Graduada del DGF comparte su experiencia como investigadora doctoral en Alemania

Graduada del DGF comparte experiencia como investigadora en Alemania
La graduada del DGF, María Jesús Rapanague, se integró hace un año al programa de doctorado International Max Planck Research School on Earth System Modelling, IMPRS-ESM.
La graduada del DGF, María Jesús Rapanague, se integró hace un año al programa de doctorado International Max Planck Research School on Earth System Modelling, IMPRS-ESM.
María Jesús Rapanague en la Asamblea General de la Unión Europea de Geociencias (EGU), donde expuso el póster, “Is the AMOC connected across all latitudes?”.
María Jesús Rapanague en la Asamblea General de la Unión Europea de Geociencias (EGU), donde expuso el póster, “Is the AMOC connected across all latitudes?”.

Un doctorado en la Universidad de Hamburgo, Alemania, está realizando la egresada del Departamento de Geofísica (DGF) de la Universidad de Chile, María Jesús Rapanague.

La graduada de la Licenciatura en Geofísica y del Magíster en Meteorología y Climatología (MMC) del DGF se integró en mayo de 2022 año al programa de doctorado International Max Planck Research School on Earth System Modelling (IMPRS-ESM), impartido por el Instituto Max Planck de Meteorología y la Universidad de Hamburgo.

“Este programa no da una beca, sino que un contrato de trabajo. En estricto rigor, el doctorado lo imparte la Universidad de Hamburgo, pero es el Instituto Max Planck el que contrata a estudiantes como investigadores”, explicó la estudiante de postgrado.

La ex alumna del DGF se enteró del programa del Instituto Max Planck de Meteorología y la Universidad de Hamburgo a través de un correo electrónico de la académica del DGF, Laura Gallardo. “Cuando leí de qué se trataba el doctorado me gustó bastante y decidí postular. No pensé que quedaría, porque aún no defendía mi tesis de magíster, así que cuando supe que había sido seleccionada no lo podía creer”, relató.

Con respecto a su tema de investigación, afirmó que trata sobre los mecanismos de variabilidad de la Circulación de Vuelco Meridional del Atlántico Norte (AMOC, por su sigla en inglés).

“La AMOC es una gran corriente en el océano Atlántico Norte que transporta aguas cálidas desde los trópicos hacia zonas más frías. A medida que el agua viaja hacia el norte va perdiendo calor, por lo que se vuelve más densa hasta que, finalmente, se hunde en mares alrededor de Groenlandia y otras regiones nórdicas para sufrir un proceso de transformación en aguas profundas y luego circular al sur, hacia el océano Austral”, recalcó la investigadora del Instituto Max Planck.

Además, María Jesús sostuvo que la AMOC es una circulación muy estudiada, ya que permite que “Europa tenga una temperatura promedio más alta como consecuencia del transporte de aguas cálidas hacia el norte y también porque, al formarse aguas profundas, facilita que el carbono presente en la superficie se hunda, constituyendo el sumidero de carbono más importante del hemisferio norte”.

En otras palabras, continuó María Jesús Rapanague, “la AMOC influye sobre el clima en muchas regiones del mundo y podría verse afectada por el cambio climático, pero aún hay muchas cosas que no se saben sobre qué mecanismos hacen que cambie ni dónde, y mi tesis busca mejorar el entendimiento de la AMOC usando modelos climáticos de última generación”.

Consultada acerca de la complejidad de su tema de investigación, la graduada del MMC reconoció que ha tenido que estudiar bastante. “No solo tuve que cambiar el hemisferio sur por el hemisferio norte, sino que también pasar de la meteorología a la oceanografía. Y, si bien el agua y el aire son fluidos, las circulaciones oceánicas no son lo mismo que las atmosféricas”, manifestó.

Primeros logros

No obstante, a pesar de las dificultades, María Jesús ya comienza a ver los primeros frutos de su esfuerzo. Uno de ellos se materializó en la Asamblea General de la Unión Europea de Geociencias (EGU, por su sigla en inglés), donde expuso el póster, “Is the AMOC connected across all latitudes?”, y tuvo la posibilidad de conectar con investigadores de todo el mundo.

“Fue una gran experiencia, porque mucha gente se acercó a mi póster y me dieron ideas nuevas para continuar con mi investigación. Al principio era un poco abrumante la cantidad de gente y todas las sesiones que habían, pero aprendí mucho y lo pasé muy bien”.

“Definitivamente se puede”, aseguró María Jesús, quien reconoció que estudiar un doctorado es un anhelo que la ha acompañado desde sus primeros semestres como estudiante de pregrado.

“A quienes les guste la investigación, les recomendaría que busquen las oportunidades, se preparen con tiempo y se atrevan. Saber inglés es vital, por lo que hay que tomarse bien en serio los cursos de inglés de la universidad. Y, aunque irse a estudiar a otro país sea desafiante y a veces se haga difícil, la posibilidad de conocer nuevos lugares y personas de todo el mundo hace que esta experiencia valga la pena completamente”, concluyó.