En medio de los esfuerzos por recuperar parte de la normalidad en nuestras actividades a un año del inicio de la pandemia, los colegios están de a poco retomando las clases presenciales. No obstante, la medida ha traído como consecuencia dudas y preocupaciones entre los apoderados y apoderadas por los posibles riesgos de contagio para niños, niñas y adolescentes.
Entre los factores que más preocupan se encuentra el "Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediátrico" (PIMS, por su sigla en inglés), cuadro relacionado a casos de niños y niñas que debieron ser hospitalizados y sometidos a cuidados intensivos por cuadros inflamatorios multisistémicos tras contagiarse de COVID-19.
Al respecto, el Dr. Juan Pablo Torres, académico de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, asegura que la experiencia acumulada durante este año indica que en general los menores de edad transmiten la infección menos que los adultos y presentan cuadros más leves o incluso asintomáticos, siendo entre el ocho y el diez por ciento del total de los casos a niveles nacionales.
En cuanto al PIMS, el profesor Torres hizo hincapié en que su presencia es muy poco frecuente, contabilizándose sólo 180 casos aproximadamente hasta diciembre de 2020, asociados generalmente a momentos en que existe un alza de los casos positivos, como fue entre los meses de mayo y junio del año pasado.
Sin embargo, si un menor presenta este síndrome, alertó que "puede ser grave, ya que de acuerdo a los datos nacionales e internacionales, el 70 u 80 por ciento de los niños que presentaron PIMS requirieron ser ingresados a una unidad de cuidados intermedios o intensivos", aunque si es diagnosticado adecuadamente y a tiempo, no debería haber mayores dificultades en el tratamiento, a tal punto de que no hay casos de fallecimientos en Chile.
¿Cómo identificar si un menor tiene PIMS?
El académico explicó que entre los síntomas que hay que observar destacan la presencia de fiebre fuerte superior a 38 grados durante más de un día, con síntomas de inflamación, ojos y zona de la boca colorada, o la piel con coloración. Además, destacó que a diferencia de los adultos, los menores pueden acompañar el COVID-19 con síntomas gastrointestinales como diarrea o dolor abdominal.
En caso de que presente estos síntomas, especialmente fiebre persistente por más de 24 hrs., el académico afirmó que "hay se debe consultar de inmediato en una urgencia porque puede ser la excepción, con un posible caso más complejo".
¿Riesgos por retorno a clases presenciales?
Consultado sobre la posibilidad de que casos por este síndrome puedan elevarse debido al regreso de los colegios a clases presenciales, el profesor Torres afirmó que no hay evidencia que demuestre que los colegios sean un factor que aumente el nivel de contagios, reflejando por lo general la situación de la comunidad.
En este sentido, aseguró que resulta indispensable mantener las medidas de protección personal entre los niños y niñas, pero sobre todo entre los adultos de los colegios, ya que la evidencia demuestra que la mayoría de los casos ocurren entre adultos, o desde adultos hacia los niños. "Es muy importante el uso de mascarillas, el lavado de manos, la distancia social de ojalá más de un metro entre cada puesto, y la ventilación de los espacios o actividades al aire libre".
Todo ello se tiene que complementar con las medidas establecidas en los protocolos de cada colegio en materia de infraestructura, los flujos de entrada y salidas, la eliminación de aglomeraciones de adultos, así como el uso de casinos donde las personas se sacan las mascarillas.
"Es muy importante que los padres conversen con los profesores y se informen de las medidas que han adoptado los colegios, y también que se hable con los niños, se escuchen sus preguntas y se baje su ansiedad, de manera que sepan que todos estamos haciendo lo posible para que estén bien", afirmó el académico, quien también llamó a comunicar de manera rápida en caso de que haya alguien con síntomas, de manera de disminuir las probabilidades de contagio.
Finalmente, recordó que nos encontramos en una situación dinámica, en donde se debe estar atentos a los avances y retrocesos en las medidas de precaución sanitaria, pero siempre "teniendo presente las necesidades de los niños. Que ellos recuperen sus actividades, que puedan ir a clases y compartir con sus amigos los ayuda no sólo en su educación, sino también en su salud física y mental. Lo importante es que se tomen las medidas de seguridad para tener un adecuado monitoreo de la situación, lo que se logra con la participación y colaboración de la comunidad, y las autoridades".