Emoción y agradecimiento resume lo vivido en la ceremonia de Reconocimiento a la Trayectoria 2023, en la que fueron homenajeados 33 integrantes de la comunidad, quienes decidieron acogerse a retiro durante este año. Trece académicos/as y 20 funcionarios/as, quienes pasaron desde una década a más de 40 años en la FCFM.
Desde Beijing, China, el decano Francisco Martínez, los saludó a través de videollamada. “Estoy lejos y en otro horario muy distinto, pero muy contento de poder tener esta forma de comunicación para acompañar en este momento importante a nuestros profesores, amigos, colegas, trabajadores, compañeros de una larga larga vida en la Universidad y en la Facultad. Agradezco mucho a los que están acompañando este momento porque es así como la Facultad se reconoce, como una comunidad unida a la cual le damos la vida y la que nos da vida”, sostuvo.
La decana (s) Marcela Munizaga declaró estar emocionada y honrada de estar presente en la ceremonia dedicada a quienes han formado parte de la Facultad. “Como institución les agradecemos muy sinceramente a cada uno de ustedes su dedicación y entrega a esta facultad que es y siempre será su casa. Aquí siempre serán bienvenidos y bienvenidas. La Facultad les debe mucho y la Facultad no se olvida de quienes son parte de ella”, indicó y adelantó que pronto se lanzará una iniciativa que busca relevar y rescatar el patrimonio humano de Beauchef. “Si esta facultad es reconocida y ha recibido honores es por ustedes, las personas que han trabajado aquí. No son los edificios, ni siquiera los laboratorios más sofisticados los que logran los grandes éxitos que tanto nos enorgullecen, gracias al aporte de cada uno de ustedes es que la Facultad es lo que es hoy”, subrayó.
Despedidas y nuevos comienzos
Entre aplausos, cada uno de los 23 integrantes de la comunidad que asistieron a la ceremonia recibieron un recuerdo. En representación de los y las funcionarias que se acogieron a retiro, Luis Celis, quien comenzó su carrera como auxiliar de la Dirección de Personal de la Universidad de Chile en 1981 y llegó a la FCFM en 1989 con el cargo de analista de personal, transformándose en 2001 en el jefe del área de Recursos Humanos. Tras 42 años de servicio se retiró en 2023. “Llegué a una facultad que presentaba una infraestructura que había resultado muy dañada en el terremoto del 85, daño que no hizo mella en el ánimo de sus habitantes, pues se avanzaba de manera decidida en su reconstrucción para luego pasar a una expansión acelerada, proceso del que fui testigo presencial durante los 34 años que permanecí en esta Facultad”, señaló.
Junto por abogar por la creación de una subdirección de gestión de personas, el exjefe de Recursos Humanos, agradeció la confianza de los diversos equipos directivos con los que trabajó e invitó a quienes se retiraron este año a dedicarse al descanso, a los hobbies o a concluir proyectos dejados en espera. “A los que quedan, no abandonen sus sueños, siempre hay oportunidades, solo hay que salir a su encuentro”, dijo. “Se dice que beauchefianos son los egresados de esta facultad. Yo no tuve ese privilegio, quizás no hubiese estado a la altura de las circunstancias tampoco, pero quiero decirles que me siento beauchefiano como el que más y para siempre orgulloso de haber trabajado en la Universidad de Chile y doblemente orgulloso de haber trabajado en esta facultad”, enfatizó.
En representación de las y los académicos, Ricardo Badilla, del Departamento de Ingeniería Química, Biotecnología y Materiales, se despidió y agradeció a profesores/as, colegas, alumnos/as y funcionarios/as por su apoyo y colaboración en los más de 57 años que pasó en la Facultad, de la que obtuvo el título de ingeniero civil químico en 1972 y se incorporó como académico en 1979.
“Durante mi tiempo aquí he tenido el privilegio de trabajar en proyectos que han contribuido al avance del conocimiento, la ingeniería química y la biotecnología, y he sido testigo del crecimiento y reconocimiento internacional de nuestra institución. A lo largo de los años hemos construido un entorno académico enriquecedor, liderado por la camaradería y el intercambio crítico de las ideas”, señaló. “Juntos hemos creado una comunidad que no solo forma profesionales, sino que también deja una huella imborrable en la sociedad. La pertenencia a esta facultad es un camino que nunca termina. Sigamos explorando, investigando y aprendiendo y transmitamos nuestros conocimientos a los otros y a la sociedad”, concluyó el ahora exacadémico y miembro de número de la Academia de Ingeniería de Chile.
Bernardita Pezoa, quien ingresó a la Facultad en 1980 como secretaria de la Biblioteca del Departamento de Ingeniería Eléctrica, en 2007 se hizo cargo de la secretaría docente del mismo departamento, unidad donde trabajó hasta mayo de este año. “Fue una bonita experiencia. Yo fui muy feliz en esta facultad, feliz en el departamento. Siempre tuve el cariño y el respeto de todos los alumnos, de los profesores, realmente para mí fue una hermosa etapa de mi vida”, señaló.
Luis Solis Arias, llegó a la Facultad en abril de 1981 como funcionario del Centro de Computación (CEC) en el cargo de nochero, en la portería del antiguo edificio ubicado en Blanco Encalada 2120 y luego de diez años asumió como estafeta del CEC y luego como mayordomo hasta el 2023, totalizando 42 años de servicio ininterrumpido. “Trabajé diez años de noche, porque venían a hacer los respaldos a los computadores IBM que había en ese entonces, venían a respaldar con la cinta, no eran como ahora más modernos, el IBM 360 y 370”, contó. “Los primeros años, aunque estábamos en dictadura, fueron años muy hermosos, porque éramos todos uno solo, entre académicos, profesores y funcionarios”, agregó.