De acuerdo a reportes en redes sociales, cifras de denuncias por uso irregular de elementos pirotécnicos ante la PDI y cantidad de menores heridos por uso casero en la Corporación de Ayuda al Niño Quemado (Coaniquem), este año ha aumentado el uso de fuegos artificiales en sectores residenciales.
Y junto al alarmante aumento de niños y niñas lesionados, que entre diciembre de 2019 y enero de este año crecieron en un 144 por ciento, la académica de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias, Paola Ledesma, advierte sobre el efecto de su uso irregular en los animales.
“Su uso en barrios y plazas es mucho más perjudicial que en los shows pirotécnicos”, apunta la experta, quien también atiende en el Hospital Veterinario de la Universidad de Chile. Esto, ya que si bien todo fuego artificial tiene un efecto nocivo, la falta de regulación, medidas de protección y uso por personas no capacitadas aumenta potencialmente la posibilidad de un mal manejo y, por lo tanto, un accidente.
“Si se usan fuegos artificiales en barrios o casas, eso puede aumentar los accidentes por quemaduras, traumas oculares en personas y mascotas, o también atropellos por perros que reaccionan huyendo”, señala, añadiendo que el aumento y normalización de los fuegos artificiales “lo focalizamos en nuestras mascotas domésticas, pero también tiene efectos en la fauna silvestre, en pájaros que viven en las ciudades y también si ocurre en zona rural, en los animales de granja", acota la especialista.
Co ello, advierten, los animales "sufren la misma ansiedad y estrés, por la falta de capacidad de entender qué es lo que está ocurriendo, y en el caso de las aves, con ruidos extremos, hay especies que colapsan y pueden morir. No tienen manejo de estrés y una liberación adrenérgica, neurotransmisores que se liberan cuando nos asustamos mucho, no tienen cómo manejarla”.
Consejos para las mascotas
Junto con llamar a no utilizar ni comprar fuegos de artificio, la veterinaria entrega algunos consejos para proteger a las mascotas domésticas. “Lo más importante es darles previamente un lugar donde se sientan protegidos y les sea familiar”, explica, en especial si la mascota ya ha pasado por celebraciones anteriores y se ha visto afectada notoriamente por este estrés.
El o la dueña es quien conoce mejor a su mascota, por eso es importante estar atento a su comportamiento y ver si está más estresado de lo normal. Los síntomas clásicos del estrés son vómitos, diarreas e inapetencia y no deberían prolongarse por más de 48 horas; si esto llega a ocurrir, se recomienda llevar a control con el especialista.
Otros aspectos prácticos son aumentar el tiempo de juego o paseo para que tengan un sueño más profundo. “También podemos dejarlos en una habitación cerrada con luz tenue, con las cortinas y ventanas cerradas, sin descuidar la ventilación. Se deja con comida, un lugar para descansar y con música clásica en volumen moderado que le permita evitar los ruidos de afuera”, recomienda la Dra. Ledesma, junto con advertir que la automedicación puede ser peligrosa y cualquier medicamento debe ser prescrito por un profesional.
Junto con ello, destaca que es fundamental tener bien identificadas a las mascotas, para que en caso de que reaccionen al estrés con una huida, pueda ser hallado rápidamente.