Como resolución de la convocatoria 2019 al Concurso Anillos de Investigación en Ciencia y Tecnología de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), el proyecto liderado por Javier O. Morales, académico de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas, fue uno de los 12 seleccionados en recibir financiamiento para “fomentar el desarrollo científico y tecnológico del país, mediante proyectos de investigación sustentados en un trabajo colaborativo, amplio y multidisciplinario”.
En el marco del proyecto se constituye el Centro de Nuevos Fármacos para Hipertensión (CENDHY por sus siglas en inglés). El proyecto, dirigido por el profesor Morales, se enfoca en la búsqueda y desarrollo de nuevas moléculas para ser empleadas como medicamentos en el tratamiento de la hipertensión, una patología crónica con alta incidencia en nuestro país.
Centro de Nuevos Fármacos para Hipertensión (CENDHY)
El grupo científico de CENDHY es un equipo interdisciplinar compuesto por especialistas con amplia trayectoria en farmacología e hipertensión. El Dr. Eduardo Soto, director de Innovación y Transferencia Tecnológica de la misma facultad, es subdirector de CENDHY, mientras que el Dr. Felipe Oyarzún, también académico de la facultad, participa como Investigador Asociado. Los investigadores de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Dra. María Paz Ocaranza y Dr. Jorge E. Jalil, este último en su rol de actual vice presidente de la Sociedad Chilena de Hipertensión; y la investigadora de la Universidad Andrés Bello, Dra. Eyleen Araya, complementan el equipo de colaboración multi-institucional.
Entre los objetivos de CENDHY se encuentra también promover la cooperación internacional, vinculando al equipo de investigación con colaboradores que aportarán desde su experticia en el desarrollo de sistemas de liberación, metodologías analíticas, síntesis y análisis de péptidos y fármacos biológicos, y angiotensina como molécula clave en la hipertensión.
El desarrollo de nuevos medicamentos es un proceso largo que involucra estudiar la composición química, la concentración efectiva en la que ejerce su efecto terapéutico, la ruta que sigue la molécula en el cuerpo humano, la velocidad a la que actúa y los efectos secundarios que podría presentar, entre muchos otros aspectos. La naturaleza de un nuevo medicamento es tan importante como el sistema de entrega.
“La tecnología bucal de entrega de fármacos por impresión inkjet de proteínas y péptidos para la fabricación de películas poliméricas que hemos desarrollado nos va a permitir elaborar sistemas de acción rápida que simulan la velocidad de una inyección, pero sin la necesidad de agujas para que la molécula ingrese rápidamente al organismo”, señaló el Dr. Morales.
A través de la Municipalidad de Independencia y en conjunto con ACCDiS, desde CENDHY trabajan en el proceso de co-construcción de un proyecto dirigido a organizaciones de personas mayores de la comuna. “La idea es diseñar un librillo que podamos llevar a estos grupos para que puedan conocer de la patología, sobre vida sana conducente a un buen envejecimiento, y conocer en lo que estamos trabajando en el proyecto de investigación”, explica el investigador, quien agregó que “además nos interesa recoger sus impresiones, sus experiencias con enfermedades cardiovasculares y tratamiento con medicamentos, y por sobre todo poder aportar desde nuestra vereda a que mejoren su salud”.
Como proyección, los investigadores esperan que, posterior a la validación clínica, los productos desarrollados se puedan poner a disposición de la sociedad mediante un proceso de transferencia tecnológica, que implica patentar un producto farmacológico para hipertensión y con ello la posibilidad de lanzarlo al mercado para ser empleado como tratamiento bajo indicación médica por pacientes en Chile y el mundo.
Hipertensión arterial: una patología crónica de alta prevalencia
Las denominadas “enfermedades de base” o enfermedades crónicas han adquirido particular atención a causa de la pandemia por COVID-19, de donde la hipertensión arterial es la principal comorbilidad en pacientes hospitalizados por esta enfermedad, según ha indicado el Ministerio de Salud.
Se estima que un 27,6 por ciento de la población chilena tiene hipertensión, que afecta fuertemente a las personas mayores de 65 años. Cerca del 60 por ciento de los pacientes hipertensos sigue un tratamiento farmacológico con medicamentos anti-hipertensivos (ENS 2016-2017, MINSAL). La hipertensión es una patología que se puede controlar y con ello tener una buena calidad de vida, por ende mejorar los tratamientos farmacológicos actuales resulta fundamental.
A nivel mundial la hipertensión arterial tiene una prevalencia cercana al 26 por ciento y se proyecta aumente hasta un 29 por ciento para el año 2050; lo mismo ocurre en nuestro país, principalmente producto del envejecimiento de la población.