Este sábado 25 de septiembre el país amaneció de luto tras conocerse la noticia del fallecimiento de Patricio Manns, músico y escritor chileno y figura clave de la historia cultural de nuestro país. El autor de “Arriba en la cordillera” fue velado y homenajeado este domingo 26 y lunes 27 de septiembre en la Sala Antonio Varas del Teatro Nacional Chileno, lugar desde donde fue trasladado al Parque del Recuerdo ubicado en la comuna de Huechuraba.
La participación de la comunidad se desarrolló siguiendo los protocolos sanitarios, con un ingreso por grupos de 10 personas para mantener el aforo. Todo esto, considerando toma de temperatura, uso de mascarilla, entre otras medidas. Así, miles de personas fueron las que llegaron hasta Morandé 25, formando filas de varias cuadras, para despedir a Manns, cuyos restos fueron acompañados por diversos artistas que han subido al escenario a interpretar sus canciones.
"Estoy muy agradecida y emocionada por todo el amor que han expresado a mi padre, tanto personalmente como en las redes sociales”, manifestó en la Sala Antonio Varas la hija del cantautor, Liselotte Manns, quien también se refirió a la relación de su padre con el público, al que describió como un "pueblo que siempre lo apoyó, que siempre lo sacó del pantano. Siempre me decía eso: 'yo escribo para mi pueblo, canto para mi pueblo, no canto para mí'. Así que él está feliz porque sé que está aquí conmigo, porque es lo que él quería”.
"Le agradezco a la juventud, que ojalá tenga la oportunidad de conocer la obra de mi padre. Mi padre era un tremendo músico, un tremendo escritor, un tremendo hombre. Si el Estado no lo reconoce, no importa, porque tiene un tremendo pueblo detrás que de verdad lo ha hecho muy feliz”, indicó Liselotte Manns.
El decano de la Facultad de Artes, Fernando Carrasco Pantoja, indicó que con la partida de Patricio Manns "nos deja una voz fundamental en Chile. Nuestro canto está de luto. Desde hoy, su obra obtiene un nuevo significado, se inmortaliza en la memoria de nuestro pueblo. El inventor de leyendas se transforma en una leyenda".
Patricio Manns nació en agosto de 1937 en la comuna de Nacimiento, en la Región del Biobío. De manera temprana, se vio interesado por las artes: a los 14 años publicó sus primeros poemas en el diario El Colono de Traiguén. Luego, a los 18 años, daría a conocer su primera canción "Bandido", melodía que fue presentada en 1959 en el Festival Folclórico de Cosquín en Argentina y que sería reconocida con el primer lugar del certamen.
Para Manns, esta inclinación respecto de las artes fue natural, sobre todo porque en su hogar se vivía un ambiente fuertemente vinculado a la cultura, ya que su padre era pianista de jazz y su madre concertista de piano. “Mi infancia y mi adolescencia fueron realmente formadoras. Crecí en un hogar donde había una biblioteca importante. Esa biblioteca me formó. Vivíamos en la Cordillera de Nahuelbuta, arriba en los cerros, cerca de Tirúa. Mis padres, aparte de ser músicos, eran profesores y cada uno tenía un piano”, relataría el compositor en una entrevista inédita con Radio Universidad de Chile.
Durante su juventud, Manns también desarrolló diversos oficios: fue camionero, dependiente de farmacia y periodista en el diario La Patria de Concepción. Recién, a mediados de los años 60, se instaló en Santiago para trabajar en Radio Balmaceda.
En ese contexto, en 1966, dio a conocer su primer disco: Entre mar y cordillera, cuya primera canción sería Arriba en la cordillera. Esta producción le permitiría instalarse, lentamente, en el círculo del neofolclor, sumándose a la “Peña de los Parra” y tomando contacto con artistas como Violeta Parra, Ángel Parra, Rolando Alarcón y Víctor Jara. Más tarde, el compositor enriquecería su repertorio con canciones como El cautivo de Til Til y La exiliada del sur, siendo reconocido como una voz fundamental de la Nueva Canción Chilena.
Durante los ‘70, Manns se incorporó activamente al proceso revolucionario de la Unidad Popular y trabajó de manera próxima con Salvador Allende. Por ello, luego del golpe de Estado, debió exiliarse en Europa. Desde allí, inició un trabajo junto al grupo Inti Illimani, colaborando en canciones como Vuelvo y Sambalandó. En París, además, retomó su labor como escritor. De este período, destacan novelas como Actas del alto Bío-Bío (1985) y Violeta Parra: la guitarra indócil (1986).
Una vez de regreso en Chile, en los ‘90, Manns realizó dos conciertos que serían recordados como masivos: uno en el Teatro Teletón y otro en el ex Estadio Chile. Por estos años también participó en nuevos proyectos con Inti Illimani, lo que quedó registrado en el disco Amar de Nuevo (1998). Sus últimos años los pasó en el balneario de Concón y en compañía de su familia. Junto a la editorial Catalonia, el artista también republicó una selección de su obra literaria.