Hoy a las 12 horas comenzó la audiencia pública del TC por el requerimiento de inconstitucionalidad presentado por diputadas y diputados de la oposición contra el controvertido proyecto de Ley de Migraciones. Diversos movimientos, asociaciones, universidades y políticos presentaron sus reparos y observaciones a este proyecto que fue despachada en el Congreso los primeros días de diciembre del año pasado.
En la sesión presentaros diversos representantes de la sociedad civil, además de parlamentarios y universidades. La Académica de la Casa de Bello, María Emilia Tijoux fue la encargada de representar a la Cátedra de Racismo y Migraciones de la Universidad y explicó las consecuencias y efectos sociales que tendría una ley migratoria tan restrictiva en la vida de las personas migrantes que viven en Chile. La Profesora expuso tomando como referencia el trabajo e investigaciones que se han realizado en la Cátedra y en el Proyecto Anillos sobre Migraciones Contemporáneas.
Esta nueva ley busca reemplazar a la creada en 1975 por la dictadura y estuvo discutiéndose cerca de ocho años en el congreso. La norma contempla crear un Servicio de Migraciones que entregará 13 tipos de visa con los que buscan regular el ingreso al país. Sin embargo, existen artículos que vulneran los derechos de niños, niñas y adolescentes ya que no se les entrega protección a estos cuando su acompañante en Chile es retornada o expulsada y, además, se le entregan potestades al subsecretario del Interior para expulsar a extranjeros sin causa legal definida y acusando a razones de seguridad.
La Profesora Tijoux, en su exposición indicó que migrar es un derecho humano y el viaje de las personas migrantes no es turístico. “Siempre se mantiene una valija lista, dependiendo también de la entrega de documentos dadas al ritmo de las voluntades políticas y, comenzar diciendo, que sin papeles no hay vida. Las visas diferenciadas contienen estereotipos provenientes de una afirmación muy difundida tanto por personeros de gobierno, clase política y medios de comunicaciones que señala desde hace mucho ya a la migración como un problema y no como un fenómeno social. Esta declaración lo que construye es un imaginario negativo que señala a las personas migrantes como sujetos de sospecha”, señaló.
La académica enfatizó en la situación de los niñas, niños y adolescentes e indicó que “hay muchas consecuencias que no vivencian los niños, tanto los niños nacidos en chile como los niños que llegan, porque las restricciones que hoy día vemos que da la ley que se imponen afecta a lo que consideramos todos como la familia, como núcleo fundamental de la sociedad. Entonces, cualquier problema que viva la familia efectivamente afecta al acceso y al goce de los derechos de los niños”.
Los temas abordados incluyeron críticas al retorno asistido, a la situación de las mujeres migrantes como objeto de racialización y sexualización, y también se abordó la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes como un grave problema que no ha sido abordado.
Finalmente, la investigadora de la Cátedra se refirió a la salud mental de las personas migrantes y explicó que “investigaciones recientes demuestran un sufrimiento terrible debido a resultados acumulativos de desigualdades sociales, discriminaciones racistas sistémicas, pobreza que van experimentando debido a las restricciones, la cesantía, la irregularidad el temor a expulsión, la falta de comprensión, de reconocimientos, viviendas precarias o inhabitables, alquileres abusivos, falta de agua y de alimentación provocan altos niveles de estrés, enfermedades causadas por el estrés como la hipertensión, las enfermedades coronarias o neurológicas, mayor riesgo de depresión y de suicidio y mucho estado de desesperanza. Efectivamente lo que sienten, nos dicen, es que no hay justicia para ellos y la defensa de derechos humanos tampoco coopera para sus personas”.
“Nuestras investigaciones demuestran la existencia en nuestro país de racismo en sus distintas formas. Siendo el racismo institucional el más violento debido a la violencia simbólica, cínica y callada, naturalizada que supone, por ejemplo, tratar a seres humanos de manera diferenciada en las instituciones del país. Luego, que otro tipo de racismo el racismo cotidiano se vive en sus peores expresiones parece no conmover a nadie, por eso estamos acá, para pensar que el país que queremos debe despojarse de todo racismo, trabajando y revisando, sobre todo, nuestra propia historia”, cerró la académica.