Las bibliotecas generalmente se asocian a lugares silenciosos y solemnes dedicados a la lectura y la reflexión, una idea que, sin embargo, no llega a demostrar su importancia y rol en la conformación de cada institución educativa. Esto es lo que por más de 35 años ha demostrado la bibliotecaria Rosa Leal, quien en su enorme trayectoria administró la mayoría de bibliotecas de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile. Este camino la llevo en el 2011 a ser la directora de la Biblioteca Central de la Facultad, labor que se vio obligada a dejar en 2022 por motivos de salud.
- ¿Cómo fue su llegada a la Universidad?
Ingresé a la Facultad de Ingeniería en 1986 a una biblioteca chiquitita, que era la biblioteca de Mina y Química e Ingeniería Química de la Facultad de Ingeniería. Ingresé como asistente, como secretaria de biblioteca, y posteriormente a eso me fui desarrollando. Te puedo contar de que yo soy una de las funcionarias que puede decir que hizo carrera funcionaria. Como te decía, ingresé como asistente de la biblioteca de la Facultad. En el año 90, se me permitió estudiar una carrera universitaria y también me permitió estudiar de día.
Pero no solamente a mí, a muchos funcionarios de acá de Ingeniería se les permitió hacer estudios superiores. Ahí entré a estudiar Bibliotecología, egresando en el 94. De ahí, te puedo contar que dentro de todo este período tuve la oportunidad de estar en varias bibliotecas, estuve en la biblioteca de Mina y Química, Ingeniería Química, después la biblioteca de Matemática, después me fui a la Biblioteca de Ingeniería Civil y, posteriormente, me fui a la Biblioteca Central, donde hoy día estoy finalizando mi proceso laboral.
- ¿Y qué le llamó la atención para dedicarse a la bibliotecología?
Bueno, la gente piensa que las bibliotecas son como un archivo y un archivo me suena como a una bodega. No, la biblioteca es un ente vivo que te da libros, te da conocimiento, pero también es formativo. Te forma en toda la gama del conocimiento, la cultura, la música, el baile y la escritura.
Una de las cosas que nosotros decíamos acá es que un estudiante de ingeniería, si bien es capísimo en ciencias matemáticas y en física, también tiene que tener conocimientos sociales. Hoy día ese era uno de los roles que tenía la biblioteca, entregar todos esos saberes a nuestros y nuestras estudiantes ¿Qué te digo? Estuve aquí con los centros de estudiantes del 2011 y hasta hoy día, cuando me encuentran, se siente el cariño y te abrazan.
- Eso igual noté, todos la reconocían y saludaban muy amistosamente...
Claro, por lo que yo te digo. Mi misión en mi cargo, como directora de biblioteca, era que se sintieran acogidos. También mi trayectoria en varios departamentos me permitió no solo que la gente me conociera, sino que supieran de que había cariño detrás. No solamente había un funcionario, sino una persona que tiene sueños y que tiene sueños por una sociedad mejor.
- Dentro de esa trayectoria, asumo que le tocó experimentar muchos cambios.
Sí, todo cambia. Hubo enormes cambios porque tú puedes entender de que yo llegué con una máquina de escribir a trabajar y terminé en un súper computador. Ya todo lo que es la biblioteca tú lo encuentras en digital, la colección que más se usa es la colección digital. En libros es en menor demanda, pero también son importantes ya. Una vio cómo se fue modernizando esta Facultad, también agradezco eso, y por eso también ha sido jugármela para que la biblioteca también tenga ese mismo avance que tiene la Facultad. Así que espero que prontamente, en uno o dos años, veamos a la mejor Facultad de Ingeniería de Chile.
- ¿Cuál sería su balance tras estos años trabajando en la Facultad?
Creo que la Universidad aporta a tu desarrollo personal y a lo que tú puedes entregarle a tu familia. Entonces, para mí la Universidad o ingeniería es todo. El año pasado acá en la Facultad empezó un proceso de inducción a los funcionarios y yo quiero ir, yo quiero ir a esa inducción con mi grupo, porque necesitaba transmitirles a todas las personas nuevas este cariño y para que ellos también lo hicieran.
Hoy día ya debo dejar mi cargo, no por edad, sino porque las cosas de la vida me dio una enfermedad inmunológica que no me permite hacer lo que me gusta, como andar por los patios o conversar con los profes, y esto va disminuyendo con esta enfermedad. A mis compañeros, funcionarios, amigos de la Facultad, me gustaría poder decirles -como siempre le dije a mi grupo de trabajo- que estemos contentos, recibamos a la gente bien, démosles cariño y eso nos va a permitir estar felices estas ocho o doce horas que estamos en la Facultad. Así que nada más me queda decirles muchas gracias. Estarán siempre en mi corazón.
Si deseas escuchar el resto de esta entrevista te invitamos a escuchar el capítulo 14 de En Función de los Hechos, disponible en Spotify, Youtube y Google Podcast.