Desarrollar una verdadera transformación institucional, que permita instalar una cultura de igualdad entre hombres y mujeres para investigar, crear e innovar con perspectiva de género y al mismo tiempo evidenciar las desigualdades, violencias y discriminaciones que aún viven las mujeres dentro de la educación superior, han sido algunos de los objetivos que desde el 2019 ha ido persiguiendo la Universidad de Chile con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para cumplir con los estándares de género que exigen los tiempos que corren.
Este 9 de marzo, en el marco de la ceremonia oficial del Día Internacional de la Mujer Trabajadora de la U. de Chile -que se realizó de manera presencial en el Salón de Honor de la Casa Central- Elizabeth Guerrero, asesora del PNUD entregó el reconocimiento que avala los avances que ha realizado el plantel en la certificación del Sello Genera Igualdad, el que fue recibido por el rector Ennio Vivaldi, acompañado de la directora de Igualdad de Género de la casa de estudios, Carmen Andrade.
Así, la institución se convierte en la primera institución de educación superior en Chile y América Latina certificada en esta materia por el organismo internacional.
A través de un convenio entre la U. de Chile y el organismo internacional, en 2019 se inició el proceso de certificación en la que participaron cinco vicerrectorías, además de las facultades de Ciencias Sociales (FACSO) y de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM), las que ayer también recibieron una distinción por parte del PNUD en manos del decano de la de FCFM, Francisco Martínez; junto a la directora de Diversidad y Género de dicha facultad, Ziomara Gerdtzen; y el vicedecano de FACSO, Raúl Atria, junto a Andrea Baeza, representante de la dirección de Género de dicha facultad.
Para el rector Vivaldi “estamos es una sociedad que ha sido construida para obstaculizar a las mujeres, pero hoy vivimos un momento en que se siente que estamos construyendo una nueva forma de movernos, de pensar y de relacionarnos y eso coincide con que muchas mujeres asuman cargos muy importantes en la conducción del país”, señaló durante la ceremonia aludiendo a algunas de las invitadas presentes.
Las futuras ministras de la Mujer y la Equidad de Género, Antonia Orellana; de Defensa, Maya Fernández; y de la Secretaría General de Gobierno, Camila Vallejo, asistieron al evento junto a otras autoridades mujeres en roles clave como la alcaldesa de Peñalolén Carolina Leitao y la rectora de la UMCE Elisa Araya, además de autoridades de la U. de Chile como el Prorrector Alejandro Jofré, la vicerrectora de Asuntos Académicos Rosa Devés, la vicerrectora de Asuntos Económicos y Gestión Institucional Sonia Pérez, la Contralora Universitaria Magdalena Gandolfo, el vicepresidente del Senado Universitario Luis Alberto Raggi; académicas, académicos, trabajadores, trabajadoras y estudiantes..
Un compromiso de la comunidad universitaria
La palabras de apertura de la ceremonia estuvieron a cargo de la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones, Faride Zerán, quien se refirió al importante rol público que juega la Universidad en el especial contexto político y social que hoy atraviesa el país, puntualmente, con el trabajo de la Convencional Constitucional en plena marcha para redactar una nueva Carta Fundamental y un nuevo gobierno ad portas al cambio de mando.
“Necesitamos plantear como académicas y académicos, estudiantes, funcionarios y funcionarias, en una triestamentalidad que nos devuelve a la universidad democrática de fines de los años sesenta, que nuestros planteles tienen el deber de estar involucradas en este nuevo ciclo social y político que se abre en nuestro país”, señaló la vicerrectora Zerán.
Y agregó: “Ser académicas no se contrapone a nuestro rol y responsabilidades como ciudadanas, porque mirar desde nuestras torres de marfil no nos llevará a construir las universidades con las que soñamos y por las que lucharon tantas otras mujeres antes de nosotras. Se lo debemos también a las que vienen”.
Como cada año, la directora de Igualdad de Género de la U. de Chile, Carmen Andrade realizó una cuenta pública donde sostuvo que el plantel, ha recorrido un largo camino para visibilizar y enfrentar las desigualdades. “Estamos recibiendo a nuevas generaciones de estudiantes. En su bienvenida les podemos decir que ingresan a una universidad en la que si son personas trans, se les reconocerá su nombre e identidad social en el trato y en todos los documentos y gestiones internas; que si están embarazadas o son madres y padres tendrán derecho a permisos de pre y postnatal, flexibilidad académica, regulaciones arancelarias, y contarán con infraestructura básica para el cuidado”.
“Si procesos como el Sello Genera Igualdad se expandieran a todo el sistema universitario, si el gobierno adoptara esta experiencia y la transformara en un bien público que pueden replicar y perfeccionar todas las Universidades, si incorporara sus contenidos centrales en los procesos de acreditación universitaria, estaríamos dando un gran paso hacia la igualdad sustantiva. De este modo, la educación superior, que hasta ahora ha perpetuado las discriminaciones, podría ser un importante instrumento y palanca de transformación para construir una mejor sociedad”.
En tanto, la coordinadora académica de la Cátedra de género Amanda Labarca, Roxana Pey señaló que “son tiempos en que los feminismos se sitúan al centro, impulsando la corriente de progreso, con fuerza mucho más poderosa que el lastre reaccionario de amarillenta luz mortecina. La Universidad de Chile sabrá mantener su rol referencial en la persistencia del ejercicio no autoritario de ese poder”.
La académica destacó el Curso de Formación General “Diálogos sobre feminismos, democracia y proceso constituyente” que ofreció cupos especiales a la comunidad del Instituto Nacional que se abrió a recibir estudiantes sin restricciones por sexo y la participación de la Cátedra en el comité asesor en el proyecto Fondo InES Género, de la VidGen.
También hubo actividades emblemáticas como los conversatorios “Plurinacionalidad y proceso constituyente: Diálogo boliviano-chileno en torno a la experiencia de mujeres líderes” que tuvo de panelistas a la vicepresidenta de la Cámara de Diputados de Bolivia Elsa Alí Ramos, la entonces Presidenta del Senado de Chile Yasna Provoste y la dirigenta Kallawaya y exJefa de la Unidad de Despatriarcalización del Ministerio de las Culturas de Bolivia Elisa Vega Sillo; y la mesa “Mujeres rectoras: cambio cultural y educación pública” con la ingeniera Natacha Pino Acuña Rectora de la Universidad de Aysén, la ingeniera Marisol Durán Santis Rectora de la UTEM y la doctora y educadora Elisa Araya Cortez rectora de la UMCE.
Tras la intervención de las autoridades se transmitió el video registro de la presentación de la Orquesta y Coro de Mujeres de Chile dirigida por Ninoska Medel, en la Conmemoración del Día Internacional de la Mujer de 2019, que se realizó en el patio Andrés Bello de nuestra Casa Central, quienes interpretaron la versión sinfónica de “Arauco tiene una pena” de Violeta Parra.
La universidad contra la ideología anti género
Durante la ceremonia, tanto la vicerrectora Faride Zerán, la directora Carmen Andrade y la académica Roxana Pey hicieron mención al requerimiento que en octubre pasado hicieron llegar dos diputados de la República a la U. de Chile solicitando un reporte de los programas del plantel “relacionadas con ideología de género” junto al detalle de “sus principales características e individualizando a los funcionarios o docentes que están a cargo de ellos".
El hecho encendió las alarmas de la casa de estudios que expresó su rechazo - a través de una declaración pública- a “toda forma de censura, de vulneración a la libertad de cátedra y restricciones a la plena autonomía universitaria” que impidiese “la generación de conocimiento que aporte a la soberanía y a la emancipación".
Frente a este episodio y en el contexto del 8M se invitó a participar del diálogo “Movimiento antigénero en educación superior” - moderado por la directora de Extensión Vexcom, Svenska Arensburg- a dos intelectuales clave en los estudios de género: la filósofa y teórica feminista estadounidense Judith Butler y la investigadora y activista brasileña Sonia Correa. Ambas expusieron sus ideas a la audiencia presente en el Salón de Honor como a quienes siguieron la transmisión con traducción simultánea, por los canales digitales de la @uchile
Sonia Correa, quien ha destacado por sus investigaciones en el área de la salud, los derechos sexuales y reproductivos en América Latina, puso de ejemplo el caso actual del gobierno de Bolsonaro y aseguró que “Brasil es hoy un laboratorio interseccional de fascismo, neoliberalismo, racismo, pero también es un laboratorio de una experiencia de convertir la ideología de género en política de Estado, como también pasa en Hungría, Polonia, Rusia y también en Guatemala y en varios Estados norteamericanos”.
Correa señaló además que en Brasil los ataques se hacen contra instituciones de producción de conocimiento especialmente en Ciencias Sociales, pero no exclusivamente. “Han sido atacados estudios epidemiológicos, una pesquisa sobre el incendio en Amazonas y sobre los recursos destinados al censo demográfico del año 2020”, agregó. “El reto que eso nos pone, desde el punto de vista de la investigación de género y de las universidades es interconectar, no pensar los ataques al género como algo aislado de la ofensiva y la guerra contra otras instituciones y espacios de producción de conocimiento. En Brasil esas conexiones no están suficientemente hechas”, sostuvo.
Por su parte, la autora de textos fundamentales para la teoría queer como “El género en disputa: Feminismo y la subversión de la identidad” (1990) y doctora Honoris Causa de nuestro plantel, Judith Butler, aseveró que “cuando el movimiento de ideología anti género dice que adoctrinamos a los estudiantes, tratamos de convertir a la juventud a la homosexualidad no es cierto. Promovemos que se cuestionen, no estamos tratando de convertir a les jóvenes a algún género o sexualidad específica, les entregamos a los jóvenes la libertad para encontrar su verdad”.
“Esta ideología anti género es parte de la nueva formación del fascismo y del autoritarismo. Es uno de tantos esfuerzos viciosos para establecer la dominancia del patriarcado. La ideología anti género es también una forma de anti intelectualismo y también un daño, un ataque público a las universidades”, concluyó Butler.
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