Problemas de conectividad a internet, dificultad para acceder a dispositivos electrónicos, e insuficiente capacitación sobre manejo de plataformas online entre docentes, son algunos de los conflictos que visualizaron académicos de la Universidad de Chile respecto a la nueva modalidad educativa en Chile, tras el cierre de establecimientos educacionales durante los dos primeros meses del año académico.
Las decisiones gubernamentales en este ámbito han sido polémicas, pues durante las vacaciones de invierno habían anunciado la intención de regresar a clases presenciales alineándose con el “Plan de Retorno Seguro”. Esta propuesta fue desechada rápidamente por las autoridades municipales a lo largo del país, debido al gran riesgo de contagio al que se verían enfrentados los estudiantes.
Para el Vicerrector de Investigación y Desarrollo, Flavio Salazar, “la emergencia sanitaria ha requerido implementar nuevas plataformas para generar una mejor capacidad de conexión y educación online. Este proceso también tiene aspectos socioeconómicos que deben ser abordados. No todos los escolares y universitarios tienen las mismas oportunidades y condiciones de vida. Por eso, los esfuerzos de la U. de Chile están puestos en mantener un diálogo permanente respecto a estas nuevas necesidades y también en poner a disposición herramientas de guía para la gran mayoría de estudiantes y docentes a lo largo del país”.
El Ministro de Educación, Raúl Figueroa, anunció el pasado 23 de abril, el regreso a la modalidad de aprendizaje remoto hasta que las condiciones sanitarias permitan volver a clases presenciales, sin embargo, los expertos de la Casa de Bello aseguran que el país no está preparado para brindar una educación virtual de calidad. La última encuesta Pulso Ciudadano de Activa Reaserch, señala que el 81,5% de los jóvenes manifestó rechazo por las medidas gubernamentales, mientras que un 74,3% consideraron suspender el semestre y retomar las actividades académicas una vez controlada la pandemia.
Desigualdad en la educación: el desafío de aprender online
De acuerdo con la Superintendencia de Educación Escolar, entre las condiciones ambientales mínimas para un espacio de estudio destaca una buena iluminación, ventilación y contar con inmobiliario adecuado. Pero esta realidad se ve alejada en las 632 localidades, distribuidas en 170 comunas del país, que no poseen acceso a internet según cifras entregadas por el Ministerio de Desarrollo Social.
La psicóloga educacional y Académica de la Facultad de Ciencias Sociales (FACSO) de la U. de Chile, Sonia Pérez, explicó que la pandemia genera vulnerabilidades adicionales a las ya existentes. “Es muy difícil concentrarse en actividades escolares cuando se vive incertidumbre sanitaria, económica y desprotección social, con factores estresores de la vida cotidiana, como hacinamiento y aislamiento digital. Los desafíos no tienen relación única con los recursos económicos, sino también con los culturales. La complejidad de enseñar y aprender en casa es distinta para cada estrato socioeconómico, ya que dependerá del valor que se le asigne en el grupo familiar”, comentó.
La Profesora Pérez destacó que en la psicología educacional se considera la importancia de respetar los estilos y ritmos de cada estudiante. “El peligro estaría en poner las tareas como una obligación sin sentido que, si bien da tranquilidad social a la familia, amenaza con quitar el valioso tiempo de recreación y convivencia colectiva de niños y niñas. Es necesario darles tiempo a actividades de ocio y de aprendizaje en una práctica diaria que no replique exactamente a la escuela, pues esto sería un intento de normalización artificial en un contexto que es demasiado excepcional. Una rutina nueva ayudará a la contención emocional y previene sensaciones de angustia y ansiedad”, agregó.
Por su parte, la investigadora del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE), Carmen Sotomayor, valoró el esfuerzo que han realizan los docentes para adaptarse a esta nueva forma de educar, pero exige preocuparse por la desigualdad. “El Ministerio ha hecho algo valioso al crear una plataforma online para que los niños, en su gran mayoría, puedan acceder a las actividades educativas. Sin embargo, no se puede reemplazar el trabajo presencial en el aula. La interacción y la retroalimentación son muy importantes para el aprendizaje y es muy difícil lograrlo en un hogar en donde no se encuentren las condiciones. Esto impacta directamente en los escolares, ya que se pueden sentir responsables de la situación”, comentó.
Las expertas aseguran que el gran problema de esta situación es quiénes se encargan de guiar los estudios de los niños cuando madres y padres deben seguir trabajando. La Profesora Sotomayor considera que hay que buscar herramientas para que los estudiantes comprendan la situación por la que atraviesa el país. “Los niños son muy curiosos y como apoderados debemos aprovechar esta instancia para que ellos puedan expresarse y hablar, porque la oralidad es un ámbito importante en la educación, pero se trabaja poco. En este periodo también es relevante reforzar la escritura y la lectura, pues así podrán informarse, generar opinión y expresar sus sentimientos”, detalló.
Herramientas tecnológicas y apoyo docente para la educación superior
En cuanto a la educación superior, el Académico de FACSO y miembro del Comité Ejecutivo del Observatorio de Políticas Educativas (OPECH), Rodrigo Sánchez, se refirió a la cantidad de horas que podrán dedicarle los jóvenes universitarios a este ítem. “Muchos estudiantes deben cumplir con otras responsabilidades, como el cuidado de personas adultas mayores y los quehaceres del hogar. A eso se le suma que alrededor del 30% de ellos no cuentan con acceso fluido a internet y que las plataformas online no son tan efectivas para una buena comunicación. Además, muchas veces los profesores no tenemos conocimiento profundo sobre los alcances de la tecnología, porque no estamos suficientemente capacitados. Esto es una realidad que debemos considerar antes de preguntarnos cómo vamos a avanzar en el año académico o en cómo vamos a evaluar”, destacó.
La U. de Chile ha implementado un Plan de Acompañamiento Virtual que compila información, materiales y herramientas para acompañar el proceso formativo de los estudiantes en sus clases online. A su vez, se habilitó la Mesa de Ayuda con un equipo de monitores y tutores que atienden consultas en tiempo real a través de un chat abierto de 14:00 a 16:00 horas.
En el sitio web también se encuentra un instructivo elaborado junto a los Centros de Enseñanza y Aprendizaje Locales, para guiar a los docentes en la preparación de las cátedras. En tanto, los estudiantes que no cuentan con acceso fluido a internet de acuerdo con su acreditación FOCES, podrán optar por la adquisición de uno de los 2.000 chips de tráfico ilimitado para Tablet y smartphones.
El Profesor Sánchez concluyó que esta situación va más allá de la disposición de las universidades o establecimientos educacionales. “Es importante que, para tomar medidas realistas y oportunas en el ámbito de la educación, se pueda generar un espacio de diálogo fluido, como una mesa social con todos los actores, profesionales y expertos del rubro. Puede sonar un poco exigente, pero somos los docentes, las instituciones educacionales y los estudiantes quienes debemos encontrar una forma para confluir a partir de nuestras experiencias”, culminó.
Al costado derecho de la pantalla, encontrarás algunos consejos entregados por los expertos UCH para la eduación remota.