Las demandas y desafíos de inclusión y diversidad en educación se han vuelto más urgentes con la pandemia y el consecuente cierre de las actividades presenciales en escuelas.
En ese escenario, la docencia y la formación docente no están ausentes de esos desafíos, puesto que diversos estudios plantean que la formación docente influye también en cómo los futuros docentes trabajan para disminuir las inequidades. "La formación docente puede contribuir a que los profesores estén mejor preparados para ofrecer condiciones más justas para todos sus estudiantes, pero esta orientación no está explicita ni articulada siempre en los programas formativos", explica la académica del Instituto de Estudios Avanzados en Educación e investigadora del CIAE, María Beatriz Fernández.
En ese contexto, se realizó el seminario "Cómo logramos una formación docente orientada a la diversidad y equidad", organizado por el Instituto de Estudios Avanzados en Educación y por el Programa Transversal de Educación, ambos de la U. de Chile, el pasado 20 de mayo. Su objetivo: conocer y discutir elementos conceptuales sobre una formación docente orientada a la diversidad y equidad, sus implicancias curriculares y las experiencias y desafíos de su incorporación en la formación docente en programas de pedagogía en Chile y Estados Unidos.
En el seminario participaron la profesora asociada y directora de Educación de Postgrado Stonehill College, EE.UU., Elizabeth Stringer Keefe, y Sandra Meza, Profesora Asistente del Departamento de Estudios Pedagógicos de la Facultad de Filosofia y Humanidades de la Universidad de Chile.
La profesora norteamericana expuso un modelo desarrollado junto a otras investigadoras, como María Beatriz Fernández y Marilyn Cochran-Smith, para re-enfocar la mirada de equidad desde la formación docente.
"Promover la equidad es una meta central de la formación docente. La pandemia demostró la urgencia de trabajar en la equidad de una manera tangible y evaluable", explicó Stringer Keefe.
Stringer Keefe es académica y ha sido formadora docente por más 20 años. Su trabajo se ha centrado en formación docente con foco en equidad e inclusión.
"Muchos han dicho que el principal remedio para eliminar las desigualdades e injusticias y obtener resultados equilibrados implica un enfoque en política, programas e iniciativas que todos deben desarrollar", explicó Stringer. Sin embargo, añadió que el enfoque debe ir aún más allá, incluyendo estructuras de las instituciones, así como narrativas y concepciones y encuadres (frames) asumidos en relación con la equidad, igualdad y justicia.
Para explicar su modelo, la académica partió definiendo los conceptos de equidad, diversidad e inclusión. "La inclusión es una práctica y una acción. Puede ser puesta en marcha para hacer cambios reales y significativos. La equidad, a su vez, nos llevan a la inclusión y a un mayor acceso para los grupos marginados", explicó.
En su modelo, el compromiso con la equidad puede expresar desde un enfoque débil o fuerte aumentando gradualmente, desde el lenguaje hasta las acciones y la estructura de todo el sistema. "Los aspectos políticos, económicos, culturales y de discurso están interconectados y se alimentan unos de otros", explicó la investigadora"
"En vez de mantener conceptos periféricos y condiciones, tenemos que crear instancias para que la inclusión sea real y no sea solo un concepto en la formación de profesores y sus programas”, añadió.
Su modelo, en ese sentido, incorpora 4 conceptos: redistribución, reconocimiento, representación y re-encuadre.
Redistribución significa ir más allá de solo redistribuir esfuerzos, sino que re-caracterizar el concepto donde se ofrezcan recursos más allá del sistema educacional para la comunidad y las familias. Bajo el concepto de reconocimiento, se entiende la valoración positiva de las diferencias culturales y la aceptación de las minorías. La representación implica incluir voces de comunidades y otros stakeholders que establecen metas comunes. Y, por último, re-encuadrar o redefinir las narrativas y concepciones asumidas y marcos predominantes en relación a equidad, igualdad y justicia.
"Hay que partir con el reconocimiento de que el sistema es desigual y de que, en vez de hacer calzar a estudiantes en el sistema, tenemos que ajustar nuestro foco para ver cómo cambiar el sistema para que estudiantes calcen en él", explicó Stringer.
Diversidad en la U. de Chile
Por su parte, Sandra Meza, Profesora Asistente del Departamento de Estudios Pedagógicos de la Universidad de Chile, presentó cuáles son los componentes de la diversidad en la Universidad de Chile.
“En la Universidad de Chile hay una intención por profundizar y declarar nuestras prácticas inclusivas, aunque falta mucho por recorrer aún”, explicó Meza en relación a la creación de la Oficina de Calidad y Equidad en la universidad en 2014. Añadió que el enfoque de desarrollo integral del estudiante tiene 3 dimensiones: de acceso, progreso y egreso.
Luego detalló algunas de las acciones a nivel macro y micro que se han implementado en esas dimensiones, como el FOCES (formulario de caracterización estudiantil) y el protocolo de atención a estudiantes en situación de discapacidad. Además, revisó cómo los conceptos de inclusión, diversidad y equidad están presentes en las mallas curriculares de los cursos para estudiantes de pedagogía, mostrando que estos cursos aún son escasos y periféricos.