“Las personas mayores son vulnerables a enfermarse severamente por COVID-19, en especial aquellos frágiles con patologías crónicas preexistentes como hipertensión, diabetes o enfermedades respiratorias", comenzó por señalar la académica de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas, Marcela Jirón, quien enfatizó en que “toda la comunidad debiera acoger las recomendaciones que ha dado el Ministerio de Salud de Chile y la Sociedad Chilena de Geriatría y Gerontología para las fases 3 y 4, en relación a la prevención del contagio y la atención profesional de estos pacientes”.
La química farmacéutica expresó que “entre las recomendaciones entregadas por los especialistas se describen el conjunto de signos y síntomas sugerentes de COVID-19 y advierten que en personas mayores puede presentarse en forma atípica o diferente a la observada en adultos contagiados con este virus”. En personas mayores puede presentarse con escasa tos; la fiebre axilar sobre 37,8°, o puede presentarse sin fiebre. Del mismo modo, el dolor de garganta puede asociarse a decaimiento y la dificultad respiratoria puede vincularse a desorientación o agitación.
“La presentación atípica de signos y síntomas en personas mayores con COVID-19 puede dificultar la detección y con ello retrasar la atención de estos pacientes, por lo tanto, es importante estar informados y atentos a cualquier cambio que sea sugerente a contagio para actuar precozmente”, expresó la académica.
Entre las recomendaciones para adultos mayores, la Dra. Jirón indicó “lavar manos frecuentemente con jabón por al menos 20 segundos, aumentando hasta 60 segundos en caso de manos visiblemente sucias o que hayan tocado superficies contaminadas". En caso de no poder lavarse las manos con jabón, "limpiar con alcohol gel al 70 por ciento por al menos 20 segundos o hasta secar, sin soplarlas”. Asimismo, la profesora Jirón enfatizó en otras recomendaciones difundidas por las autoridades de salud como “evitar tocarse la cara, ojos, nariz o boca con las manos sin lavar, cubrir la cara con la parte interior del codo o con un pañuelo desechable al estornudar o toser y botar inmediatamente el pañuelo después de usar, no usando pañuelos de tela”.
Limpieza de superficies en los inmuebles
Asimismo, la académica de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas hizo referencia al cuidado del hogar y su higiene: “limpiar superficies o espacios públicos (no incluye establecimientos de salud) con productos desinfectantes, tales como alcohol al 70 por ciento en áreas pequeñas, superficies que se dañan con el cloro y en productos reutilizables (como termómetros)”.
La profesora Jirón también recomendó el uso de hipoclorito de sodio al 0,5 por ciento para superficies, como utensilios y juguetes. "El cloro doméstico (hipoclorito de sodio) suele ser al 5 por ciento, por lo que se recomienda diluirlo en agua: por cada 450 cc de agua, agregar 50 cc o 4 cucharadas soperas de cloro doméstico”, dijo. Otra alternativa es el agua oxigenada (peróxido de hidrógeno 0,5 por ciento). Respecto a los desinfectantes comerciales en spray no se recomienda utilizarlos.
Del mismo modo, la Dra. Jirón relevó la importancia de ventilar los espacios físicos y mantener su higiene. “Hay que recordar que estudios demuestran que el virus tiene una persistencia desde horas hasta 9 días dependiendo de la superficie. Por lo tanto, es necesario desinfectar periódicamente, teniendo presente que papeles, recetas médicas, pasamanos, manillas, llaves, celulares, baños, entre otros, son fuentes de contagio de Covid-19”, aseguró.
Recomendaciones para el adulto mayor
La Dra. Jirón insistió en el cuidado del adulto mayor en cuanto a mantener el aislamiento social. “Se debe restringir visitas durante al menos los próximos 30 días contados desde el 16 de marzo de 2020”, señaló. Sugirió también “promover el contacto seguro (teléfono o redes sociales), que disminuyan o eviten la carga emocional del aislamiento”, tomando en cuenta que el periodo de aislamiento puede extenderse según la propagación de COVID-19 en el país.
Respeto al uso de mascarilla, explicó, “se debe usar sólo si está enfermo o cuida a un enfermo contagiado” ya que puede generar desabastecimiento para quienes realmente lo necesitan, como profesionales de la salud, pacientes inmunodeprimidos, entre otros. Del mismo modo insistió en vacunar contra influenza, evitando aglomeraciones y evitar la asistencia de personas mayores a centros de salud. “El MINSAL pospuso cualquier atención, incluyendo controles médicos y cirugías programadas hasta que pase la emergencia sanitaria. El retiro de medicamentos desde el CESFAM o una farmacia puede ser realizado por un cuidador o familiar”, afirmó.
Llamó también a promover el desarrollo de actividades de autocuidado, evitando el reposo a no ser que esté indicado por el médico, controlar la adherencia a los tratamientos, evaluar activamente los parámetros que aseguren la compensación de enfermedades preexistentes. La académica recalcó también la necesidad de “identificar y ayudar a personas mayores que no cuenten con redes de apoyo”.
Uso de medicamentos
De acuerdo a la experta de nuestro plantel, químico-farmacéuticos de diferentes farmacias del país han alertado sobre el aumento en la demanda de algunos productos farmacéuticos como complejos vitamínicos o suplementos de minerales. En este sentido, aseguró que éstos “no cuentan con evidencia que sustente su uso en la prevención del contagio por COVID-19 o que disminuyan su severidad”, añadiendo que su uso innecesario “puede aumentar el riesgo de eventos adversos, aumentar el riesgo de contagio al acudir a la farmacia, causar desabastecimiento de dichos productos para quienes realmente los requieren, y aumentar el gasto en salud, entre otras consecuencias”.
“Es muy importante que las personas mayores no se automediquen porque pueden descompensarse o causar efectos adversos graves o que aumenten la susceptibilidad al contagio o a presentar formas severas de COVID-19”, dijo. Agregó que “al parecer uno de los principales desafíos en Chile en cuanto al manejo de personas mayores con COVID-19, especialmente frágiles, será detectar precozmente signos y síntomas atípicos de contagio en este grupo de pacientes, contar con el acceso suficiente y oportuno a medicamentos que sean costo-efectivos para el manejo de infecciones severas por esta patología. De otra manera, nos veremos enfrentados a la cruel pero necesaria decisión de elegir a qué paciente tratar en el contexto de recursos limitados”, concluyó Jirón.