El 8 de enero de 1949, después de casi 20 años de lucha, el movimiento feminista en Chile consiguió uno de sus grandes hitos: el derecho a voto de la mujer. Mientras mujeres y activistas como Elena Caffarena, Olga Poblete, Flor Heredia y muchas más se consolidaban en la historia y relato feminista, Julieta Kirkwood era una adolescente. Con el pasar de los años y gracias al legado de otras mujeres antes que ella, fue parte de una generación de mujeres que gozó del acceso amplio a la educación secundaria.
Este lunes 5 de abril se cumplen 85 años del natalicio de quien es considerada la refundadora del feminismo en Chile. "Ella tuvo las posibilidades de acceder a lo que mujeres en el pasado no podían acceder", explica la académica de la Facultad de Ciencias Sociales y activista feminista, Carola Franch, quien agrega que "Julieta Kirkwood vendría a recoger la lucha de sus antecesoras enfocándose en el estudio y la academia".
Kirkwood entró a la Universidad de Chile a estudiar Sociología y Ciencias Políticas. "Ella, en el fondo, absorbe todo lo que estaba pasando en el mundo”, explica Franch. Mientras Kirkwood estaba estudiando en la Casa de Bello, en Francia se desencadenó una serie de protestas durante los meses de mayo y junio. El mayo del '68, como se conoció a este período francés con el pasar de los años, marcó profundamente la carrera académica de Julieta. Las protestas iniciaron por grupos estudiantiles que se manifestaron contra la sociedad de consumo y el imperialismo, tornándose en contra de "lo establecido" y las instituciones, como los partidos políticos, el gobierno, e incluso las universidades, en medio de un contexto de deterioro en la situación económica en el país.
“Julieta Kirkwood observó estos eventos mundiales, incluyendo, por ejemplo, la quema de sostenes en Estados Unidos”, agrega la académica Franch en referencia a la masiva protesta feminista en septiembre de 1968, en el que un gran grupo de mujeres se manifestó contra la realización del concurso de belleza Miss América.
“No hay democracia sin feminismo”
Respecto a su rol refundador del feminismo, la profesora Franch explica que esto se debe a que "existía una especie de crisis en el activismo después de conseguido el voto”. En este sentido, "Julieta investiga sobre la participación femenina en la política, y nos explica la relevancia de que las mujeres sean parte de todos los aspectos de la democracia”.
El eje de estudio de Julieta Kirkwood se enfocó precisamente en este punto: la participación de las mujeres en los espacios de poder político, y sobre todo en tiempos de dictadura. En medio de una crisis de derechos humanos, Kirkwood afirmó que “no hay democracia sin feminismo”.
“Ella afirma esto en un tiempo en el que la democracia no estaba, en el fondo vino a anteponerse a un contexto histórico”, agrega Franch. “Ella quería igualdad para las mujeres en el trabajo, en la política y en la cama (...). Cuando durante esta pandemia del 2020 y 2021, vimos cómo creció la crisis de los cuidados, podemos pensar en este concepto de Kirkwood, la igualdad y libertad también tiene que existir en la casa”.
Este 2021, en medio del primer proceso constituyente paritario en el mundo, Franch afirma que “esto totalmente lo podemos considerar un gran legado de Kirkwood. La refundación del movimiento que llevó a las mujeres a no conformarse con algunas medidas, sino que a ser parte efectiva de todos los procesos del país”.