos lugares marginados socialmente –como la cárcel, manicomio o internado para niños, por ejemplo– emerge la interrogante de ¿por qué en las instituciones de protección, creadas, financiadas, construidas y ampliadas a cargo de la protección, desprotegen a los(as) niños(as)?, pregunta que también guió su tesis doctoral. “Nadie ignora que los niños son maltratados en instituciones del Sename, no es algo que esté oculto. Sin embargo, no tiene una visibilidad o fuerza de algo que produce una alteración de lo dado”, comentó.
Algunos resultados de su investigación dan cuenta que en instituciones de protección existen circuitos de desprotección, los cuales están hechos de eso que es lo “insoportable”, o experiencias negativas que marcan a niños(as) y adolescentes. Lo que es insoportable para un(a) niño(a) quizás se aproxime a lo traumático. En esos casos, según la investigadora uruguaya, lo primero que se debe hacer al trabajar con infancias dañadas es devolverle lo enigmático a las experiencias insoportables que han vivido, porque –al menos en Argentina y Uruguay– se ha pensado que esos saberes instituidos en el lugar y señalados por Foucault, han llevado a creer que “estos niños ya tienen escrito todo su destino o futuro, y la verdad es que no hay mentira más grande”. Lo que si configura el circuito de lo insoportable es la manera regular que poseen las instituciones de responder ante estos(as) niños(as).
Trayectos de exclusión social
Tras su conferencia, se desarrolló el primero de cuatro paneles titulado “Trayectos de exclusión”, coordinado por Marisol Ramírez Muga, e integrado por Viviana Soto (Depto. de Educación, Facultad de Ciencias Sociales), Matías Marchant (Depto. de Psicología, Facultad de Ciencias Sociales), y Elizabet Marco, doctora en Bienestar social, cooperación y desarrollo local. Universidad de Valencia, quien abordó la realidad de niños y niñas migrantes –principalmente desde la República del Conogo– en España, a quienes se les hacen exámenes para detectar su edad y así determinar si incluirlos al sistema de protección o no.
Desde el psicoanálisis infantil, el académico de la Universidad de Chile, Matías Marchant, ahondó en la pregunta: ¿por qué la institucionalización de niños y niñas es tan perjudicial para su vida psíquica y tiene nefastos efectos en todas las áreas de su desarrollo? Al respecto, recordó que las primeras investigaciones desde la psicología y el psicoanálisis impulsadas por Bowlby y René Spitz estuvieron centradas en buscar la causa fundamental de porqués niños y niñas sufrían tan intensamente.
Otros psicoanalistas como Anna Freud, buscaron describir el tipo de experiencia que tienen los niños en los centros de acogida. Por su parte, Winnicott en esos mismos años desarrolló su propia teorización en torno a la deprivación afectiva. Gracias a todos estos investigadores y concepciones clínicas se pudo llegar a concluir que los cuidados básicos, esto es, alimentación, abrigo y acciones de salud son insuficientes para una adecuada protección de los niños y niñas acogidos.
Revisadas estas y otras teorizaciones previas, “me parece que se puede señalar que uno de los principales problemas que experimentó el sistema de alojamiento residencial en nuestro país mantuvo todos o casi todas las condiciones que se señalaron (por los autores) como potencialmente patógenas para el desarrollo de los niños”, indicó.
Quienes se encuentran en centros residenciales en nuestro país, están expuestos a una separación afectiva y carencia afectiva. Sin embargo, según el académico, la mera superación de estas dos condiciones no sirve para brindar una adecuada acogida a los niños y niñas que viven en el sistema residencial. Resulta necesario destacar una situación muy propia de los centros residenciales y es que desde la fundación de hospicios, orfanatos, hogares, centros de acogida y familias de acogidas sustitutas ha existido una violación sistemática a los derechos de los niños y niñas que han pasado por esos lugares.
Hoy en día, para instaurar y desarrollar una institucionalidad de la infancia “necesitamos tener claro este principio: los niños y niñas, como cualquier ser humano, son seres de memoria y memorizantes. Pueden ser testigos, pueden denunciar y pueden ser parte de la construcción de la historia social”, afirmó.
Viviana Soto, en tanto, desde su ejercicio profesional en la educación, académica y miembro de la Red Pece, planteó la discusión sobre la protección analizando quién es ese niño o niña de la protección y de que protección hablamos hoy. Para ello trazó un recorrido histórico sobre las normativas y políticas de protección en el país desde el s. XIX al s. XXI y el ideario de niño/niña universal, así como también la protección integral desde la Convención de los derechos del Niño.
Señaló que el lugar de la protección aparece con la apropiación de normas y pautas comunes, organizada en materia de contenidos o información impuesta en una institución pensada para el control y la vigilancia que homogeniza y en que la positividad de lo igual, permite la expulsión de lo distinto, siendo la violencia de lo igual la que destruye lo singular. En esta línea, la protección es tensionada transformándose en un síntoma de las violencias.
El proyecto neoliberal en la protección en Chile fue otro de sus abordajes, señalando que que “en el neoliberalismo, la infancia y adolescencia de las políticas públicas en los últimos años ha aparecido con vouchers y mecanismos de control, bajo lógicas de disciplinamiento en orden y vigilancia”, haciendo una analogía con la realidad actual, mencionó los proyectos de “Aula Segura” y “Toque de queda”. De este modo, los discursos aparecen como contradiscusros en un contexto de instrumentalización de los derechos, en este caso de la niñez y adolescencia.
Viviana Soto también aseveró que la institucionalidad de atención a la infancia y adolescencia ha sido cuestionada, y que “para su atención y acción será necesario y urgente contemplar sus claras especificidades, como un proyecto político responsable y ético, cuidadosamente organizado e implementado con una prolija coordinación de actores que se necesiten entre sí para cautelar la prevención de las vulneraciones de niños y jóvenes, evitando así su institucionalización”.
La urgencia de una tarea siempre inconclusa
Esta cuarta versión del Seminario Internacional de la Red Pece estuvo dedicada especialmente a relevar las perspectivas interdisciplinarias, indispensables para ofrecer nuevas respuestas que, en parte, aminoren la inmensa deuda que las sociedades latinoamericanas, y particularmente la chilena, mantienen en materia de infancia, más aún aquellas que habitan marginadas socialmente. Así lo destacó durante su discurso de bienvenida al encuentro Marcela Gaete, directora de la Red Pece y académica de la Facultad de Filosofía y Humanidades: “Pensar la pedagogía en contexto de encierro implica analizar el tipo de educación, lo explícito y lo implícito; porque, y como se ha dicho en los anteriores Seminarios, desde la pura escolarización no funciona”.
En este sentido, la pedagogía “ha de tener un posicionamiento amplio para el desarrollo de proyectos de acción educativa y construir conocimiento en colectivo que nos permita generar cambios, nuevas y mejores vivencias para quienes transitan en los contextos de encierro”, añadió.
Por su parte, Ernesto Águila, director de Extensión y Comunicaciones de la Facultad de Filosofía y Humanidades, destacó la importancia de este Seminario en medio de un escenario educativo colmado de problemas y obstáculos, pues “si la tarea educativa es siempre compleja y desafiante, en el ámbito de contextos de encierro lo es más”. En esos contextos se trata de contribuir a reconstituir una identidad resquebrajada, “un ser humano al cual no se le reconoce muchas veces sus derechos políticos”.
El profesor Águila también hizo hincapié en las responsabilidades de los centros formativos como universidades y unidades académicas formadoras de profesoras, de integrar en las mallas curriculares los conocimientos sociohistóricos y didácticos, para enfrentar el reto pedagógico que significa educar a jóvenes y adultos en contextos de encierro.
El IV Seminario Internacional de Prácticas Pedagógicas en Contextos de Encierro, Perspectivas Interdisciplinares, se realizó los días 27 (en la Facultad de Ciencias Sociales), 28 (Universidad Católica Silva Henríquez) y 29 de agosto (Universidad de Playa Ancha), con entrada liberada. La actividad recibió investigaciones en póster, ponencias y comentarios de académicas y académicos, profesionales y expertos, además de invitados internacionales de España, México y Uruguay, que expusieron en los paneles Trayectos de Exclusión; Mujer y Cárcel, desafío para la Educación; Educación Carcelaria y Derechos Humanos; Humanización en Contextos de Encierro y el foro: Políticas Públicas en Materia de Educación en Contextos de Encierro. |