"Al día de ayer habían cerca de 417 mil personas contagiadas en el mundo por COVID-19, con más de 18.500 muertes acumuladas. La velocidad de duplicación de personas fallecidas ha sido aproximadamente de seis días y ya estamos en una curva exponencial a nivel global. Los brotes epidémicos en general tienen esa forma de comportamiento, y la pregunta siempre es, ¿cuándo llega el peak?", dijo el médico cirujano y doctor en Salud Pública, Cristóbal Cuadrado, al momento de comenzar a exponer sobre la situación sanitaria actual, en el marco de una nueva transmisión en línea realizada por la U. de Chile a través de Facebook.
"Hasta ahora China, Italia, España e Irán son los países más afectados. Italia es el país que tiene una mayor tasa de muertos por millones de habitantes. En Chile tenemos 1.306 personas confirmadas, que no es necesariamente el número total de personas infectadas; hay cuatro personas fallecidas, 44 personas hospitalizadas de las cuales más de la mitad están en ventilación mecánica. Hoy la autoridad informa además que hay cuatro personas con un pronóstico incierto, lo que podría interpretarse como personas en extrema gravedad", repasó el experto, quien luego y pasó a responder las preguntas realizadas por quienes se conectaron a la transmisión, y que correspondieron a las siguientes:
¿Es efectivo en este momento decretar la cuarentena total en siete comunas de la RM o sería más recomendable tomar medidas más severas?
Lo razonable sería decretar una cuarentena total en toda la Región Metropolitana. Decretar una cuarentena en solo algunas comunas tiene varios problemas. La primera de ellas es que es difícil de implementar y genera flujos dentro de la ciudad que se van a seguir manteniendo. Segundo, yo creo que hay dudas razonables al momento de plantear que el brote está contenido en esas comunas exclusivamente.
Si esta medida se hubiera implementado hace una semana, uno podría haber pensado que era algo razonable, debido a que inicialmente estaba muy contenido, pero han pasado muchos días, sabemos que hay un subdiagnóstico importante, retraso en la entrega de los test, entonces es poco probable que esté contenido.
Es clave para enfrentar una epidemia el interrumpir la cadena de transmisión del virus, y esto se puede realizar de dos formas que son complementarias: identificar y aislar a todos los casos, y lo otro, incrementando la distancia entre las personas. Si lo primero no se hace rápida y efectivamente, lo segundo pasa a ser mucho más importante. Y lo que ha pasado en Chile es que la capacidad de diagnóstico se ha incrementado mucho más lento, que a muchas personas se les manda para la casa sin hacerle test y que además muchas personas no están cumpliendo sus cuarentenas y aislamientos. En ese escenario es imposible pensar que sólo detectando y aislando vamos a poder contener esta epidemia. Y por eso, se hace imprescindible avanzar como medida complementaria en una cuarentena al menos de la Región Metropolitana, que nos de más tiempo para mejorar la capacidad de diagnóstico, testeo y aislamiento de casos, que es fundamental.
Con las últimas restricciones en marcha a lo largo del país, ¿qué podríamos esperar respecto a la tendencia del ritmo de contagios?
Siempre es difícil predecir lo que va a pasar en el futuro. Podemos hablar de lo que sabemos hasta ahora, y en ese sentido sabemos que la ciudad de Wuhan en China, que fue la primera que implementó una cuarentena muy estricta y muy temprana, llegó al peak de casos aproximadamente a las dos semanas del cierre y a los dos meses eliminaron los nuevos casos dentro de la ciudad. Ellos complementaron el cierre con una búsqueda muy intensiva de casos. Italia y España implementaron el cierre de forma mucho más tardía y en esos lugares todavía no vemos el peak, los casos siguen incrementándose a diario. Entonces, al parecer, mientras antes se tomen medidas estrictas y se haga una búsqueda más activa de casos, es más probable que uno pueda contener el virus de forma más precoz, y salir más rápido de la crisis.
Respecto a Ñuble y la Araucanía, que son dos regiones donde hay una gran cantidad de casos, hay que fijarse en dos cosas: la tasa de casos y la trazabilidad. Si uno todavía puede trazar todos los casos a un contacto conocido, en ese caso todavía la estrategia de diagnóstico activo y aislamiento, puede ser efectiva por sí sola. En la medida en que tenemos casos que no son trazables, esa medida por sí sola, deja de ser efectiva y necesitamos complementarla con aislamiento social.
Un problema que estamos teniendo en todo el país es que tenemos poca información y esa información está llegando tarde. Por lo tanto, eso hace que estemos un poco a ciegas respecto a si es el momento de cerrar Temuco también. Y ese es un problema que necesitamos resolver urgentemente, porque sin información transparente y oportuna no es posible tomar buenas decisiones.
¿Cómo se explica que España e Italia tengan tasas tan altas de contagiados y fallecidos, y por qué se compara a Chile con estos países más que con otros?
Hay muchas cosas respecto a esta epidemia que lamentablemente vamos a terminar de entender cuando ya haya pasado, hay mucho que estudiar y aprender de lo que haya pasado. Todo lo que decimos hoy es un análisis que a veces puede ser apresurado pero es la información que tenemos a la mano.
Una diferencia de España e Italia respecto a los países asiáticos, si uno puede hacer una comparación de quiénes les ha ido mejor y peor, tiene que ver con su estructura poblacional, mucho más envejecida, y estos son grupos que tienen mucho más riesgo de tener enfermedades severas. Lo otro, tiene que ver con patrones sociales. Las culturas latinas, como también la chilena, tienen mucha más interacción social, más contacto físico, más relación intergeneracional también. Todo eso podría haber funcionado como patrones de incremento de la epidemia.
Creo que otro factor muy importante es lo tardío de las medidas. En los países asiáticos, tanto la estrategia china en que se enfatizó el cierre, como en las estrategias de Corea del Sur y Singapur donde hubo más testeo, se implementaron las medidas muy rápidamente y eso tiene que ver con que tenían experiencias previas. Ellos pasaron por el SARS hacer algunos años, estaban mucho más preparados en términos culturales, y sus autoridades también estaban mucho más preparadas, y creo que en eso se diferencia mucho la situación de Asia con lo que pasa en España e Italia, y lamentablemente yo creo que en muchas dimensiones estamos más cerca de estos últimos, que de los países asiáticos.
¿Por qué en Alemania tienen tantos contagiados y un porcentaje mucho más bajo de fallecidos que otros países?
El caso alemán es quizás uno de los más interesantes, porque está muy cerca de los países de mayor contagio y está muchísimo mejor que Francia, España o Italia. En Alemania el factor edad no ha sido tan importante y la transmisión ha sido mucho más contenida en grupos de edades medias; no ha pasado en tanta cantidad, como en Italia y España, en grupos de mayor edad, y eso en parte explica por qué tienen menores tasas de letalidad.
También podría explicarse porque han testeado mucho más, su tasa de testeo es muchísimo más alta que el resto de los países europeos y se parece más a la de los países asiáticos, lo que significa que tienen mayor claridad respecto al total de contagiados. En España e Italia ahora están testeando solo a los casos graves. Por otro lado está el sistema de salud, y puede que efectivamente hayan algunas cosas del sistema de salud alemán -que hay que estudiar todavía-, que hagan que esté un poco mejor preparado para responder a la epidemia.
A este ritmo de contagios y considerando las medidas que se han ido tomando, ¿cuánto tardaríamos en llegar al peak de contagios y en cuánto tiempo podríamos empezar a salir de esta emergencia?
Hay muchos grupos académicos realizando simulaciones para tratar de estimar escenarios posibles y responder a este tipo de preguntas. No obstante, hay que ser muy transparentes de que eso está sujeto a muchas incertidumbres, entre ellas, los datos disponibles. Hay pocos datos disponibles, y también hay algo de retraso, por lo que hay que tener cuidado con las proyecciones.
Algo que prudentemente podemos decir es que al menos hasta el final del invierno vamos a estar en una situación compleja desde el punto de vista sanitario. Todos los inviernos son complejos y este va a ser especialmente más complejo, porque además de todos los virus respiratorios habituales, estamos con este coronavirus que está con una curva claramente al alza. Es poco probable que antes del fin del invierno nuestras vidas cotidianas vuelvan a ser normales.
El grupo del profesor Tomás Pérez, que está asesorando al ministro de Ciencias, estima que con las medidas actuales, incluyendo el cierre de parte de la Región Metropolitana, se debía disminuir en alrededor de un 40 por ciento los casos en el momento del peak, y ese peak debería ser a mediados de agosto. No obstante, hay muchas otras proyecciones que yo he visto de gente muy capacitada que hablan de un peak mucho más temprano, a fines de abril o principios de mayo. Eso es lo que sabemos, yo no me atrevería a casarme con una predicción en particular. Creo que esto probablemente va a tomar muchas semanas y meses.
Sobre el tema de comunicación de los datos, ¿cuál es la importancia del manejo de estos? ¿Se podría entregar más información a la opinión pública?
La transparencia de la información es clave para poder tener la confianza de la ciudadanía, eso está escrito en cualquier libro de manejo de brotes epidémicos, porque es la única manera de que la ciudadanía pueda evaluar por sí misma qué tan razonables son o no las decisiones de la autoridad.
Otro elemento relacionado con los datos -además de que nos faltan muchos como el número de test diarios que se realizan, que no ha sido transparentado de manera adecuado-, es que también hay que tener cuidado con lo que no se dice sino sobre lo que se dice. No sabemos, por ejemplo, qué tan confiable son los datos de dirección de los casos. Por el reporte que tenemos de muchos colegas, el llenado de esa información no suele ser muy fidedigna, por lo tanto, tomar decisiones con la cantidad de casos que hay por comuna, puede estar sujeto a sesgos importantes.
¿Cómo puede ayudar la vacuna de la influenza en este contexto de crisis? ¿Fue correcta su implementación considerando que gatilló grandes aglomeraciones de gente?
La campaña de vacunación en grupos de riesgo es muy importante y es correcto también que la autoridad haya perseverado en esto, lamentablemente la forma en que se implementó no tuvo resguardo. El tema de las aglomeraciones es parte del problema de la implementación que hemos visto hasta ahora.
La razón por la que se espera que se vacune la gente contra la influenza no es para protegerse del coronavirus, sino para que grupos de riesgo que podrían contagiarse simultáneamente con los dos virus o por influenza, van a tener menor riesgo de hospitalizarse o de tener riesgos severos, y dado que esperamos tener un sistema de salud muy sobrecargado, cualquier caso que pueda prevenirse es muy deseable. La mayor parte de los vacunatorios ahora están yendo a lugares, difiriendo la vacunación, entonces, yo creo que la implementación esta semana ha sido más adecuada y el llamado a la ciudadanía es a vacunarse si es de un grupo de riesgo.
¿Qué estrategias podría tomar el Estado para evitar un colapso del sistema de salud?
Las medidas dentro del sector público tienen que ver con convertir camas básica a camas de mayor complejidad, dotándolas de equipamiento como ventiladores mecánicos, infraestructura necesaria y recursos humanos.
Los pabellones quirúrgicos también pueden ser utilizados como UCIs porque tiene ventiladores mecánicos y personal calificado para utilizarlo. Se necesita también expandir la capacidad, por ejemplo, la entrega precoz de hospitales en construcción es una excelente idea.
Sobre el tema de utilizar otros espacios, muchos países han utilizado hoteles, gimnasios, todo tipo de infraestructura para incrementar cuidados, sobre todo en casos más leves. Hay que decir que eso no requiere pago, la autoridad sanitaria dado que está en un estado de catástrofe puede disponer el uso de recintos privados sin la necesidad de pagar por ello. En ese sentido, por ejemplo, habido una controversia innecesaria por lo de Espacio Riesco.
Más allá de la cuarentena total, ¿hay medidas más severas que se podrían tomar?
La cuarentena total en términos de distanciamiento social es la medida más extrema. Puede variar mucho la forma en que se implementa. La cuarentena implementada en Wuhan fue muchísimo más estricta que la que implementó Corea del Sur, en eso hay variabilidad y se pueden tomar medidas distintas para el cumplimiento de la cuarentena.
¿Nuestro sistema de salud tiene las condiciones materiales y humanas para enfrentar una crisis de estas características?
Eso depende en gran medida de cuánto seamos capaces de aplanar la curva en estas semanas en que se están tomando medidas preventivas. Si no se hace nada, con toda seguridad no tenemos la capacidad de responder. En la medida que hemos implementado medidas como el cierre de escuelas, uno espera que la cantidad de caso disminuya. En ese escenario podemos ser capaces de responder, pero esto va a significar un gran desafío para el sistema de salud y para todos los recursos humanos, que posiblemente en un gran porcentaje -20 o 30 por ciento-, se van a enfermar también. Entonces, debemos tener medidas de protección muy estrictas para ese grupo, y hoy sabemos que en los hospitales hay déficit de esas medidas de protección.
¿Qué medidas se podrían implementar fuera de la capital para contener el avance del COVID-19, considerando la geografía del país con tantas zonas alejadas?
La respuesta fundamental es que la estrategia debe tener una pertinencia local y territorial en cada uno de los territorios. Lo que instituciones como la Escuela de Salud Pública y Colegio Médico han dicho, es que tienen que implementarse mesas de trabajo en cada una de las regiones al menos, en las que estén presentes la autoridad sanitaria, la intendencia, los alcaldes y autoridades del mundo de la salud en general para que puedan evaluar cuáles son las medidas necesarias para cada lugar y cuál es el momento para hacerlo.
Otra cosa fundamental es incrementar la capacidad que tienen los equipos locales de las seremis para poder hacer la vigilancia epidemiológica. El llamado es a que éstos se organicen, porque desde el nivel central va a ser imposible dar todas las directrices para cada situación local.