Director Hospital Clínico U. de Chile, Dr. Eduardo Tobar:

"Debemos hacer una propuesta que nos permita contribuir de una manera mucho más armónica y sustentable con el Estado"

Entrevista al director del Hospital Clínico de la U. de Chile
Con más de veinte años de trayectoria en el HCUCH, el doctor Eduardo Tobar liderará el recinto ubicado en la comuna de Independencia y que alberga a cerca de 4 mil funcionarios y funcionarias.
"Hacer que funcione el hospital cada vez mejor, a un alto estándar va a requerir del esfuerzo de todas, de cada una y cada uno de nosotros para que podamos hacer cada vez mejor nuestra misión universitaria y la actividad clínica que desempeñamos en nuestro mundo", dijo el doctor Tobar.

Con más de 20 años de servicio en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, el doctor Eduardo Tobar es el nuevo encargado de encabezar la Dirección General del recinto. Médico cirujano, especialista en Medicina Interna e Intensivista, fue director académico de la Facultad de Medicina, jefe del Servicio de Emergencia y jefe técnico de la Unidad de Pacientes Críticos del centro asistencial emplazado en la comuna de Independencia.

Con una extensa trayectoria académica y de investigación, el Dr. Tobar liderará la gestión del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, que cuenta con más de 4 mil funcionarios y funcionarias y que destaca además por ser un centro formador de parte importante de los especialistas en el área de la salud que requiere el país. Sabe que la misión no es una tarea fácil. “Es un tremendo desafío profesional y también colectivo al liderar la conformación de un nuevo equipo, a sabiendas de las complejidades que representa la gestión institucional del hospital”, es lo primero que dice el facultativo en conversación con Prensa UChile.

Al respecto, pone énfasis en el financiamiento del Hospital, señalando que “nos administramos, gestionamos, dentro de la universidad pública, con todas sus virtudes y dificultades y problemas que eso conlleva, pero competimos con las instituciones privadas, de la industria sanitaria. Entonces, es una situación histórica muy desventajosa, que esperamos esta nueva ley contribuya a reducir”. Esta última alusión hace referencia al proyecto de Ley HCUCH que ya se discute con el Ministerio de Salud y que próximamente ingresará al Congreso, una iniciativa que busca establecer un modelo de funcionamiento que perdure y asegure la continuidad del recinto.

Durante la conversación, aprovechó de agradecer a los equipos médicos y a todos y todas quienes han colaborado para enfrentar la pandemia. “Un reconocimiento inmenso a todas las funcionarias y funcionarios que le pusieron el hombro en toda las crisis, muchos de ellos todavía están con nosotros, están comprometidos con la institución. Tal vez destacaría, y es quizás algo que afuera no se sabe tanto, el resto de la universidad, es que la pandemia obviamente significó un desafío único”, afirmó.

- Tanto en lo profesional como en lo personal, ¿cómo recibe este nombramiento?

Es un tremendo desafío, profesional, y también colectivo, al liderar la conformación de un nuevo equipo a sabiendas de las complejidades que representa la gestión institucional del Hospital y convencido de que, con mucho trabajo, coordinación, articularnos con otras áreas de la Universidad, y con todo el respaldo y esfuerzo de nuestra comunidad, podemos hacer un buen período. También contribuir a que la misión de nuestra Universidad y de nuestro Hospital estemos más cerca de cumplirla de la forma óptima.

- ¿Cuáles son los principales pilares que buscará posicionar durante su gestión?

Creo que hay ejes que maneja el nivel central, Rectoría, que fueron parte de su plataforma de campaña, que obviamente desde acá tenemos que respaldar y estamos convencidos de ellos. Tenemos que trabajar en la equidad, en diversos ámbitos en nuestra comunidad universitaria, tenemos que ser transparentes en las acciones que desempeñamos, tenemos que hacer esfuerzos porque la gestión institucional del Hospital Clínico sea acorde a los tiempos y al buen uso de los recursos públicos. Obviamente, tratando desde nuestro alero de educación pública, nuestra particularidad de intersección entre la educación y la salud, a contribuir con soluciones óptimas para nuestros pacientes y familias que demandan nuestro servicio.

-  ¿Cuál es la situación actual del Hospital y cuáles son las expectativas que existen en torno al proyecto de ley que lo involucra? 

La Universidad tiene una expectativa de llegar a un nuevo trato o de llegar a alguna relación entre las universidades públicas y el Estado. Eso ha sido parte del discurso de todos los rectores desde que salimos de la dictadura y hemos pasado por diversos períodos rectorales con distintos énfasis, con distintas estrategias. Ha sido como una bandera que, de alguna manera, se ha ido pasando mano en mano, pero no hemos logrado avanzar sustancialmente en eso. Y en el caso particular nuestro, se ve reflejado con mayor intensidad porque el modelo bajo el cual funciona el Hospital Clínico es prioritariamente de autofinanciamiento, en base a las prestaciones que nos pagan los pacientes por venir acá. Entonces, somos una universidad pública, somos un hospital que es parte de la Universidad, que no recibe un presupuesto específico desde el Ministerio de Salud. La Universidad nos entrega $4 mil millones de fondo general, que para el tamaño de nuestra facturación de 130 mil millones al año, obviamente es escaso, pero entendemos que el Estado también le aporta poco a la Universidad como transferencia directa, la mayor parte son los por estudiantes de pregrado y postgrado. La Universidad no recibe aportes directos por tener un hospital universitario. Y tampoco nuestra articulación -que a la fecha hemos tenido con el sistema público de salud- nos da una situación diferente, por ejemplo, de lo que le pasa a cualquier prestador privado o clínica privada que va a recibir pacientes Fonasa libre elección y que podría hacer convenios con distintos servicios de salud para derivar pacientes. Nosotros nos administramos, gestionamos, dentro de la universidad pública, con todas sus virtudes, dificultades y problemas que eso conlleva, pero competimos con las instituciones privadas, de la industria sanitaria. Entonces, es una situación histórica muy desventajosa que esperamos esta nueva ley contribuya a reducir. Tenemos que seguir trabajando fuerte. Nuestro equipo recién ha asumido y el equipo de Casa Central también, pero tenemos que tratar de diseñar una estrategia que nos permita no solo mejorar la situación actual, sino que ojalá llegar a un cambio de estado en esta relación que permita proyectar el Hospital con más certezas que dudas a mediano y largo plazo.  

- El decano de la Facultad de Medicina, Dr. Miguel O’Ryan, ha planteado que visualiza "con optimismo y entusiasmo una oportunidad quizás única en décadas, por la confluencia de objetivos entre la Rectoría, el Hospital y la Facultad, y un apoyo declarado del gobierno” ¿De qué manera espera trabajar colaborativamente?

Creo que hay condiciones en el entorno que nos favorecen en ese contexto. Ahora, esto no nos garantiza nada porque también en otras situaciones hemos considerado que las condiciones del entorno nos favorecen, pero finalmente eso no significó ningún aporte diferente de los que recibimos a la fecha y tampoco un trato diferente con el Hospital. No va a venir el Estado donde nosotros dándonos una solución, nosotros tenemos que tener propuestas inteligentes que hacerle al Estado – a través de educación, a través de salud – como lo hacen en otras facultades, en otras áreas del conocimiento. Debemos hacer una propuesta que nos permita contribuir de una manera mucho más armónica y sustentable con el Estado y la resolución de sus problemas de salud. A nosotros nos encantaría ser un hospital que resuelve problemas de salud de los pacientes del sector público, que sabemos son los más vulnerables, los más postergados, pero los actuales mecanismos de pago, de financiamiento y los tiempos de esa operación, el ciclo del dinero, es demasiado inadecuado para lo que requerimos para el funcionamiento de una institución compleja y grande como somos nosotros.

- El rol del hospital en pandemia fue destacado… ¿Qué le gustaría decir a los funcionarios, colaboradores, en miras del futuro y de la proyección del recinto?

Ha sido durísimo para todos los que trabajamos en salud y en el Hospital por nuestras características propias. Tuvimos que duplicarnos, triplicarnos muchísimo. Nuestros funcionarios y otros que nos colaboraron desde la Facultad de Medicina, o desde otros ámbitos, donaciones, generó un ecosistema que trató de apuntar a la solución, que era crecer lo más posible para ayudar a resolver el problema que teníamos sobre todo en primera y segunda ola, en particular con el manejo de pacientes críticos, que requerían de atención mecánica. Además, estamos ubicados en un área geográfica, que es el área norte, que todos sabemos que le falta un hospital nuevo hace mucho tiempo.

Hay mucha entrega, hubo mucho sacrificio. Eso cuando es sostenido y permanente genera consecuencias, es como un estrés crónico y la fatiga genera consecuencias y las estamos viviendo, como todo el sistema sanitario. Pero nosotros en particular seguimos con tasas muy altas de licencia médica, con mucha prevalencia de problemas de salud mental, con personas que han optado por dejar la institución, con dificultad, dado los cambios de la industria sanitaria en contratar a nuevos funcionarios y mantener la operación que requerimos. Por todo lo del financiamiento, nuestros resultados dependen de mantenernos con la mayor cantidad de camas, y estar permanentemente a tope. Entonces, se genera un círculo ahí que nos complica. Obviamente, un reconocimiento inmenso a todas las funcionarias y funcionarios que le pusieron el hombro en toda la crisis, y muchos de ellos todavía están con nosotros, están comprometidos con la institución, y tal vez destacaría que la pandemia obviamente significó un desafío único.

- ¿Cuántos años lleva en el hospital? 

Cumplí 20 años de servicio. Ha sido un 2022 con hartos hitos que son relevantes en la vida académica y profesional de cualquiera. Más que considerar todo esto como triunfos personales, estos son resultados de un equipo. Nosotros en el ámbito específico de nuestra disciplina -que es el cuidado y la enseñanza a nuestros estudiantes del manejo de pacientes críticos y la medicina intensiva- logramos generar un ecosistema virtuoso que nos permite ofrecer buenos servicios sanitarios y formar a estudiantes de programas primarios de formación de especialistas. Después se creó otra vía de ingreso de estudiantes que están en programas de formación de medicina intensiva porque eso es lo que somos, estamos en la Universidad y, en el fondo, por eso nos mantenemos acá, por el desafío de no solo atender al mejor estándar posible al paciente y sus familias, sino que generar conocimiento, hacer la docencia respectiva, en pre y postgrado, y vincularnos con el medio, lo que hacemos nosotros en natural, nos vinculamos con el medio todo los días a través de las prestaciones sanitarias a los pacientes que atendemos. Entonces, siempre estos caminos que uno recorre son más colectivos que individuales. Hay muchas personas que han contribuido a mi proceso formativo que probablemente son en parte culpables de que me haya tocado asumir este rol y que asumo con toda la humildad y tratando de transferir buenas experiencias que hemos tenido en otros lados a este desafío, que está en otro logaritmo de complejidad y de cantidad de personas que somos responsables.

- Espera que ese sea el sello de su gestión, ¿un trabajo grupal, colaborativo, en equipo?

Sí. Las profesiones de la salud tienen que avanzar en esa dirección. Nosotros en cuidados intensivos es como parte de la disciplina, hace ya 15 o 20 años que se habla en los congresos, en las publicaciones, de critical health time. Y eso incluye más profesiones y disciplinas del área hospitalaria y de salud porque esto no solo son equipos médicos, tenemos los equipos de enfermería, tecnólogo médico, terapeutas, kinesiólogos, fonos, nutricionistas, y un amplio pool que son centrales de todos nuestros equipos técnicos, los técnicos a nivel superiores de enfermería, los auxiliares de aseo, lavandería, etc. Está lleno de muchos roles. En el fondo, aquí todos son fundamentales, los roles administrativos, secretariales, todos, soporte administrativo y de gestión institucional, porque somos más de 4 mil funcionarios. Entonces, hacer que funcione el Hospital cada vez mejor, a un alto estándar, va a requerir del esfuerzo de todas, de cada una y cada uno de nosotros para que podamos hacer cada vez mejor nuestra misión universitaria y la actividad clínica que desempeñamos en nuestro mundo.