Hace unos días, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sumó una nueva variante de COVID-19 a la lista de interés. Se trata de Mu o B.1.621, una mutación que fue detectada por primera vez en Colombia a inicios de este año. En Chile se presentó durante los meses de abril-mayo y su circulación está concentrada en el extremo norte y zona centro. Su aparición se ha registrado en 40 países, entre ellos Estados Unidos, México, Países Bajos, Dinamarca, Alemania, España y Colombia, y también Ecuador.
Según el informe semanal de la OMS, la variante Mu posee una "constelación de mutaciones" que le confieren potenciales propiedades de escape inmunológico. El documento señala que los datos preliminares presentados al Grupo de Trabajo de Evolución del Virus "muestran una reducción en capacidad de neutralización de sueros convalecientes y vacunados similar a la observada para la variante Beta, pero esto necesita ser confirmado por estudios adicionales".
Ricardo Soto Rifo, director del programa de Virología Molecular del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, explica que esta nueva variante, “está caracterizada por tener varias mutaciones, dentro de las cuales tiene variaciones en la proteína Spike, que son siempre las que alertan más”. El académico señala, además, que “tiene mutaciones compartida con Beta, Gamma, Alpha y varias se sabe que confieren escape inmunológico o que evitan o disminuyen la eficacia de anticuerpos neutralizantes”.
Por su parte, el investigador del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Fernando Valiente, afirma que si bien durante varios meses fue una variante que se encontraba bajo investigación y análisis en Europa, esta semana la OMS la declaró variante de interés, lo que claramente encendió las alarmas en torno a su repercusión en nuestro país, donde aún preocupa la circulación de la variante Delta por su alta contagiosidad. “Lo particular de esta variante, es que posee una mutación única R346K, que junto a E484K y P681H han sido reportadas por mostrar una reducción de la neutralización mediadas por anticuerpos”, sostiene.
¿Cómo evitamos su propagación?
“Es difícil saber qué va a pasar, si va a circular con Delta o no, es muy difícil de prever, así que hay que estar atentos, poner ojo, no focalizarnos exclusivamente en delta, sino seguir con la vigilancia genómica y estar atentos a como se da la circulación de esta variante que -en el fondo- ya la tenemos circulando hace rato, antes que fuera catalogada como variante de interés. De hecho, el Ministerio de Salud la tenía como variante de bajo seguimiento”, asegura Soto Rifo.
Por su parte, el profesor Fernando Valiente advierte que “seguirán apareciendo nuevas variantes y, por ende, estar vacunados y seguir con las medidas de autocuidado, como es el uso correcto de la mascarilla, lavado de manos y ventilar los espacios cerrados, son primordiales”.