A través de la voz de expertos y expertas en esta materia, el conversatorio contó además con la participación de Felipe Agüero, académico y director del Departamento de Estudios Políticos de la Facultad de Gobierno; Claudia Heiss, jefa de la carrera de Ciencia Política y ex encargada de Audiencias Públicas de la Secretaría de Participación Ciudadana; Carlos Rilling, ex secretario ejecutivo del mismo organismo, y Valentina Rosas, ex coordinadora general de dicho espacio.
La visita de Elkins se enmarcó en el proyecto del Fondo de Inversión para el Desarrollo Académico que recibió la Facultad de Gobierno, el que busca fortalecer la investigación y el trabajo académico de las y los docentes del plantel. Este hito, liderado por el Departamento de Estudios Políticos de esta unidad académica, se suma así a la promoción de una agenda de trabajo que impulsa la investigación en esta área.
Participación ciudadana: un balance positivo
Consultado en primera instancia sobre los elementos positivos y negativos que deja este proceso constituyente, el politólogo recalcó, en primer lugar, la dinámica que se generó en torno a los procesos de participación ciudadana. Al respecto, destacó la labor realizada por algunos de los integrantes del panel, quienes formaron parte activa de la Secretaría de Participación Ciudadana, entidad clave en este trabajo.
Además, Elkins recalcó cómo el trabajo efectuado por las organizaciones servirá como un modelo a seguir para los países que, en un futuro, busquen establecer mecanismos de representación de ciudadanos y ciudadanas. “En estos días tuve la fortuna de aprender un poco sobre lo que se está haciendo aquí para ayudar en los procesos de participación y es increíble, hablo de los trabajos de quienes están aquí conmigo en este equipo. Creo que es uno de los aspectos de este proceso en que ya tenemos un modelo para Latinoamérica y el mundo”, afirmó.
La polarización del debate
El profesor de la Universidad de Texas se refirió también al complejo clima que ha acompañado la discusión constitucional en Chile, marcado por la polarización política del debate ciudadano en los medios de comunicación. Por otra parte, planteando el caso hipotético de un proceso constituyente en Estados Unidos, el académico sostuvo lo complejo que resulta llegar a acuerdos, incluso en países con una población mucho menor como Chile.
En esta línea, sostuvo la necesidad de recordar a menudo que “estamos viviendo en un mundo polarizado y es difícil construir una constitución en un ambiente así en cualquier parte del mundo”. Por lo mismo, manifestó no estar sorprendido “porque no se llegue a un acuerdo aquí en Chile con los proyectos”, aludiendo a la complejidad que implica la redacción de un nuevo texto constitucional en la época contemporánea.
Elkins y su optimismo con el proceso chileno
En la conversación sostenida con los académicos chilenos, el profesor Zachary Elkins enfatizó la relevancia de destacar los avances en materia de discusión por parte de la ciudadanía. “Si bien a siete años de iniciado el debate -si contamos el proceso impulsado por Michelle Bachelet- yo creo que hay éxitos y, a pesar del fracaso que tenemos en el texto, creo que hay efectos grandes y buenos”, sostuvo.
También observó cómo el contexto que vive Chile a 50 años del golpe de Estado influyó en el debate que se dio. “Es muy fuerte, muy importante, y es una cosa simbólica para la gente, en donde se le dio la importancia a la participación, al conocimiento y al pueblo”.
Refiriéndose a la situación actual, donde un porcentaje de la población se manifiesta frustrada y cansada con el proceso, el profesor Elkins destacó que es necesario recordar que, a pesar de estar a favor o en contra del texto, “en el caso de estos últimos no es que quieran la constitución vigente, es válido que quieran la opción de seguir intentando un nuevo proceso”.
Añadió, en este sentido, que los avances del proceso constitucional en Chile “dan cuenta de que vamos en camino correcto en la democracia y el mundo”, ante lo que aventuró su interés futuro por escribir sobre las consecuencias para el planeta y para la región.
La complejidad de un texto constitucional
Por último, sobre las dificultades en torno a la actual propuesta de nueva Constitución, el politólogo expresó su preocupación. “No sé si la gente sabe lo que tiene el texto, son muchos artículos y es mucho de leer, es un texto denso, está escrito por muchos autores, es una obra colectiva, es muy formal y es un poco difícil de leer”, advirtió.
Sin embargo, y a pesar de reconocer la dificultad que presenta el texto, Elkins también sostuvo la importancia de proponer un escrito serio para el país. “Este no es un libro que vas a llevar a la playa, es un texto muy fuerte e importante, pero también es importante que la gente entienda lo que está leyendo”.