Este 2019, y gracias a la información proporcionada por Formulario de Caracterización Estudiantil (FOCES), la Universidad de Chile, a través de su Dirección de Bienestar Estudiantil (DIRBDE), desarrolla el primer modelo de sobrecarga no académica.
Su objetivo es alertar a las y los jóvenes sobre usos de tiempo que afectan su participación en la vida universitaria y aumentan el riesgo de deserción, entregando información actualizada a los equipos académicos y de bienestar para que coordinadamente orienten a quienes lo necesiten en el uso de la red de soportes estudiantiles disponible.
El modelo se basa en variables no académicas a las que se les asigna una equivalencia en horas, considerando, de lunes a viernes, seis horas de estudio presencial, cinco para hacerlo de manera autónoma, y ocho para dormir. Proyectado semanalmente, quienes exceden las 25 hrs. en actividades laborales, de cuidado, transporte, acceso a servicios u otras, son considerados/as en “situación de riesgo”, al verse afectada su calidad de vida y con esta el normal desarrollo de las actividades académicas y extracurriculares.
Aspectos considerados por el modelo y primeros resultados
El modelo de sobrecarga no académica considera las siguientes variables: condición de trabajador/a, maternidad o paternidad, existencia de integrantes del grupo familiar con enfermedad catastrófica, situación de discapacidad, inexistencia de un espacio adecuado para el estudio, carecer de computador propio e internet en el hogar, tiempos de traslado hasta el lugar de estudios, dedicación a actividades extracurriculares.
La primera aplicación del modelo arrojó que 4.040 estudiantes (58% mujeres) se encuentran en situación de riesgo, lo que equivale al 14,25% de los/as registrados/as en FOCES. Algunas cifras preocupantes aluden, por ejemplo, a las y los estudiantes trabajadores, quienes, en su amplia mayoría (1.137, 94% de las y los jóvenes en esta condición) cuenta con extensas jornadas laborales y tiempos de traslados a sus hogares.
Otro ejemplo dice relación con 184 estudiantes madres y padres (54,9% de ese grupo) que presentan una carga horaria comprometida superior a 25 horas, debido a la necesidad de coordinación del cuidado del hijo/a, amamantamiento, controles médicos, apoyo escolar, entre otros aspectos.
Esta información es significativa, ya que permite acompañar e intervenir en aquellos estudiantes que presentan dificultades, estableciendo acciones vinculadas a la flexibilidad académica, generación de programas de apoyo centrales y locales, vinculación con redes externas, a fin de facilitar el tránsito académico y acoger apropiadamente a la diversidad de perfiles que conforman la matrícula", señala Ann Fleet, Jefa de Gestión y Proyectos de la DIRBDE.
Desafíos 2020
Para facilitar y optimizar la visualización de este modelo, la Dirección de Bienestar y Desarrollo Estudiantil (DIRBDE) está desarrollando una plataforma que permita a cada estudiante y sus respectivas oficinas de bienestar revisar el estado de sobrecarga registrado en FOCES, activando los mecanismos de apoyo necesarios en cada caso.
Este sistema será lanzado el 2020, de allí la importancia de promover la participación en el censo estudiantil de pregrado a través de FOCES:
Pie: Información reportada por la comunidad estudiantil de pregrado, durante el proceso de FOCES 2019.
Quienes deseen postular a las becas y beneficios internos de la Universidad, deberán, además de completar FOCES, solicitar a su asistente social una entrevista de acreditación, instancia en la que se entrega toda la documentación solicitada.