No cabe duda que la pandemia sobrecargó el sistema sanitario e impactó en la cotidianeidad de las personas, pero además afectó la morbimortalidad por infarto al miocardio (IAM). Esa es la premisa con la que académicos de la Escuela de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la U. de Chile contextualizaron la investigación “Efecto de la Pandemia COVID-19 Sobre la Carga Relativa de MorbiMortalidad por Infarto de Miocardio en Chile 2019-2020”. El estudio ganó el Premio “Fundación Araucaria”, Grant de Investigación al mejor Trabajo sobre Enfermedad Coronaria en el XXIX Congreso Sudamericano de Cardiología - LVII Congreso Chileno de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, realizado en Santiago de Chile el mes pasado.
Según explica la Dra. Carolina Nazzal, investigadora responsable, el objetivo planteado fue “comparar hospitalizaciones y mortalidad por Infarto de Miocardio (IAM) durante 2019-2020 en Chile. Para esto, utilizamos un diseño ecológico que incluyó todas las hospitalizaciones y muertes por IAM (CIE-10=I21) ocurridas entre enero 2019 a diciembre 2020, empleando bases nacionales de egresos hospitalarios y defunciones. Analizamos los datos de edad, sexo, seguro de salud, tipo de hospital, estadía hospitalaria, muerte, lugar de ocurrencia de la defunción y letalidad intrahospitalaria, con la finalidad de identificar si hubo grupos más vulnerables al efecto de la pandemia”
Respecto al estudio, la académica de la Escuela de Salud Pública destaca que el infarto agudo al miocardio constituye una de las principales causas de muerte específica en ambos sexos. En este sentido, recalca que “la pandemia causada por el SARS-CoV2 ha producido una alta morbimortalidad por esta causa, con la consiguiente sobrecarga de los servicios sanitarios. El aumento de la demanda de recursos y el consecuente redireccionamiento de ellos hacia atención médica relacionada al COVID-19 ha generado una brecha en el acceso a otros problemas de salud. A pesar de la sobrecarga del sistema de salud chileno, el Estado ha mantenido durante la pandemia las garantías de acceso, oportunidad, calidad y protección financiera establecidas en el GES desde el año 2005 para la atención de pacientes con IAM. En el contexto de la pandemia, se presenta un escenario incierto, respecto a lo que podría suceder con la epidemiología de otros problemas de salud. En el caso del IAM, podría haber variado la incidencia y la letalidad”.
Los investigadores indican que la relevancia del estudio radica en objetivar el efecto de la pandemia por SARS-CoV2 en una patología cardiovascular que requiere atención hospitalaria de urgencia y evaluar cuál fue la respuesta del sistema de salud chileno.
Desafíos en salud Pública
Si bien, los datos recopilados en la investigación no muestran un cambio significativo en la mortalidad por IAM, esto no permite aseverar que no se verán consecuencias a largo plazo. “Existen reportes que muestran que los tiempos de presentación de los pacientes al servicio de urgencias han aumentado (37, 38). Así como también es probable que existan casos oligosintomáticos en que no se realizó el estándar de cuidado. Por lo anterior, desde la salud pública se debe tener en cuenta que probablemente existirá un aumento en la morbimortalidad cardiovascular en los siguientes años, producto de la falta de control de factores de riesgo y el aumento de complicaciones (39), con lo que ello implica para la disposición de recursos y planificación sanitaria” detalla el artículo.
En este sentido, los investigadores Nazzal y Alonso relevan que “la actual pandemia ha hecho patente la necesidad e importancia que tiene la información para la toma de decisiones en salud pública. La existencia de un registro clínico electrónico único nacional sería una herramienta valiosa para el manejo de situaciones que requieran coordinar el sector público y privado, como ha sido necesario durante la actual pandemia, junto con optimizar la detección de los problemas de salud, abordarlos de la mejor forma posible y evaluar los efectos de las políticas públicas”.
Número de muertes constante, pero aumento de defunciones fuera del hospital
A nivel nacional en el 2020, según explica el Dr. Faustino Alonso, coautor de la investigación, “se redujeron un 20,3 por ciento las hospitalizaciones por todas las causas respecto al 2019 y 5,1 por ciento aquellas atribuidas a IAM. No hubo cambios en sexo o edad. En tanto, aumentaron las hospitalizaciones de pacientes con seguro público de 82,1 a 83,9 por ciento. La estadía hospitalaria para IAM disminuyó un día en hospitales públicos. Hubo menos hospitalizaciones en invierno, coincidente con el peak de hospitalizaciones por COVID-19. La importancia relativa de IAM en mortalidad, excluyendo las muertes por COVID-19, fue 5,5 por ciento, manteniéndose inalterada respecto a 2019”.
Con todos los datos recopilados, la Dra. Nazzal explica que el estudio mostró que “la pandemia por COVID-19 disminuyó las hospitalizaciones, pero no las defunciones totales por infarto agudo al miocardio. El número de muertes por IAM fue muy similar al comparar ambos años, así como también la importancia relativa por esta causa, respecto del total de muertes, la cual se mantuvo constante al excluir la sobre mortalidad atribuida a COVID-19. No se observó un cambio significativo en la letalidad intrahospitalaria total entre ambos períodos, sin embargo, al estratificar por grupos de interés, encontramos que esta aumentó en los pacientes de establecimientos privados y marginalmente en las mujeres” finalizó la académica de la Universidad de Chile.