Columna de opinión

¿Cómo va Chile con el cumplimiento de sus compromisos para bajar emisiones?

¿Cómo va Chile con el cumplimiento de sus compromisos para bajar CO2?

La contribución determinada a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés) es un documento en el cual los países miembros de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) establecen sus compromisos para reducir las emisiones de gases y compuestos de efecto invernadero. En el año 2020, Chile se comprometió a reducir las suyas a menos de 95 millones de toneladas de CO2 equivalente para el año 2030, a mantener un presupuesto de emisiones inferior a 1.100 millones de toneladas de CO2 equivalente para el período 2020-2030 y a lograr la neutralidad de carbono para el año 2050.

Esta definición de compromisos de mitigación no es algo nuevo en Chile. Para la COP 2009, nuestro país se comprometió a reducir sus emisiones en un 20% para el año 2020, en comparación con la línea base de 2007, y luego, para la COP 2015, pactó reducir sus emisiones por unidad de PIB en un 30% para 2030 en comparación con 2007, un compromiso que se actualizó para la COP 2019.

Actualmente no existen reportes oficiales que informen sobre el progreso del cumplimiento de estos objetivos; por eso, desde el Observatorio de Carbono Neutralidad monitoreamos las metas propuestas por Chile a través de un análisis independiente.

Los últimos resultados indican que las emisiones en 2023 fueron 102 millones de toneladas de CO2 equivalente, lo que representa una disminución de 3,6 millones de toneladas en comparación con 2020 (3,4%), el último año con datos de inventario de gases de efecto invernadero oficiales. Esta reducción se debe principalmente a la disminución de las emisiones del sector de generación eléctrica, debido a la expansión de las energías renovables y al retiro de las centrales eléctricas de carbón.

Sin embargo, otros sectores, como el transporte, han experimentado un aumento constante en sus emisiones. De hecho, este sector se ha convertido en la principal fuente emisora del país, lo que incluye vehículos particulares, transporte de carga, ferroviario, aéreo y marítimo nacional.

A pesar de la disminución en las emisiones, nuestras estimaciones sugieren que es poco probable que se cumplan las metas establecidas en la NDC. Proyectamos que las emisiones para 2030 serán de aproximadamente 99,4 millones de toneladas, superando en un 7% la meta establecida. En cuanto al presupuesto de emisiones acumuladas, también proyectamos un exceso del 5% en comparación con la meta. Esto se debe en parte a que las emisiones durante el período 2020-2023 han estado por encima de las proyecciones oficiales consideradas en la NDC.

Los resultados sugieren que Chile debe acelerar la implementación de medidas de mitigación si quiere cumplir con sus compromisos (y, ¿por qué no? aumentarlos en el futuro), especialmente en sectores como el transporte, la industria, la minería, el comercio y la vivienda, donde no se observan avances significativos en la adopción de tecnologías limpias para frenar el aumento de las emisiones. Mientras que, en el sector de generación eléctrica, es necesario eliminar las barreras que han obstaculizado el desarrollo de proyectos de energías renovables que han contribuido a la reducción de las emisiones a nivel nacional.