No hay duda de que las personas mayores en Chile fueron una de las caras visibles del estallido social de octubre de 2019, población que además ha sido una de las más afectadas por la crisis sanitaria. A problemas concretos, como las bajas jubilaciones que reciben ($259 mil pesos promedio, según cifras de la Superintendencia de Pensiones en marzo de 2019), se suma el deterioro de la salud mental que se refleja en síntomas depresivos y aumento en la sensación de maltrato desde la sociedad.
Durante casi seis meses de 2020, el gobierno decretó cuarentena obligatoria a las personas mayores de 75 años debido a la pandemia, sin considerar la heterogeneidad de realidades que vive ese grupo social y pasando a llevar muchos de sus derechos fundamentales.
Recoger esos testimonios y experiencias en voces de los propios protagonistas es lo que se propuso, en primera instancia, el equipo formado por investigadores y ayudantes del Centro de Derechos Humanos (CDH) de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, con la participación de académicos y estudiantes del Instituto de Comunicación e Imagen (ICEI), especialistas de la Facultad de Medicina y de Ciencias Sociales, quienes levantaron el proyecto “Cosechando saberes, sembrando derechos: personas mayores en tiempos de pandemia”, ganador de un Fondo Valentín Letelier el 2020.
Desde marzo que los y las académicas están trabajando en la primera parte de la iniciativa, llamado “cosechar saberes”, etapa que ha implicado la ejecución de una encuesta a los y las personas mayores interesadas en participar. A partir del 16 de agosto, se iniciarán los primeros grupos de conversación que reunirán, vía telemática, a cerca de 60 personas mayores entre 65 y 80 años de edad de la comuna de Recoleta, un espacio que tiene como propósito intercambiar experiencias y visiones de lo que les ha ocurrido en este período de crisis sanitaria y social.
Luego de esta primera fase que será registrada en video por estudiantes del ICEI, se comenzarán a impartir los primeros talleres interactivos, en el marco de la etapa “sembrar derechos”, para entregarle a las personas mayores conocimientos específicos sobre sus derechos y también capacitación en herramientas digitales, un área de la cual muchos adultos se sienten marginados.
El proyecto toma como marco de acción la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, que Chile suscribió en 2018, y que entre sus principios fundamentales están garantizar para las personas mayores su seguridad económica y social, dignidad, independencia, protagonismo y autonomía, buen trato y atención preferencial, autorrealización y su participación, integración e inclusión plena y efectiva en la sociedad.
“La idea es que podamos trabajar con esta convención y dotarla de contenido a partir de las experiencias singulares para hacer un instrumento adecuado a los beneficiarios de nuestro proyecto, y que implica entregarles conocimientos sobre sus derechos civiles y políticos, derechos económicos, sociales y culturales, pero sobre todo hacer énfasis sobre la propia autonomía que ellos tienen como sujetos de pleno derecho”, señala Nancy Yáñez, directora del Centro de Derechos Humanos (CDH) de la Universidad de Chile y una de las responsables de la iniciativa.
Combatiendo el “edadismo”
Las personas mayores convocadas a participar pertenecen a diferentes organizaciones sociales de Recoleta, lugar donde las unidades de la U. de Chile tienen asentadas algunas de sus facultades y vínculos, pero también porque es el sector que registra mayor tasa de envejecimiento, con un índice sobre el 60 por ciento en la Región Metropolitana.
“Estamos tratando de aplicar criterio de paridad y dispersión organizacional para mezclar los grupos de distintas organizaciones y también incorporar el enfoque de interseccionalidad e interculturalidad al proyecto”, señala la directora del CDH.
El proyecto contempla la elaboración de videos con los testimonios de las personas mayores, talleres de capacitación y una serie de podcast con información útil. Estos materiales estarán alojados en un sitio web, el que servirá como plataforma permanente para los beneficiarios, pero también para otras personas mayores que estén buscando conocimiento y apoyo en esas áreas.
“Si nosotros observamos la situación o analizamos la política pública en función de abordar la pandemia, no cabe ninguna duda que ha sido discriminatoria respecto a las personas mayores, porque sin perjuicio de que constituyen población de riesgo por el virus, no deja margen para su autodeterminación”, afirma Nancy Yáñez, quien explica que uno de los focos principales del proyecto es la lucha contra la discriminación que sufren las personas mayores simplemente por su edad, concepto conocido como “edadismo” y que también sufren los niños, niñas y adolescentes, sometidos a una serie de prejuicios y estereotipos sociales.
“Las personas mayores han sido restringidas severamente en su libre tránsito, se les exige, y se les confina en determinadas horas del día y además se les impone la obligación de circular bajo custodia de un tercero, en circunstancias de que no todas las personas mayores lo requieren porque mayoritariamente son autovalentes, responde a una concepción discriminatoria respecto de las personas mayores”, agrega la experta en derechos humanos.